La filial australiana del astillero español Navantia ha afirmado que en caso de serles adjudicada la construcción de las nuevas fragatas del programa SEA 5000, no habrá despidos en el plazo que se abre desde la finalización de los tres destructores clase Hobart, hasta el inicio de construcción de las nueve fragatas, no antes de 2020. Así lo ha declarado su presidente Warren King en medios locales ante el temor de los trabajadores a perder sus puestos una vez que se termine la construcción del tercer y último destructor AWD (Air Warfare Destroyer) de la clase Hobart.
Según King, Navantia Australia además se convertirá en una empresa totalmente australiana, si se cumplen los planes que pasan por la salida de Navantia y la venta de las acciones a fondos de inversión y otras entidades australianas, incluyendo particulares. Queda por conocer cómo se articularán las relaciones entre esta compañía y la central española, como se gestionará por ejemplo la propiedad intelectual o si ambas compañías competirán en el mercado internacional en futuros programas. En cualquier caso Navantia Australia ya tiene su propio presidente y Consejo de Administración y es un requisito del Gobierno australiano en el área de la Defensa que se abran empresas en Australia y la carga de trabajo principal recaiga en ellas.
La decisión sobre el constructor de las fragatas del programa SEA 5000 está prevista para las próximas semanas, disputándose entre Navantia, la italiana Fincatieri y la británica BAE Systems, estando previsto que los trabajos se desarrollen en Adelaide, encontrándose el grueso de la plantilla que ha trabajado en los destructores ubicada en Osborne. En caso de adjudicarse la construcción, el personal que dejaría de trabajar en los destructores, pasaría directamente a trabajar en las fragatas, estando previsto que si se adjudica el contrato, solo a finales de este año la empresa ya necesitaría contratar 340 personas.
La propuesta de Navantia pasa por emplear el mismo casco que los destructores AWD en las nuevas fragatas, lo que supondría un ahorro de costes considerable. Según Warren King, si en los destructores, la aportación nacional al programa fue del 60 %, en los destructores se podría alcanzar el 80 %. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El destructor Hobart (AWD ASC)
