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Lunes, 15 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Las capacidades de la fragata F-100 "Mendez Nuñez" en la defensa aérea cercana del portaaviones británico "Prince of Wales"

La fragata ‘Méndez Núñez’ de la Armada (foto: Armada)
La fragata ‘Méndez Núñez’ de la Armada (foto: Armada)

Desde finales de abril, la fragata ‘Méndez Núñez’ está integrada, junto con otros buques de países socios y aliados, en el Grupo de Combate del portaaviones de la marina británica HMS ‘Prince of Wales. El objetivo principal de esta iniciativa europea es realizar operaciones complejas mientras navegan juntos por el Indo-Pacífico, dentro del despliegue Highmast, para mejorar la eficiencia e interoperabilidad naval ante cualquier amenaza.

En este contexto, el buque español está poniendo a prueba sus medios tecnológicos al tiempo que demuestra la capacidad de proyección de las Fuerzas Armadas en áreas geográficas alejadas del territorio nacional. Así permanecerá hasta el próximo mes de agosto, cuando se desvinculará de la agrupación para iniciar su tránsito de regreso a Ferrol.

Al frente de la “Méndez Núñez” está el capitán de fragata Jaime Muñoz-Delgado Pérez, que cuenta con una larga experiencia en operaciones y despliegues internacionales en buques de la Armada. 

El capitán al mando de la ‘Méndez Núñez’ ha destacado la enorme responsabilidad del navío, pues asume la seguridad de todo el grupo de combate: “Este buque tiene unas capacidades únicas, como el resto de las fragatas F100 de su clase “Álvaro de Bazán”; en especial, en el ámbito de la defensa aérea y contra misiles. Por ello, se ha confiado a la “Mendez Nuñez” la defensa aérea cercana del portaaviones británico. Durante el despliegue Highmast, el buque está demostrando su capacidad, fiabilidad y permanente disponibilidad, pues ha permanecido en todo momento en la mar con un altísimo grado de operatividad”. 

“Por otro lado, además de sus sistemas originales, en el buque se han instalado nuevos sistemas y equipos que le permiten incrementar sus capacidades para enfrentar las nuevas amenazas con más eficacia. En este contexto, tienen especial relevancia los nuevos equipos de detección, identificación o neutralización de drones. Todos ellos, junto a los sistemas tradicionales, permiten disponer de una defensa por capas eficaz, para los que las F100 no estaban originalmente preparadas. Estos equipos y sistemas son de fabricación nacional, y nuestra experiencia en este despliegue y otras operaciones va a permitir mejorar su funcionalidad” exolica el capitán de fragata Jaime Muñoz-Delgado Pérez.

Las fragatas F-100 ya cuentan con sistemas de guerra electrónica Indra Aldebaran, que pueden contribuir a la detección y perturbación de drones mediante contramedidas electrónicas. Además, se prevé la integración de sensores adicionales en el marco de la modernización, como radares, optrónicos y detectores de radiofrecuencia, que permiten identificar y rastrear aeronaves no tripuladas en las proximidades del buque.

El sistema Crow, desarrollado también por Indra, combina sensores activos y pasivos (radares, optrónicos y de radiofrecuencia) para la detección, identificación y neutralización de drones. Las medidas de protección incluyen la perturbación electromagnética (soft kill) y, en combinación con torres Sentinel, la neutralización física (hard kill). Este sistema ya ha sido instalado en otros buques de la Armada y está previsto para las fragatas F-100 en el marco del programa de modernización.

Las fragatas F-100

Las fragatas F-100, también conocidas como clase Álvaro de Bazán, son buques de guerra de fabricación española que actualmente forman la columna vertebral de la 31ª Escuadrilla de Superficie de la Armada Española, con base en el Arsenal de Ferrol. Se trata de fragatas multipropósito de escolta oceánico, diseñadas para operar en una amplia variedad de misiones, desde la defensa nacional hasta operaciones internacionales de paz y ayuda humanitaria.

Las F-100 fueron los primeros buques europeos en incorporar el sistema de combate Aegis, que incluye el radar multifunción SPY-1D, permitiendo la detección y seguimiento de más de 90 blancos móviles y la dirección de misiles antiaéreos y de superficie. Este sistema, junto con el radar AN/SPY-1D y los directores de tiro AN/SPG-62, proporciona una elevada capacidad antiaérea y de defensa antimisil.

El diseño del casco utiliza acero de alta resistencia para protección balística, y se han implementado medidas para reducir las firmas acústica, infrarroja y electromagnética, lo que mejora la supervivencia del buque. Además, cuentan con sistemas de guerra electrónica y contramedidas de fabricación española, como el sistema Indra Aldebarán, y un sistema acústico antitorpedos AN/SLQ-25A Nixie.

Una modernización imprescindible para mantener capacidades

Como hemos venido contando, la modernización de las fragatas F-100 de la Armada española es uno de los programas prioritarios de defensa, destinado a mantener la relevancia tecnológica y operativa de estos buques ante las amenazas actuales y futuras. El programa, conocido como actualización de media vida (MLU, por sus siglas en inglés), abarca a las cinco fragatas de la clase: Álvaro de Bazán (F-101), Almirante Juan de Borbón (F-102), Blas de Lezo (F-103), Méndez Núñez (F-104) y Cristóbal Colón (F-105).

Los sistemas de armas

La Armada presentaba el 4 de diciembre de 2024 su Plan 2050, en el que cobra un especial interés el de modernización de las fragatas F-100 “Álvaro de Bazán”, que conforman hoy el potencial más notable en la capacidad de combate de superficie de la Armada y una aportación significativa a las capacidades de los aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Entre las actuaciones más destacadas está el impulso a su capacidad de la defensa antiaérea y antimisil integrada. La IAMD (Integrated Air and Missile Defence) es hoy una necesidad clave, pues en el entorno de las amenazas a las que las fragatas F-100 tengan que enfrentarse se incluyen misiles antibuque, misiles hipersónicos, misiles balísticos y diferentes tipos de aeronaves que, en general, serán de altas prestaciones.

La búsqueda de la mejora del potencial de defensa antiaérea y antimisil de las F-100 podría apuntar a alguna optimización de su lanzador vertical de misiles para que incorpore armas como los SM-3 y en los sistemas de guía de sus misiles -actualmente los SM-2 y ESSM (Envolved Sea Sparrow Missile)- para mejorar sus cualidades a la hora de interceptar diferentes tipos de amenazas en vuelo que cada vez son más letales y eficientes, además del misil antibuque noruego NSM, que sustituirá a los veteranos Harpoon, de los pocos sistemas que sí se ha confirmado se adquirirán (120 de la versión Block 1A para las F-100 y F-110).

Una de las actuaciones previsibles para optimizar las capacidades de defensa antiaérea y antimisil de las  F-100 se centrará en proveer a las fragatas  de una capacidad disuasoria creíble y real frente a la peligrosidad de los misiles balísticos que cada vez proliferan más entre algunas naciones belicosas que pueden llegar a ser un adversario al que tener que enfrentarse.

La interceptación de ese tipo de objetos en vuelo, que suelen describir trayectorias parabólicas, requeriría de mejoras en equipos de proceso de información, de sensores modificados y sobre todo de misiles con capacidad real de interceptarlos antes de que se acerquen a su objetivo potencial. 

 


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