El empleo más que intenso de aeronaves de transporte VIP de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) por autoridades y allegados al gobierno ha obligado a apresurar el mantenimiento de al menos siete de las diez aeronaves de la flota que usan ministros, comandantes militares, así cómo, últimamente y con polémica, miembros del Supremo Tribunal Federal (STF), quienes también podrían disponer de parte de la flota de la Policía Federal.
La constante utilización de aeronaves, muy frecuentemente por motivos privados o electorales, ha dejado hoy a solo tres birreactores en actividad permanente, debido al desgaste progresivo registrado en este trienio, tras una escala de uso reiterado contraria a los criterios habituales respecto a los calendarios de inspecciones técnicas.
El Ministro de Hacienda, Fernando Haddad ostenta el récord (68 vuelos en lo que va del año) y es quien más se resiente hoy sobre la falta de aeronaves. En este mes de junio, Haddad está volando, en promedio, cada dos días. Supera al presidente del Supremo Tribunal Federal, Luís Roberto Barroso (55 vuelos en 2025, 81 en 2024,la mayoría sin agenda gubernamental), un habitue de este tipo de traslados.
Sonia Guajajara (Ministra de Pueblos Indígenas), además ,requirió un vuelo en helicóptero de más de 11 horas, sin llegar a comprender, que este tipo de aparatos no tiene mucha autonomía o velocidad.
Motivos no oficiales y préstamos a terceros de las aeronaves
La crisis de las aeronaves de transporte VIP de la Fuerza Aérea Brasileña, además de referirse a los compromisos oficiales, se extiende a los viajes claramente personales. Según documentos y registros, ministros y autoridades han utilizado aviones oficiales para ver partidos de fútbol, visitar novias, asistir a eventos privados y disfrutar de conciertos, a menudo en ciudades turísticas o grandes capitales, sin agenda de gobierno.
Por ejemplo, en 2023 se registraron más de 1200 despegues con autoridades a bordo, muchos de los cuales, según los mismos informes, se produjeron sin que se revelara ningún compromiso público. De esta manera, se confunde el uso institucional con privilegio, comprometiendo el buen uso de los recursos públicos.
El controvertido Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ha sido criticado por omitir información sobre el uso de aeronaves de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña) por parte de sus ministros, que, eventualmente, también podrían usar aeronaves de la Policía Federal.
Además del uso excesivo, otra práctica se ha vuelto cada vez más común: el préstamo informal de aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña a terceros. Este es un modo de eludir la legislación vigente y usual, permitiendo que, amigos, familiares e invitados de ministros aborden vuelos sin ningún tipo de vínculo laboral gubernamental. La utilización reciente más escandalosa se refirió al reciente traslado a Brasilia, exilada, de una ex primera dama peruana, Nadine Heredia, investigada en múltiples denuncias contra su marido, Ollanta Humana.
En 2024, ministros, presidentes del Senado, la Cámara de Diputados y el Supremo Tribunal Federal e invitados realizaron 1.068 vuelos en aeronaves del Grupo Especial de Transporte (GTE) de la Fuerza Aérea Brasileña.
Lo que dice la ley
Las normas definen quién puede utilizar las aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña. Su texto solo autoriza al Presidente y al Vicepresidente de la República, además de los Presidentes de la Cámara de Diputados, del Senado, del Supremo Tribunal Federal y los Ministros de Estado, de acuerdo a un cierto orden. La legislación que regula el uso de la flota establece una escala de prioridades, en la que tienen precedencia los ministros de carteras estratégicas como Justicia, Defensa, Hacienda y la Casa Civil. Los demás ministros deben esperar su turno, lo que, dada la situación actual, se ha vuelto cada vez más inusual. Estos tampoco suelen utilizar la amplia red brasileña de vuelos domésticos
La falta de aeronaves oficiales ha generado malestar entre los funcionarios gubernamentales. Algunos ministros ya han expresado su frustración, entre bastidores, por no poder confirmar sus planes de viaje, ni siquiera, ahora para compromisos reales.
En casos excepcionales, el decreto también permite el transporte de funcionarios por razones médicas o de seguridad, o por cambio de residencia oficial, además de los traslados sanitarios de civiles. Se recuerda que, tras la destitución de Dilma Rousseff, la flota de transporte de la Fuerza Aérea Brasileña fue diezmada de tal forma por usos abusivos que, ante la virtual imposibilidad de trasladar enfermos, accidentados o transplantados, el entonces presidente Temer debió disponer un mínimo de aeronaves para uso humanitario. Actualmente, se estaría muy cerca de este cuadro.
La flota
El Segundo Escuadrón del Grupo de Transporte Especial de la Fuerza Aérea Brasileña cuenta con 10 aviones Embraer 135/145 y el Sexto Escuadrón de Transporte Aéreo con dos Embraer Phenom 100. A esto se suman helicópteros, dos Embraer 190 VIP y un Airbus 319 ACJ (que Lula, no obstante sus pocas horas de vuelo y excelente estado, quiere cambiar para llegar a Asia sin escalas....) y alguno de los Airbus 330 con otros cometidos en la Fuerza Aérea, cada vez más requeridos por Lula y el entorno presidencial para sus desplazamientos internacionales, que, hasta el momento, han costado al erario brasileño unos 50 millones de dólares.
Esto incluye los gastos de su esposa, Janja da Silva, precediendo o permaneciendo en algunos destinos, luego de las comitivas oficiales, tras visitas de estado, actualmente demandada judicialmente por ello. Desde 2023, además, el gobierno autorizó diversos viajes reservados del controvertido ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, sin mayores detalles, e inclusive de su esposa, una cotizada abogada privada, mientras que el presidente del organismo, Luis Roberto Barroso realizó numerosos vuelos durante la feria judicial o feriados.
Por su parte, el ministro decano del citado tribunal, el catedrático Dr. Gilmar Mendes, ha realizado en casi tres años viajes casi semanales, tanto en aviones oficiales como privados, entre Brasil y Portugal por negocios particulares
También el Tribunal de Cuentas de la Unión ha utilizado, con más moderación, aeronaves de la Fuerza Aérea. A diferencia de otras dependencias ,si bien intentó dar publicidad y motivación real a los desplazamientos de sus jerarcas, el gobierno le habría recomendado confidencialidad.
En un comunicado, la Fuerza Aérea Brasileña informó que las restricciones presupuestarias “afectan no solo el reabastecimiento de aeronaves, sino todo el ciclo de operación y mantenimiento de la flota”. La FAB también destacó que “existen limitaciones en la adquisición de lubricantes, repuestos y en la realización de reparaciones de motores ”, lo que compromete la plena disponibilidad de las aeronaves y dificulta el cumplimiento de algunas misiones oficiales.
En los últimos meses, un recorte de unos 500 millones de dólares del presupuesto de Defensa, afectó especialmente a la Fuerza Aérea y la Marina, lo que repercute claramente en el orden de vuelo de los medios aéreos en ambas Fuerzas.





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