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El primer C295 SAR para la Fuerza Aérea de Brasil llegará en mayo de 2017

La llegada a Brasil del primer Airbus C295/ SC-105 Amazonas (C295 SAR) en versión  ya estandarizada para  búsqueda y rescate, las dos anteriores eran modificaciones de modelos originales, tendrá lugar en mayo de 2017, siendo recibido por el Segundo Escuadrón del 10º  Grupo de Aviación (2º / 10º GAV o Escuadrón “Pelicano”) en la Base Aérea de Campo Grande. 

La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) compró tres bimotores  SC-105 Amazonas en abril de 2014 con el objetivo de ampliar y modernizar su servicio de rescate. De acuerdo con el nuevo pronóstico, el tercer y último avión  se entregará en mayo de 2019.  Actualmente la  unidad aérea de búsqueda y rescate,  con sede en la capital de Mato Grosso do Sul, opera una flota de helicópteros y aviones de ala fija y se encuentra sustituyendo sus helicópteros H-1H por Airbus Military 225M y sus Bandeirante SC-95 (prácticamente desactivados desde 2010) precisamente por estas nuevas unidades SC-295 SAR.

El  "Escuadrón Pelicano" se creó el 6 de diciembre de 1957 en la base aérea de Cumbica en Sao Paulo. En 1972 fue trasladado a la base aérea de Florianópolis y el 20 de octubre de 1980 a la Base Aérea de Campo Grande, su sede actual, un lugar estratégico con el fin de llegar a los lugares más remotos del país. En abril de 2009 aterrizó en esta Base Aérea de Campo Grande el primer C-295 / C-105 Amazonas FAB-2810. El 10 de julio de ese año llegó el FAB-2811. Estos aviones son considerados aún como modelos de transición, por contar con sólo una parte de los equipos SAR . Para cumplir su cometido, el FAB-2810 y el FAB-2811 están equipados con plataformas desmontables con dos asientos para los observadores y un bin para equipos específicos, además de burbujas orientadas hacia ambos lados del fuselaje.

Más modernos, los tres nuevos aviones cuentan ahora con diversos sensores y  un sistema electro-óptico para la búsqueda por imágenes y espectro infrarrojo. Este sistema reacciona al calor, lo que permite la detección de, por ejemplo, una aeronave oculta por el follaje o una persona en el mar. En la parte delantera el avión contará con el  radar EL / M-2022A (V) 3, capaz de realizar búsquedas en tierra (en la banda P, que detecta cuerpos metálicos bajo vegetación) o en el mar, con un alcance de hasta 360 kilómetros. Un sistema de comunicación por satélite también permitirá el contacto con otros centros aéreos o de coordinación de rescate  (Salvaero), incluso cuando el SC-105 vuela a baja altura. El Flir elegido  sería el  Starsafire.

Cada uno de los SC-105 tendrá una tripulación de, al menos, ocho integrantes: dos pilotos, un mecánico, dos encargados de redes de radar y/o sensores  y cuatro observadores, especialistas que cuentan con cuatro ventanas en formato burbuja para poder llevar a cabo la búsqueda visual. Dependiendo de la misión, sin embargo, pueden viajar más efectivos para llevar a cabo el relevo en las posiciones durante  vuelos que pueden durar hasta diez horas. También pueden embarcarse un grupo de paracaidistas y un jefe de carga, responsable del lanzamiento de botes salvavidas o suministros a los supervivientes localizados. El avión también debe estar configurado con Sistema de Soporte de Vida, para evacuación médica.

Junto a los P-3  AM y los futuros  KC-390 , los tres nuevos SC-105 serán el principal avión de la  FAB con la responsabilidad de asegurar el cumplimiento del papel de Brasil en los acuerdos internacionales de búsqueda y rescate. Como firmante de importantes acuerdos con la Organización de Aviación Civil Internacional y la Organización Marítima Internacional (el convenio SOLAS), Brasil está a cargo de un área que se extiende hasta el meridiano 10. Además de la cobertura continental, son  más de 22 millones de kilómetros cuadrados bajo  responsabilidad  SAR y ambiental brasileña. (Javier Bonilla)


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