
El “Vital de Oliveira” (H-39), construido en China y terminado en Singapur, es el resultado de una colaboración entre los Ministerios de Defensa y de Ciencia, Tecnología e Innovación, además de las empresas Vale y Petrobras. Los recursos disponibles por el país son clave para apoyar las aspiraciones brasileñas ante la Comisión de Límites de las Naciones Unidas (ONU), que buscan extender el límite exterior de la zona marítima en la que Brasil tiene derechos de soberanía para la explotación de los recursos naturales.
Recién llegado de Singapur, el Vital Oliveira pesa 3.500 toneladas y con el llamado Remotely Operated Vehicle (ROV)SUB Fighter 15K tiene la capacidad de llegar a explorar hasta los 4.000 metros de profundidad. El buque también cuenta con capacidades especiales para llevar a cabo búsquedas de nódulos metálicos en el fondo marino, así como petróleo y gas situados en superficies inferiores, así como la explotación de los recursos minerales en las aguas profundas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) .
Las diversas funciones y capacidades de la nave tienen uso dual, es decir, sirven tanto para garantizar la protección de la riqueza de las jurisdicciones marítimas pertenecientes a Brasil, como para ser utilizados en otro tipo de operaciones. Los datos introducidos en las cartas náuticas con un moderno sonar de barrido lateral multi-Sistem Klein 5000 V2, además de ayudar en la navegación, causan impactos en la economía, lo que se refleja en los denominados Costos-Brasil.




