El pasado martes, 11 de marzo, fue aprobado en la sesión del Consejo de Gabinete de Panamá las resoluciones No. 05-25 y No. 09-25, en la que se autoriza al Estado panameño la contratación excepcional o de emergencia con la empresa Airbus Defense and Space y el fabricante aeronáutico brasileño Embraer S.A. para que suministren 2 aviones de transporte mediano C295 y 4 aviones ataque A-29N Súper Tucano al Comando Aéreo del Servicio Nacional Aeronaval (SENAN).
De acuerdo con lo informado por la portavoz del Consejo de Gabinete, se autorizaron $78.2 millones de dólares para Embraer y $109.2 millones de dólares para Airbus, sin precisar mayores detalles del acuerdo de compra ni los plazos de entrega.
Esta adquisición es un reflejo del compromiso de Panamá y de su Ministerio de Seguridad con el gobierno estadounidense y el programa “America First” del presidente Trump que ha declarado organizaciones terroristas a varios carteles de la droga de México, por lo que con esta adquisición el SENAN dispondrá de medios aéreos versátiles que le permitirán hacer frente al auge de las organizaciones criminales trasnacionales y en particular de los carteles de la droga de Colombia y México, que han incrementado los vuelos ilegales de aviones ligeros para transportar narcóticos hacia los Estados Unidos, acción esta que los conduce a que tengan que volar a través del espacio aéreo panameño.
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Un C295 como los que acaba de adquirir el SENAN.
De igual forma, esta adquisición es inédita para un país que nunca en su historia ha operado aviones de combate y que no cuenta con una fuerza aérea como tal desde la invasión estadounidense de Panamá en 1989 (Operación Causa Justa), cuando la administración Reagan procedió al desmantelamiento de las Fuerzas de Defensa de Panamá. Por otra parte, en Panamá no existe legislación alguna que permita la interceptación y derribo de aeronaves hostiles, como si es el caso de Honduras, que desde el año 2014 es la única nación en todo el territorio Centroamericano en contar con una Ley de Espacios Aéreos que permite a la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) ejecutar acciones de derribo contra naves o aeronaves sospechosas de transportar drogas.
Hasta ahora el Ministerio de Seguridad panameño se había venido apoyando en el acuerdo de cooperación con la Fuerza Aeroespacial Colombiana suscrito en el año 2017, para coordinar las operaciones de vigilancia del espacio aéreo por todo lo largo de la frontera común entre ambos países, obteniendo resultados satisfactorios a través de las operaciones Zeus que han conducido a la neutralización de trazas ilegales de aviones hostiles. Asimismo, a comienzos de la década de los 90, durante la Guerra contra las Drogas de la administración Clinton, fueron estacionados de manera temporal en Panamá aviones de alerta temprana y control aerotransportado (AWACS) Boeing E-3A Sentry, cuya tarea consistía en la vigilancia del tráfico aéreo sobre Colombia, Perú y Brasil.
Con esta compra, Panamá se convierte en el primer país centroamericano en operar los Embraer A-29N Super Tucano, y el segundo en la cuenca del Caribe junto a República Dominicana. Al presente el Comando Aéreo del SENAN encuadra el Escuadrón de Transporte Aéreo, Escuadrón de Helicóptero y Escuadrón de Entrenamiento Aéreo, operando diferentes modelos de aviones ligeros Beechcraf Cessna y Piper, Enaer T-35C Pillan, Airbus C-212-300, Twin Otther DHC-6, y helicópteros MD-500, Bell 407, Bell 212, Bell 412 y Leonardo AW-139. (Bernardo de la Fuente)






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