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M1 Abrams versus T-14 Armata: duelo en el “chernozem” de los carros de combate más avanzados y mortíferos

GUERRA EN UCRANIA, OTRO FOCO

Uno de los carros de combate Abrams (modelo M-1A1SAs) circulando por las nevadas tierras ucranianas.

En principio, la orografía de Ucrania, con grandes llanuras esteparias, es muy apta para el empleo de medios acorazados. Sin embargo, el denominado “chernozem” o tierra negra es un tipo de terreno que, según las circunstancias meteorológicas, puede convertirse en una trampa para toda clase de vehículos, muy en particular para aquellos de mayor tonelaje, como los carros de combate.

Se trata de un tipo de suelo muy fértil por su riqueza en humus pero, precisamente por ello, las lluvias lo convierten en un auténtico lodazal impracticable para el movimiento de vehículos. Aproximadamente el 70% de la superficie de Ucrania está ocupada por “chernozem”.

Sea como fuere, la realidad es que los medios acorazados se están usando con gran profusión en la guerra ruso-ucraniana, como así lo demuestra un campo de batalla cada vez más poblado de restos calcinados de tanques y vehículos blindados de los más diversos modelos. Las estadísticas son poco fiables, ya que ningún bando informa sobre sus bajas pero, sin embargo, lo hace con sorprendente gran detalle sobre las del contrario.

Así, según Kiev, sus tropas han destruido alrededor de 13.000 vehículos acorazados rusos; por su parte Moscú afirma haber dado de baja unos 11.000 blindados ucranianos de todo tipo y procedencia. En ambos casos podemos presumir, sin gran riesgo de errar, que los datos están algo hinchados aunque también consideramos que no demasiado, ya que el material gráfico que circula por Internet (videos y fotografías) muestra auténticos cementerios de medios blindados.

En este contexto de masivo empleo de material acorazado, sorprende que, al menos de momento, ni Ucrania ni Rusia hayan llevado al frente su, al menos teóricamente, más avanzados y mortíferos carros de combate. Nos estamos refiriendo al muy afamado M1 Abrams que Estados Unidos ha suministrado a Ucrania y al T-14 Armata, el último y más moderno modelo de la serie rusa.

El M1 Abrams

El carro de combate M1 Abrams entró en servicio en el año 1980 y, por el momento, sigue siendo el principal carro combate de los Estados Unidos. Entre las innovaciones introducidas en este modelo se encuentran el sistema de propulsión por turbina de gas (Honeywell AGT 1500), la adopción de blindaje compuesto reforzado y el almacenamiento de munición en compartimentos de alta seguridad (en teoría la explosión de uno de estos depósitos no afectaría directamente a la tripulación). 

El M1 Abrams tiene una tripulación de cuatro efectivos: jefe de carro, artillero, cargador y conductor. En lo que respecta al armamento monta un cañón de 120 mmm y anima lisa modelo M256; además cuenta con una ametralladora Browning M2HB de 12,70 mm y dos FN MAG M240 de 7,62 mm (una coaxial y una en torre).

Los primeros M1 Abrams tenían un peso de 54 Tn, sin embargo la incorporación de nuevos elementos a los modelos posteriores ha incrementado notablemente el peso hasta superar las 68 Tn lo que le convierte en uno de los tanques más pesados actualmente en servicio. Su grupo motor le proporciona 1500 caballos de potencia, con una relación peso/potencia de alrededor de 22,00 CV/Tn, cifra relativamente baja lo que probablemente constituya una de sus principales debilidades. Además el modelo que se ha transferido a Ucrania es el M1A1SA (Special Armor) una versión con mayor blindaje (y por tanto más pesada) desarrollada a petición de Rabat para los carros de combate que fueron suministrados a Marruecos.

Los M1 Abrams transferidos a Ucrania han sido reforzados con faldones de blindaje ARAT (Abrams Reactive Armored Tiles) lo que aumenta su peso aún más.

T-14 Armata

El T-14 Armata entró en servicio en el año 2015 y representa la última apuesta de la ingeniería militar rusa en lo que carros de combate se refiere. El diseño es muy novedoso pues la tripulación se encuentra en una cámara especial de alta protección situada en la barcaza del carro.  Desde esta cámara se operan todos los sistemas, incluida la torre que está totalmente robotizada.

Un T-14 Armata con la Z (distintivo de la denominada “Operación Militar Especial”) pintada en un lateral.

La tripulación está compuesta por tres efectivos: jefe de carro, artillero y conductor. El T-14 dispone de un cañón de 125 mmm y anima lisa modelo MA82-1M; adicionalmente cuenta con una ametralladora Kord de 12,70 mm y una coaxial Pecheneg de 7,62 mm. El T-14 Armata tiene un peso de 55 Tn y como sistema de propulsión cuenta con un motor diésel ChTZ-Uraltrak 12H360 (A-85-3A)  que proporciona 1500 caballos de potencia, dando una relación peso/potencia de alrededor de 27 CV/Tn que, en teoría, le debería proporcionar una notable movilidad.

El desarrollo del T-14 presta una especial atención a la protección, cuenta con el tradicional blindaje reactivo de los carros rusos y con un módulo de protección activa denominado Afganit (se trata de un sistema con un radar que detecta los ataques dirigidos contra el carro y que activa medidas activas para abortarlos); pero además la tripulación – como ya se apuntó – se encuentra en una capsula blindada especialmente concebida para incrementar el índice de supervivencia de la tripulación en caso de que el tanque sea alcanzado por un impacto.

El T-14 Armata es el último desarrollo ruso que introduce una innovadora torre totalmente robotizada.

Conclusiones

Para concluir una pregunta ¿Por qué siendo estos los mejores carros de combate no aparecen en el campo de batalla? A nuestro juicio podría haber dos razones, una de carácter operativo y otra, quizá la más importante, de carácter propagandístico.

En lo que se refiere a la cuestión operativa, a nuestro juicio, el Abrams no se está empleando porque se trata de un sistema de armas muy sofisticado y con una logística extremadamente compleja (probablemente las tripulaciones y equipos de mantenimiento ucranianos necesiten más tiempo para hacerse con el vehículo). Respecto al T-14, creemos que se trata de un carro demasiado nuevo cuya eficacia en combate está por demostrar, por ello su acercamiento al frente se está llevando con gran prudencia.

En lo que se refiere a la propaganda (asunto trascendental en toda contienda y en esta más), ni Estados Unidos ni Rusia pueden permitirse el sonado fracaso de sus más afamados y emblemáticos medios de combate. El Abrams es un carro muy pesado y durante el combate podría caer en la trampa del “chernozem” lo que representaría una debacle a nivel propagandístico. El Armata representa lo más de lo más dentro de la ingeniería militar rusa y si su bautismo de fuego se convirtiese en estrepitoso fiasco la hecatombe mediática estaría servida.


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