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Jueves, 25 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Submarino S-80, el futuro ya está aquí

Uno de los programas más importantes para la defensa y la industria española, el del submarino S-80 Plus de Navantia, pasa por un momento decisivo ante las inminentes pruebas de mar de la primera unidad, el Isaac Peral, y el avance en la construcción de las otras 3 unidades, especialmente de la segunda, el Narciso Monturiol.

Con ambos objetivos a la vista, la empresa pública española Navantia está realizando un esfuerzo importante en su factoría de Cartagena, a la que acuden a diario unos 3.000 trabajadores, entre los suyos y los de empresa auxiliares, implicados en este proyecto de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), destinado a la Armada española. Los retrasos en el programa, han obligado a la Institución castrense a ampliar más allá de lo previsto la vida operativa de sus 2 únicos submarinos actualmente en servicio, que son del tipo S-70, construidos también por Navantia en la primera mitad de los años 80, con la asistencia de la empresa diseñadora, la francesa conocida ahora como Naval Group).

Así, actualmente está en fase de finalización la extraordinaria quinta gran carena (solo estaban contempladas 4)  del  buque cabeza de la Clase Galerna (S-71), tras efectuar Navantia, siempre en dicha factoría cartagenera el pasado mes de noviembre, el inicio de las pruebas oficiales de arranque y funcionamiento de los motores diesel en presencia de los inspectores de la Armada, una vez llevadas a cabo todas las verificaciones y comprobaciones necesarias, tanto de los servicios auxiliares de dichos motores, como de sus seguridades.

Respecto al otro submarino de esta Clase,  el Tramontana (S-74), cuya baja estaba prevista para febrero del próximo año, se acaba de aprobar la extensión de la vida operativa un año más, tras consultar y tener la opinión favorable, al igual que en el caso de la quinta gran carena de su mencionado hermano, de Naval Group, que es la autoridad de diseño del tipo S-70. La extensión de su disponibilidad operativa, que se materializará con un periodo de obras en las dársenas de Navantia, es vital para que la Armada, y en concreto su Flotilla de Submarinos (FLOSUB), pueda contar con al menos 2, uno de ellos operativo.

La capacidad de contar con submarinos, a la espera de los S-80 Plus, no es solo fundamental para la Armada, sino para la defensa de España, sobre todo por el efecto de disuasión y las capacidades de captar inteligencia. Paralelamente, en el muelle de Armamento de esa factoría de Navantia, se sigue trabajando en la finalización del Isaac Peral (S-81), ya a flote por segunda vez, tras la ceremonia oficial de su botadura el pasado mes de abril. Debemos recordar que, tras dicho acto, presidido por SM El Rey Felipe VI y ser el buque amadrinado por la heredera al trono, la Princesa Leonor, el 25 de junio se inició una primera varada (subirlo a tierra),

Avanzados sistemas

Se le instaló el periscopio de ataque y procedió en la cámara de combate a la puesta en marcha de las consolas de su sistema de combate y la instalación de una primera versión de Software, previamente probado con éxito por parte de Navantia Sistemas en su planta de San Fernando (Cádiz), donde se creó hace años una réplica de esa vital zona de trabajo del S-80 Plus. Paralelamente se diseña el sistema de última generación de ese Software, las comunicaciones, etc., tras la firma en  marzo de 2021 de un acuerdo entre y la empresa española líder en ese campo, Telefónica (en concreto con su filial Telefónica Cloud), para que de forma conjunta diseñar, desarrollar y, una vez puestos en marcha, comercializar soluciones de ciberseguridad y de seguridad tecnológica integral.

En el trasfondo de esta entente está el desarrollo de manera autónoma, en el marco de las empresas nacionales, lo que otorga una total autonomía ante terceras potencias, de un sistema de protección informático para sus productos. Como es lógico, las primeras aplicaciones desarrolladas serán cargadas en el S-81 y progresivamente en sus hermanos de Clase, aunque también servirá para dar ciberseguridad a las fututas fragatas F-110. Tras este proceso, el Isaac Peral volvió a ser puesto a flote el 31 de agosto y atracado nuevamente en el muelle de Armamento, donde el pasado 12 de noviembre se superó con pleno éxito una de las pruebas más importantes de su larga fase de construcción, la de arranque de forma segura de sus motores diesel, que forma parte del proceso de sus pruebas de puerto.

