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Este miércoles 5 de abril tuvo lugar la ceremonia oficial de clausura de la planta de procesamiento de minas diseñada e instalada por EXPAL en Rechitsa, Bielorrusia, en el marco de un proyecto encargado por la Unión Europea y que ha supuesto la destrucción de casi 3,5 millones de minas del tipo PFM-1, tarea que finalizó el pasado 18 de marzo.
Según nos confirman desde la empresa, al acto acudieron personalidades del país, concretamente el jefe de la dirección de las tropas de ingenieros del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la República de Bielorrusia, coordinador del proyecto, Nikolay Ovsianko, adjunto del Jefe del Departamento de Seguridad Internacional y Control de Armas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bielorrusia, la jefa de la Representación de la Unión Europea en Bielorrusia y Andrea Wiktorin, Outa hermalahti, jefe de proyecto de la Delegación de la Unión Europea en Bielorrusia. Por parte de EXPAL acudieron el presidente, el almirante (retirado) Francisco Torrente y el director general de Expal Pedro Sallent.
El Gobierno de Bielorrusia se adscribió el tratado de Ottawa en 2.003 y en 2010 la Unión Europea puso en marcha una licitación internacional para la destrucción del arsenal de minas de este país. El concurso estaba abierto a todas las empresas europeas del sector y EXPAL fue elegida para llevar adelante el denominado “Contract ENPI Belarus 2009/S136-197868 Destruction of PFM-1 series munitions”.
Para ello EXPAL diseñó y construyó en España una planta móvil de desmilitarización que fue transportada a Bielorrusia, concretamente en la Base de Ingenieros 4970 en Rechitsa. La construcción comenzó en febrero de 2011 y se inauguró en mayo de 2014.
Esta planta incluye una cámara de detonación fría de 89 metros cúbicos en la que se han empleado 100 toneladas de acero y que ha sido reforzada con 136 toneladas de arena a su alrededor. El objetivo es soportar reiteradamente las enormes presiones derivadas de la detonación de las minas.
El proceso comienza con la retirada de las minas del terreno, su transporte en camión diariamente hasta la planta y su almacenamiento en forma de cartuchos en los que hay 72 minas. Las minas son desmontadas parcialmente para añadir un dispositivo explosivo y son transportadas a la cámara de detonación, donde entran automáticamente. Siguiendo estrictos procedimientos de seguridad, la cámara se cierra y se produce la detonación de las minas para posteriormente procesar el gas generado y eliminar los posibles contaminantes. Posteriormente los restos, formados principalmente por aluminio y acero son almacenados y se pueden reutilizar.
La empresa española se ha encargado de la construcción de la cámara y de la formación al personal local responsable de su funcionamiento. Una vez que el trabajo se complete, la planta será desmontada y traída a España de nuevo y los terrenos en las que se encontraba la planta y los terrenos donde se encuentra se recuperarán al estado anterior a su construcción.
EXPAL es líder mundial en desmilitarización y acumula más de 40 años de experiencia en esta actividad con más de 1.000 referencias desmilitarizadas para la OTAN y otras Fuerzas Armadas, ofreciendo la eliminación de municiones y explosivos obsoletos, en desuso o sobrantes.
Las minas de diseño ruso del tipo PFM-1, más conocidas como “minas mariposa” por su diseño y llamativo colorido son un tipo de minas antipersonal conocidas sobre todo por su empleo en Afganistán. Están fabricadas principalmente con plástico verde o marrón lo que unido a su forma las hace muy características. Tienen un peso de 75 gramos de los que 37 corresponden a explosivo líquido. La versión PFM-1S incluye un mecanismo de autodestrucción. (José Mª Navarro García)
Fotografías:
·La planta de desmilitarización de Rechitsa (EXPAL)
·El acceso a la cámara de detonación fría (EXPAL)
·Una mina del tipo PFM-1
