¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Martes, 16 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Incidente con un helicóptero de la Fuerza Aérea Argentina destapa de nuevo la necesidad de medios para emergencias

Debido a complicadas condiciones meteorológicas, un helicóptero Mi-17IE de la Fuerza Aérea Argentina que trasladaba  a miembros de la presidencia nacional hacia la zona noroeste del país, se vio obligada a realizar un aterrizaje en un claro montañoso para pasar la noche y asegurar a la máquina y a los pasajeros, esperando poder salir de la situación por propios medios o esperar  un rescate.

Las complicadas variaciones térmicas y con vientos fuertes hicieron descender la temperatura a valores de diez grados bajo cero en una altura cercana a los cuatro mil  metros, donde había descendido la máquina de la Fuerza Aérea Argentina. La definición del comandante de la aeronave, a todos  luces correcta y profesional,  significó que la comitiva presidencial integrada por funcionarios de la superior administración, pasaran la noche en el habitáculo del helicóptero, protegidos por la calefacción proporcionada por la propia máquina mediante el encendido de la unidad de potencia auxiliar-APU-.

Mientras tanto, equipos de rescate de la policía provincial, Ejercito Argentino y Defensa Civil se dirigían al área de aterrizaje del helicóptero, lo cual significó un exigente  subida hasta los casi cuatro mil metros de altura en plena montaña, donde estaba la aeronave.

Al mismo tiempo el helicóptero presidencial, un S-70 Black Hawk,  que estaba a cierta distancia porque transportó al presidente Mauricio Macri, de visita en una provincia, se movilizó evacuando a los funcionarios, aunque no pudo regresar por razones climáticas  a evacuar al resto de la patrulla de rescate y a la tripulación de la FAA. Estos, gracias a su experiencia operativa en el terreno, dispusieron descender ellos mismos de las alturas sin esperar un rescate que hubiera –como se comprobó en los hechos-, tardado mucho en llegar por esas mismas limitaciones meteorológicas.

La FAA, al recibir la alerta alistó perentoriamente un par de helicópteros de rescate SA-315B Lama, de la IV Brigada Aérea, que fueron desarmados y subidos a un avión Hércules C-130, que  los llevo hacia la provincia de Tucumán, donde en tiempo record fueron armados y alistados para que en poco tiempo llevaran combustible en las eslingas  hacia la zona del incidente y se lograra el reabastecimiento en el Mi-17  para  que pudiera salir volando de la  zona en cuestión.

Una vez más  se demostró la necesidad de disponer de más y mejores medios para una emergencia, Argentina es un país enorme, con variables condiciones climatológicas y terrenos complicados. Más allá de la enorme profesionalidad de los miembros de la FAA, que tomaron medidas correctas en base a su comprobada  experiencia en la Antártida, a la rápida movilización de aviones C-130 Hercules y helicópteros Lama que hicieron muchas horas de vuelo para llegar al objetivo y una amplia coordinación con equipos de rescate provinciales, es evidente la necesidad de medios acordes y modernos que permitan una llegada más rápida a la zona de un accidente o incidente. (Luis Piñeiro, correponsal de Grupo Edefa en Argentina)


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.