El programa S-80 Plus sigue un proceso reglado de ingeniería de sistemas, mediante el cual es necesario superar una serie de revisiones técnicas o puertas de calidad, en las que se debe demostrar que el submarino está maduro para pasar a la siguiente fase. El arranque de los motores es el cuarto hito de seguridad, tras la puesta en tensión, el embarque de baterías y la puesta a flote. Los S-80 Plus disponen de motores dotados con el sistema DAR (Diesel Alternadores Rectificadores), que permiten la carga de sus baterías o que pueden suministrar directamente energía al motor eléctrico principal. Los diesel son fabricados por la fábrica de Motores de Navantia (también en Cartagena), bajo licencia de la puntera empresa alemana MTU. 

En los próximos meses, el S-81 se someterá a las primeras cargas de baterías con los DAR y a la prueba sobre amarras, primer momento en el que se comprueba de manera real el funcionamiento de la línea propulsora del submarino, previo al comienzo de las pruebas de mar. Además, en ese muelle siguen completando los trabajos de instalación de los sensores, los ojos y oídos del submarino, en la vela de éste. En este complejo diseño se cambia el clásico sistema de alojamiento, evitando que tengan éstos que penetrar el casco resistente para transmitir la información obtenida a la cámara de combate del submarino.

En concreto, en  la vela son visibles el periscopio de ataque, los elementos  que portan sensores o el definido como mástil optrónico, que aporta una serie de ellos digitales de última generación en su parte superior, que le brindan más capacidades en cuanto a ubicaciones y dimensiones que otros periscopios más convencionales. El anterior incluiría, además, distintos sensores que van desde cámaras de alta definición a otras capaces de captar las emisiones de calor generadas por distintos navíos y otros objetos en la mar.

Diseño puntero

Estamos ante un diseño muy puntero, aunque ya usado por marinas militares tan avanzadas, como la US Navy, que, a partir de 2004, comenzó a instalarlos en sus submarinos del tipo Virginia. Es una nueva tecnología que proporciona capacidades adicionales asociadas a los dispositivos que garantizan la navegación precisa, a la captación de señales de terceros o hasta a generar contramedidas que eviten la propia. Las imágenes y datos captados por el mástil optrónico se transmiten de forma electrónica al interior para ser analizados por los especialistas en las pantallas de control.

La Oficina del Programa, que forma parte de la DGAM, informó el pasado verano que ya se había instalado el periscopio de ataque, elemento que estaría adelantado respecto del Snorkel, un diseño holandés de la época de la II Guerra Mundial muy mejorado, que permite a cota de periscopio la captación de aire para el funcionamiento de los motores diesel y la consiguiente recarga de las baterías. También nos da una buena pista de cómo van a continuar los trabajos de la  licitación convocada por parte de Navantia a finales de noviembre mediante un procedimiento negociado con publicidad  para la contratación de los servicios de buzos para los trabajos de auxilio durante las maniobras de puesta a flote, fase de pruebas y hasta la entrega final de los diferentes submarinos del programa S-80P.

Estamos ante unos servicios que  comenzarán a prestarse a partir del 7 de marzo de 2022 y se extenderán durante los 2 siguientes años, aunque previendo la posibilidad de contratar 2 prórrogas de 1 año. Según figura en la “web” de contratación del Estado, el presupuesto base de licitación por año, IVA incluido, es de 210.056 euros. Estos profesionales tendrán que trabajar en el dique flotante, la estructura que permite bajar o subir del mar a tierra a los submarinos y otros buques y reforzar al personal de Navantia con dicha capacidad, ante las múltiples maniobras de este tipo que se realizarán los próximos años con los 4 S-80 Plus. Entre los trabajos encomendados a estos profesionales está el desmontaje y montaje de la funda de la hélice de los sucesivos S-80 Plus, que es el sistema externo más secreto del buque, siempre estando los submarinos a flote.                                                                                                

