
Como se recordará, en setiembre de 2009, Lula declaró, sin que hubiera un dictamen oficial, que el "Rafale había ganado", generando serias repercusiones diplomáticas y retrasando una vez más la larguísima licitación.
Ante el cuadro actual, portavoces franceses declararon que la decisión brasileña sólo se comunicaría en 2016, mientras el ministro de Defensa, Celso Amorím, que quiere "dejar un legado" al respecto, según ha dicho, habría sugerido-teniendo en cuenta la fuerte e ideologizada impronta anti militar que el oficialismo ha impuesto en los últimos años en la sociedad brasileña, similar al resto del continente- que si bien es imposible que se apruebe la compra antes de las elecciones de 2014, inmediatamente después de producidas, se encomendarían los cazas.
Saab, por su parte, opción ahora creciente en base al eventual descarte del Rafale y a las dificultades entre Brasil y USA, por el tema del espionaje, y por presentar una oferta más económica, desearía agilizar el tema lo más rápido que sea posible. (Javier Bonilla)




