Los cielos sobre el mar de China Meridional han sido escenario de un vuelo en formación de un bombardero estadounidense B-52H escoltado por aviones de combate FA-50 filipinos ante la atenta vigilancia del Ejército Popular de Liberación de China.
El vuelo del gigantesco Boeing B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o United States Air Force (USAF) y tres cazas de la Fuerza Aérea de Filipinas KAI FA-50 tenía lugar el pasado 19 de febrero sobre el escenario naval limítrofe entre China y Filipinas, acto que los medios estatales chinos calificaron de espectáculo político.
Según la Fuerza Aérea filipina, la patrulla aérea se realizó en un área de 90 millas náuticas al oeste de Candon, provincia de Ilocos Sur, y 50 millas náuticas al noroeste de Lubang, provincia de Mindoro, siempre dentro de su Zona Económica Exclusiva (ZEE).
El B-52H que intervino es uno de los desplegados en la base de la USAF de Andersen (Guam), en una misión de la denominada Fuerza de Tarea de Bombarderos o Bomber Task Force (BTF), por lo que, según el Philippine Daily Inquirer, el aparato no aterrizó en ningún momento en el país.
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Toma desde el interior del B-52H en la que se aprecian dos de los FA-50PH participantes em el ejercicio de interoperatividad. (foto USAF)
Los medios chinos informan que la patrulla aérea combinada del bombardero de la USAF y los cazabombarderos FA-50 de Filipinas que le escoltaron fue vigilada de cerca por el Comando del Teatro Sur del ELP chino, responsable del control del mar de China Meridional. Para seguir de cerca esa acción, se organizó el despliegue de fuerzas navales y aéreas chinas.
Aunque la patrulla actuó dentro de la ZEE filipina, para Pekín estas maniobras colisionan con sus intereses, pues reclama la soberanía de casi todo el mar de China Meridional, zona clave del comercio marítimo internacional, que incluye partes de las ZEE no sólo de Filipinas, también de Vietnam, Indonesia, Malasia y Brunéi.
Las Fuerzas Armadas de Filipinas se están modernizando con gran velocidad, ya en 2014, el entonces presidente Benigno Aquino dio un paso al refuerzo de la defensa aérea con la adquisición de un lote de 12 aviones de combate Korea Aerospace Industries (KAI) FA-50PH.
Estos aparatos, entregados entre 2015 y 2017, son de una versión que tendría pequeñas adaptaciones al encargo del Gobierno de Manila, de ahí la denominación de PH (Philippines), que desde entonces ha entrado varias veces en combate contra las facciones terroristas islámicas que actúan en el archipiélago asiático. (Julio Maíz)
