El buque de investigación oceanográfica“Almirante Vladimirsky”, perteneciente a la Flota del Báltico de la Armada de la Federación de Rusia, arribó por segunda vez en lo que va de año a un puerto venezolano, como parte de una gira regional que incluye escalas en países aliados del Caribe. El navío, especializado en estudios hidrográficos y oceanográficos, atracó el 14 de julio en el puerto de La Guaira, donde fue recibida por autoridades civiles y militares venezolanas.
La llegada del buque forma parte de una agenda de cooperación técnico-científica entre Rusia y Venezuela, enmarcada en los acuerdos bilaterales de defensa y desarrollo marítimo, según fuentes oficiales en el país Sudamericano. La visita tiene como objetivo principal el intercambio de conocimientos en materia de investigación marina, así como la realización de ejercicios conjuntos de carácter no militar, centrados en la exploración de recursos oceánicos, monitoreo ambiental y cartografía náutica.
Cooperación marítima y presencia regional
La llegada del Almirante Vladimirsky refuerza la presencia rusa en la zona del Caribe y consolida los lazos con Cuba, Nicaragua y Venezuela, naciones que son aliados clave de Moscú en la región. En declaraciones a medios locales, oficiales superiores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana destacaron que la visita del buque “fortalece la soberanía científica y tecnológica del país” y permite avanzar en proyectos conjuntos de exploración de los fondos marinos venezolanos.
Asimismo, se prevé que durante su estadía en aguas venezolanas, la tripulación participe en seminarios técnicos con instituciones académicas y navales del país, incluyendo la Armada Bolivariana y el Instituto Oceanográfico de Venezuela.
Durante su paso por el Mar Caribe, el buque también visitó recientemente puertos en Cuba, donde llevó a cabo actividades similares. En ambos casos, las autoridades rusas han insistido en el carácter pacífico y científico de la misión, aunque analistas occidentales han señalado que estas visitas podrían tener implicaciones geopolíticas en el contexto de las tensiones globales entre Moscú y Washington.
El Almirante Vladimirsky es una embarcación de gran porte, construida en la década de 1970 y modernizada en años recientes para cumplir funciones de investigación científica en aguas profundas. Aunque oficialmente clasificado como buque oceanográfico, su presencia ha generado atención internacional debido a su capacidad para realizar tareas de reconocimiento hidrográfico en zonas estratégicas.
La presencia del buque ruso ha sido interpretada por Washington y sus aliados europeos en el Caribe insular como una señal del interés de Rusia en mantener una influencia activa en el hemisferio occidental, especialmente en momentos de creciente polarización global, no obstante, tanto Caracas como Moscú han reiterado que la misión del Almirante Vladimirsky es estrictamente científica y se enmarca en el derecho internacional.
Esta es la segunda visita del buque a Venezuela en lo que va de 2025, lo que subraya la continuidad de una agenda de cooperación marítima que, según fuentes diplomáticas rusas, podría ampliarse en los próximos meses con nuevos ejercicios conjuntos y proyectos de investigación binacional. (Bernardo de la Fuente)






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