El objetivo inicial es poder entregar el S-81 a la Armada en el primer trimestre de 2023, aunque previamente queda por delante un laborioso 2022, en el que se realizarán las críticas pruebas de mar, que empezarán a principios de este año. Además de este hito, Navantia trabaja también intensamente en los otros 3 submarinos que componen la Clase, que son el Narciso Monturiol (S-82), el Cosme García (S-83) y el Mateo García de los Reyes (S-84), con fechas aproximadas de entrega en 2024, 2026 y 2028. Los 3 primeros recuerdan los nombres de los tres pioneros españoles que en el siglo XIX acometieron diseños de buques. Respecto al S-84, se llamará así como homenaje al almirante que, entre 1915 y 1924, fue el primer jefe y organizador del Arma Submarina española, asesinado, hace ahora justo 85 años, en la matanza de Paracuellos del Jarama (Madrid).

En fechas recientes, nuestro compañero Octavio Díaz Cámara visitó la factoría de Cartagena y pudo constatar que los 5 módulos que conforman el submarino Narciso Monturiol (S-82)  son objeto de todo tipo de trabajos para adecuarlos y finalizar lo necesario antes de su ensamblaje como conjunto. Esas secciones, que conforman el casco resistente de la nave, incluyen la proel que acoge al sistema de estiba y lanzamiento de las armas, que conforma el potencial ofensivo de estos navíos, una segunda donde se ubica la cámara de combate, o CIC (Centro de Información y Combate), y encontramos en su parte superior a la vela con los distintos periscopios y sensores.

También era visible una tercera parte en la que se situará el módulo de propulsión independiente del aíre, o AIP (Air-Independent Propulsión), que permite al sumergible tránsitos de hasta 3 semanas sin tomar oxígeno del exterior, que se empezará a instalar a partir del S-83 y, posteriormente, en los 2 primeros, aprovechando sus primeras entradas a factoría para someterse a la gran carena. Entre las dos anteriores se encuentra el Cofferdam, realizado con acero de la máxima resistencia –haría de barrera frente a una hipotética entrada de agua del exterior– y con un espacio con forma que recuerda a una botella, que incluye la exclusa que facilitaría la entrada y salida de buceadores o la evacuación en caso necesario. Una cuarta sección incluye a la propulsión y la quinta es el cono de popa.

Como hemos podido observar, el ritmo de trabajo, con mecánicos cortando chapa, realizando soldaduras de altísima precisión o instalando todo tipo de tubos y sistemas, es intenso. Todo avanza consecuentemente según los planes establecidos para que el Narciso Monturiol pueda botarse también en 2023, un año importante por los distintos acontecimientos que se sucederán para el Arma Submarina de la Armada. Ya próximo a entrar en servicio, el S-80 Plus se convierte en uno de los más punteros productos que promociona Navantia en las ferias y exposiciones, además de presentarlo a concursos, de los que anteriormente era excluido por los retrasos de la construcción, agravados por un tratamiento sensacionalista que daba buena parte de la prensa generalista al problema.

Destacamos en el campo comercial la presentación virtual, debido al COVID-19,  del sistema en la feria francesa Euronaval de 2020; y, ya este 2021, en la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (FEINDEF) de Madrid, en la DSEI de Londres y en la International Defence Industry Fair (IDEF) de Estambul, donde las autoridades turcas, que están en plena expansión de su marina militar, pudieron saber de primera mano las capacidades que obtendrían con el S-80 Plus. Más recientemente, en el Centro de Exhibiciones Internacional de Egipto, Navantia estuvo presente en la segunda edición de la Egypt Defense Expo (EDEX); y al otro lado del océano Atlántico, ha promocionado esta solución en recientes ferias SITDEF (Lima) y en la de Expodefensa (Bogotá).

El interés de Colombia en sustituir a medio plazo sus submarinos llevó a Navantia a participar en 2020 en la décima edición de la Conferencia de Ingeniería Naval (CINAV), donde también presentó a la Armada de la República de Colombia (ARC) las características del S-80 Plus. El principal objetivo actual de Navantia es la de hacerse con el concurso de la Marina de la India, denominado P75I, mediante el cual se dotará de 6 submarinos con IAP. La naval española es una de las 5 compañías preseleccionadas para hacerse con el contrato, junto con rivales de la talla de Naval Group, ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) (Alemania), Rubin (Rusia) y Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering (DSME) de Corea del Sur. (Julio Maíz)

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