La Gendarmerie francesa se está dotando del Centaure, el novedoso vehículo VIPG (Véhicule d’intervention polyvalent de la Gendarmerie) que aporta blindaje, capacidad de despliegue de equipos operativos o de respuesta inmediata y recursos técnicos especialmente interesantes.
El Centaure lo fabrica, en una planta de Alsacia, Soframe que es la división de vehículos especializados del grupo industrial francés Lohr. Se le ha provisto con un motor delantero de 300 caballos que le imprime potencia suficiente como para moverse por carreteras a 100 kilómetros por hora -autonomía de 500 km- o desplazase, a la par que peatones, a sólo 3 km/h.
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En la parte superior incorpora un pedestal de sensores para tener mejor percepción de lo que sucede en su área de despliegue. (Octavio Díez Cámara)
La fuerza motriz, asociada a detalles como su dirección asistida, es importante en su caso porque incluye una pala empujadora delantera con la que atravesar barricadas en el caso de incidentes como los disturbios públicos en los que se decida su intervención; es capaz de mover un autobús que cierre el paso de una vía y se desplaza con agilidad, por su configuración todo terreno, en montaña.
Las dimensiones de este blindado 4x4, que pesa 14,5 toneladas y tiene una configuración de tracción total permanente, son de 7,3 metros de longitud, 2,55 de anchura y 3,83 de altura, tamaño compacto que es coherente con los escenarios urbanos donde tendrá que intervenir. Entre los detalles más técnicos del VIPG se incluyen algunos que pueden observar en las imágenes adjuntas. Se le ha equipado con cámaras que proveen de una visión periférica de 360º a los que viajan en su interior para que conozcan lo que acontece a su alrededor y puedan tomar las decisiones más oportunas, contando también con ventanas blindadas en sus cuatro costados para cerciorarse de forma más precisa.
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En el costado derecho trasero se incluye un sensor acústico de detección de disparos y un lanzador múltiple de 40mm. (Octavio Díez Cámara)
En la parte superior trasera izquierda del Centaure se encuentra un pedestal elevable controlado a distancia y caracterizado por tener diferentes sensores y cámaras que facilitan la vigilancia a una distancia de seguridad de un determinado incidente o acontecimiento. También, en el costado opuesto, apreciamos un sensor acústico con micrófonos que detectan lanzamientos que se hagan contra ellos o disparos y así tener una información concreta de donde se han originado.
Lo complementan con un lanzador múltiple de 40 milímetros que, con treinta tubos, permite disparar diferentes artefactos lacrimógenos o fumígenos idóneos para actividades de control de masas; por cierto, además de corta cables frontal, incorpora protección NRBQ (Nuclear, Radiológica, Biológica y Química) para actuar en el caso de catástrofes industriales y cuenta con un sistema que permite la dispersión periférica de líquido lacrimógeno.
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La puerta trasera es una rampa hidráulica que facilita el embarque y desembarque rápido del personal o de aquellos que se quiere rescatar. (Octavio Díez Cámara)
En cometidos propiamente antiterroristas que desarrolla la Gendarmerie le será especialmente útil al VIPG el blindaje que es capaz de resistir impactos de proyectiles perforantes del 7,62x39mm disparados por fusiles de asalto tipo AK-47 y la puerta trasera que actúa como rampa basculante para facilitar el despliegue del personal o para embarcar con rapidez a aquellos que se quiera evacuar de un punto peligroso.
Cuenta con asientos individuales en los que pueden viajar, además de conductor y acompañante, 7 gendarmes en una configuración que en los VIPG más recientes parece algo distinta de la que conocimos a mediados de 2022 cuando se entregó el primero de los 89 ejemplares contratados del Centaure que estarán en las unidades antes de que se complete 2025. (Octavio Díez Cámara)
