El almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos (SOUTHCOM), ha anunciado su retiro menos de un año después de asumir el cargo, en medio de una de las operaciones más intensas de sus 37 años de carrera militar. La noticia fue confirmada por dos funcionarios del Pentágono al diario estadounidense The New York Times, y posteriormente anunciada oficialmente por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, a través de un mensaje en redes sociales.
El almirante Holsey deja el mando del SOUTHCOM, responsable de todas las operaciones militares estadounidenses en América Central y del Sur, justo cuando el Pentágono ha desplegado cerca de 10.000 efectivos en la región el mayor despliegue desde 1999, en una misión que combina objetivos antidrogas y antiterrorismo. Desde principios de septiembre, drones MQ-9A Reaper han atacado al menos cinco embarcaciones en las cercanías de la costa venezolana de acuerdo al gobierno estadounidense, y que presuntamente están vinculadas con organizaciones del narcotráfico, resultando en la muerte de 27 personas.
La administración Trump ha defendido estas acciones como parte de una estrategia para combatir las organizaciones internacionales de tráfico de drogas y desestabilizar el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Sin embargo, expertos en derecho internacional han cuestionado la legalidad de estas operaciones, señalando que el Congreso de los Estados Unidos no ha autorizado ningún conflicto armado en la región y que los grupos narcotraficantes no cumplen con los criterios para ser considerados beligerantes bajo el derecho internacional humanitario.
Durante su carrera en la US Navy, el almirante Holsey ha comandado escuadrones de helicópteros, liderado el Grupo de Ataque de Portaaviones Uno y contribuido a la creación del Constructor de Seguridad Marítima Internacional. Su paso por el Comando Sur ha estado marcado por una visión estratégica enfocada en la cooperación regional y la disuasión de amenazas transnacionales.
La renuncia del almirante Holsey se produce en un momento de alta tensión geopolítica en el Mar Caribe, donde las operaciones militares estadounidenses han aumentado significativamente en frecuencia e intensidad. La Casa Blanca y el Departamento de Guerra no han ofrecido comentarios sobre las razones detrás de su retiro anticipado, lo que ha generado especulaciones en círculos militares y políticos en Washington.
El almirante Holsey asumió el mando del Comando Sur de EE. UU. en un contexto de creciente presión sobre las rutas marítimas utilizadas por organizaciones criminales transnacionales. Su liderazgo ha sido clave en la coordinación de esfuerzos conjuntos con fuerzas aliadas en la región, aunque su salida plantea interrogantes sobre la continuidad de estas operaciones y el rumbo estratégico del Comando en los próximos meses.
La dimisión del almirante Holsey no es la primera en la administración actual, previamente el jefe de Estado Mayor, general David Allvin, se retiró, y más tarde le siguió el general Thomas Bussiere, comandante del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea, quien dejó su cargo por razones personales y familiares. La ceremonia de relevo será el 17 de octubre y pondrá fin a la gestión de Bussiere iniciada en diciembre de 2022. Aunque fue considerado para jefe de Estado Mayor, su candidatura fue retirada. (Bernardo de la Fuente)
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