Tras varias semanas de movilizaciones en provincias del Noreste del país, finalizaba el ejercicio ‘Libertador’, una imponente maniobra del Ejército Argentino que movió miles de toneladas de equipo bélico a distancias importantes, para trasladar a más de 3.500 efectivos de unidades especiales, mecanizadas y blindadas para rechazar una incursión extranjera en territorio nacional.
Los primeros medios para retrasar la penetración enemiga tuvieron por misión contener todo lo que pudieran al adversario mientras se producía la movilización de medios y personal desde puntos de traslado con distancias superiores a los 1.200 km e incluso más. Argentina es el octavo país del mundo en superficie, por tanto la adopción de medios aéreos y ferroviarios es ineludible, este último modo trasladó más de un centenar de vehículos blindados, camiones y piezas de artillería desde bases a más de un millar de kilómetros hasta la zona de reunión.
Las operaciones fueron iniciadas por incursiones de Comandos y Fuerzas Especiales de la Agrupación FOE, que trasladadas por aeronaves de la Fuerza Aérea y del Ejército, tuvieron la misión de ejecutar acciones punitivas directas en la profundidad del dispositivo contrario para minar sus capacidades y dar espacio requerido para la intervención de la IV Brigada Aerotransportada que, desde su asiento de paz en la provincia de Córdoba lanzo a su personal sobre áreas aseguradas por los Comandos.
Al mismo tiempo, los helicópteros Bell 206 con sistemas de observación en todo tiempo y de producción autóctona, rastrearon el terreno y adelantaron las posiciones del enemigo. Además, operaron conjuntamente con las fuerzas en aproximación y por medio de drones y UAV se reconocieron extensos campos en busca del enemigo. La conducción de las operaciones se realizó desde un Puesto de Comando para Entornos Multidominio Táctico Móvil, que centralizó la sincronización y organización de tiempos, espacios y fuegos.
La movilización incluyó al Comando de Adiestramiento y Alistamiento, al Comando de la Fuerza de Despliegue Rápido, los paracaidistas de la IV Brigada Aerotransportada, los medios mecanizados de la X Brigada Mecanizada que pronto recibirá vehículos 8x8 blindados Stryker, la III Brigada de Monte, la Agrupación de Fuerzas de Operaciones Especiales, la Agrupación de Comunicaciones 601, la Agrupación de Artillería de Campaña 601, y la Agrupación de Artillería Antiaérea 601, entre otras unidades.
Aquí se produjo el debut operacional del radar RPA-200M producido por el INVAP para el EA y que sustituirá a los radares AN/TPS 44 Cardion, el cual fue desplegado rápidamente en un aeropuerto tomado por los comandos y controló el espacio aéreo de las operaciones, realizó detecciones de incursores enemigos, y guió a formaciones de aviones IA-63 Pampa de la FAA que realizaron tareas de cobertura y de apoyo de fuego. Comentemos que el aeropuerto regional de la ciudad de Roque Sáenz Peña fue tomado por una incursión de fuerzas especiales con modernos medios técnicos. Aquí se produjo un importante movimiento vertical con helicópteros y lanzamientos de paracaidistas.
Tampoco podemos obviar a la Dirección de Investigación y Desarrollo, cuyos técnicos y especialistas supervisaron el uso en el terreno de varios sistemas en desarrollo para la institución. Fuerzas políticas de la oposición protestaron contra la realización de esta maniobra y sembraron dudas y temor en algunos pobladores por los movimientos militares. Este ejercicio demostró que, con escasos medios materiales y poco presupuesto, la fuerza conoce el terreno a operar y que en la inmensidad de las zonas desoladas y perdidas, el único elemento de poder político y estratégico son las Fuerzas Armadas, las únicas que estarán cuando la crisis llame. (Luis Piñeiro)







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