El Gobierno colombiano presentó oficialmente el nuevo fusil de fabricación nacional que reemplazará al veterano Galil como arma de dotación en las Fuerzas Militares. El presidente Gustavo Petro lo bautizó “Miranda”, en honor al general venezolano Francisco de Miranda, figura clave en los procesos de independencia latinoamericana. El fusil, desarrollado por la Industria Militar Colombiana (Indumil), es de calibre 5,56 mm y representa una apuesta en la autonomía en defensa, la innovación tecnológica y la reducción de costos operativos.
El nuevo fusil incorpora un diseño moderno y modular que facilita su mantenimiento en campo, adaptación a diferentes misiones y compatibilidad con accesorios. Utiliza pasadores rápidos para desmontaje, rieles Picatinny para la instalación de miras, linternas y otros elementos tácticos, y está fabricado en aproximadamente un 65 % con polímeros de alta resistencia. Esta configuración le permite ser notablemente más liviano que el Galil ACE, su predecesor. Según datos oficiales, el modelo con cañón de 8 pulgadas pesa 3,4 kg, el de 13 pulgadas pesa 3,5 kg, y el de 18 pulgadas alcanza los 3,6 kg. En comparación, las versiones del Galil con dimensiones equivalentes pueden pesar entre 3,5 kg y 4,4 kg, lo que implica una reducción de hasta 800 gramos, un factor determinante en entornos operativos exigentes como selvas, zonas montañosas o climas extremos.
Una respuesta a la suspensión de cooperación militar con Israel
El cambio en los materiales es clave: mientras el Galil estaba compuesto en un 70 % por acero y un 30 % de polímero, el nuevo fusil invierte esa proporción, lo cual mejora la resistencia a la corrosión, disminuye la fatiga del usuario y facilita la producción nacional. Además, se estima que el fusil Miranda será en promedio un 25 % más económico que el Galil, lo cual representa un ahorro significativo considerando el volumen de adquisición que se proyecta. Actualmente, más del 85 % de sus componentes se fabrican en Colombia, y el objetivo es alcanzar la producción 100 % nacional en el mediano plazo. Este esfuerzo es también una respuesta estratégica a la reciente suspensión de cooperación militar por parte de Israel, lo cual obligó al país a acelerar su desarrollo autónomo de armas.
Indumil anunció que a partir de octubre de 2025 se pondrán en prueba diez prototipos funcionales en unidades de las Fuerzas Militares. Las pruebas incluirán condiciones reales de operación en clima húmedo, selva, desierto y altura. De superar satisfactoriamente estas evaluaciones, la producción en serie comenzará en el segundo semestre de 2026, con una capacidad estimada de 80.000 fusiles anuales. El plan contempla reemplazar progresivamente cerca de 400.000 unidades del Galil en un plazo aproximado de cinco años.
La historia del Galil en Colombia se remonta a los años 80, cuando el país adquirió la licencia del fabricante israelí para producirlo localmente. Desde entonces, se convirtió en el fusil estándar del Ejército y fue ampliamente valorado por su resistencia y fiabilidad. Sin embargo, su peso, dependencia de componentes importados y costo elevado motivaron la búsqueda de un reemplazo más liviano, económico y adaptable a las nuevas exigencias operativas.
La decisión de nombrar el nuevo fusil “Miranda” generó reacciones encontradas. Mientras algunos sectores lo interpretan como un gesto de integración latinoamericana y homenaje a la lucha por la libertad, otros lo consideran un acercamiento más a régimen venezolano y critican el no colocar un nombre de un héroe de la independencia nacido en Colombia. (Carlos Vanegas)






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