El Comando de la Infantería de Marina Bolivariana de Venezuela prosigue con sus planes de fortalecimiento de su capacidad operativa fluvial con la reincorporación de dos docenas de embarcaciones de combate y transporte, entre ellas lanchas tipo Boston Whaler Guardián G-25, botes tanque y unidades tipo Chimana de 20 pies, estas últimas transformadas en lanchas de ataque fluvial. Esta iniciativa, liderada por la Dirección Naval de Logística de la Armada Bolivariana de Venezuela, forma parte de un esfuerzo estratégico para optimizar la movilidad y la capacidad de respuesta en los ríos y cuerpos lacustres de la nación sudamericana.
Las embarcaciones, originalmente construidas por la Unidad Naval Coordinadora de los Servicios de Carenado (UCOCAR) hace más de una década, habían sido retiradas progresivamente del servicio activo debido al desgaste operacional. Sin embargo, como parte del programa de mantenimiento mayor ejecutado por el Comando de la Infantería de Marina, en colaboración con la empresa estatal UCOCAR y la Dirección Logística de la Armada, estas unidades han sido completamente rehabilitadas y modernizadas para enfrentar los desafíos actuales en el ámbito fluvial en el que suelen operar.
Entre las mejoras más destacadas se encuentra la instalación de dos motores fuera de borda Suzuki DF200 de 200 HP, que proporcionan una potencia superior y mayor maniobrabilidad en aguas de bajo calado. Además, se incorporaron sistemas de comunicación, GPS, y sistemas de control y navegación, lo que permite una operación más eficiente y segura en entornos lacustres complejos.
En el caso específico de las embarcaciones tipo Chimana 20, estas fueron transformadas en lanchas de ataque fluvial tipo Guardián, adaptando su estructura para cumplir funciones tácticas. Se les instalaron tres afustes para ametralladoras (una ametralladora pesada Browning M2 calibre 12,7 mm (.50) y dos para ametralladoras medianas de FN Mag de 7,62 mm), lo que incrementa significativamente su capacidad de fuego y disuasión en operaciones de patrullaje, reconocimiento, interdicción y combate fluvial.
Las lanchas fluviales rehabilitadas han sido asignadas a las Brigadas de Infantería de Marina Fluvial N.º 5, N.º 6 y N.º 7, unidades de maniobra que se encuentran desplegadas en el sur de Venezuela frontera con Colombia, teniendo como misión el de garantizar la seguridad en los principales ríos y zonas lacustres de la frontera común. Estas plataformas, de diseño plano y casco reforzado en fibra de vidrio, cuentan con una eslora de 7,62 metros y capacidad para transportar entre tres y cinco infantes de marina, mientras que las tipo transporte con una eslora de 28 metros pueden albergar en su interior 4 escuadras de tropas rivereñas.
Desde finales de los años noventa, la Infantería de Marina Bolivariana ha ido incorporando progresivamente más de un centenar de lanchas tipo Guardián G-22 y G-25, inicialmente adquiridas a la empresa estadounidense Boston Whaler y posteriormente fabricadas localmente por UCOCAR. Esta capacidad de producción nacional ha sido clave para mantener la operatividad de la flota fluvial, especialmente en un contexto de restricciones presupuestarias y limitaciones logísticas, además de enmarcarse en una política de fortalecimiento del apresto operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que busca garantizar la recuperación y modernización de sus medios navales, terrestres y aéreos. (Bernardo de la Fuente)






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