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Jueves, 28 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Panorama actual de la Industria de Defensa en el Perú, por el Contralmirante AP (r) Fernando Palomino Milla

Una visión de largo plazo para una industria de defensa del Perú existirá cuando se defina finalmente la magnitud y capacidades de las Fuerzas Armadas que queremos tener en el largo plazo especial tomando en consideración el horizonte de planificación estratégica del Perú que es al 2050. Para ello, se deberá consensuar a nivel político estas magnitudes y capacidades, orientadas principalmente a la disuasión estratégica en el plano militar tomando como base la “Estructura y magnitud de la Fuerza para el Accionar Conjunto” del 2017.

Resulta pues indispensable considerar este consenso en el seno del Acuerdo Nacional y a partir de estos pasar a acuerdos tangibles que trasciendan gobiernos y alcanzar la visión estratégica de la defensa en el horizonte de aplicación del plan estratico de desarrollo nacional al 2050. Simultáneamente dotar de Presupuestos de Defensa acordes a las expectativas para un país de ingresos medios como el Perú de acuerdo a las amenazas, riesgos, preocupaciones y desafíos, así como de la prospectiva del escenario internacional. Es imposible proyectar Fuerzas Armadas en el largo plazo y hablar de un panorama de industria de defensa futura con una incidencia presupuestal menor al 1% del PBI, la cifra histórica más baja en la historia republicana peruana, cuando la media regional está por encima del 2.2%.

SIMA, FAME, SEMAN

A pesar de todo tenemos una Industria de Defensa que está circunscrita al sector público, prácticamente es nula en la empresa privada, ligada principalmente al histórico SIMA PERU, empresa pública del sector defensa dentro del ámbito de la FONAFE, que ha permitido el diseño, construcción, reparación y modernización de plataformas navales y en los sistemas de armas y electrónica de buques y submarinos de la Marina de Guerra principalmente.

A esta última se suma los esfuerzos de otras empresas del sector como el Servicio de Mantenimiento (SEMAN SAC) y la Fábrica de Armas y Municiones del Ejercito SAC (FAME SAC) quienes están consolidándose en sus respectivos giros. Toda acción que apunte en la dirección que las empresas públicas del sector Defensa tengan asociaciones estratégicas con empresas privadas y públicas de defensa del exterior para la fabricación y coproducción de armamento menor y mayor, reparación y modernización de activos militares, y por supuesto transferencia tecnológica incorporada en estos procesos, son bienvenidas siempre y cuando cumplan con los requisitos legales, normativos y técnicos, así como un favorable análisis costo-beneficio.

A fin de modernizarse e incrementar su eficiencia, es necesario que el sector defensa tenga una política industrial de las empresas públicas del sector y que sea de dominio público, y que estas empresas puedan incorporar gradualmente socios estratégicos externos con la finalidad de mejorar sus capacidades instaladas y recibir transferencias tecnológicas de última generación, de esta forma responder a las demandas de las Fuerzas Armadas respecto a las plataformas estratégicas de alto valor militar principalmente.

Se debería dar cumplimiento a la Política Nacional Multisectorial de Seguridad y Defensa al 2030 en cuanto al fomento de la conciencia en seguridad y defensa, así como la importancia de la investigación y desarrollo tecnológico. No podemos seguir teniendo partidas presupuestales de ciencia y tecnología sumada a las partidas para los proyectos de inversión tan limitadas como los tiene el marginal presupuesto de defensa del sector. Sumado a lo anterior, resulta indispensable incrementar los presupuestos de defensa más allá de las proyecciones de la Política Nacional Multisectorial de Seguridad y Defensa al 2030 (+2.5% anual), las cifras proyectadas al 2030 son absolutamente insuficientes.

Estas proyecciones deberán ser revaluadas por el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional (COSEDENA). En paralelo, se debe revisar la matriz insumo producto de la defensa, debemos evaluar para el largo plazo la conveniencia de seguir teniendo en las FFAA simultáneamente activos militares occidentales y rusos. El actual conflicto en Europa podría traer serias limitaciones y en especial en la línea logística rusa y de otros países proveedores para el suministro de repuestos y transferencias tecnológicas.

Asimismo, se requiere una legislación especial de promoción de la industria de defensa nacional acorde con la prospectiva de plataformas y sistemas de armas que demanden las Fuerzas Armadas peruanas, en especial privada, que incorpore entre otras medidas, el fomento a la inversión privada en este rubro entre ellas un especial tratamiento tributario. El MINDEF debería liderar este impulso, siendo fundamental explicar al empresariado nacional, por medio de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) u otros gremios, el potencial que tendría una industria de defensa nacional en asociación estratégica con empresas extranjeras de reconocido prestigio en el campo naval, aeronáutico y militar.   

La Industria de Defensa debería considerarse estratégica en términos prioritarios. Ahora más que nunca. La ocurrencia de la Guerra entre Rusia y Ucrania nos ha devuelto a la realidad de que la dependencia tecnológica extranjera en materia de plataformas y sistemas de armas debe reducirse en la medida de lo posible y para ello enfocada en tener una industria de defensa en el Perú enfocada en las necesidades locales y porque no en las demandas regionales. En esta línea la industria de la defensa en el Perú deberá ser considerada como una prioritaria política sectorial del MINDEF que acompañe a las Políticas de Estado del Acuerdo Nacional y a las Políticas Nacionales en materia de seguridad y defensa. (Contralmirante AP (r) Fernando Palomino Milla)


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