En un día soleado en el Aeródromo Eulogio Sánchez, en La Reina, se vivió un momento que bien podría resumir el pulso de la modernización en las fuerzas policiales chilenas. Ahí, entre el zumbido constante de motores y el ajetreo de técnicos con chalecos reflectantes, despegó por primera vez en territorio nacional el nuevo helicóptero Airbus Helicopters H145, numerado como C-32 y perteneciente a la Prefectura Aérea de Carabineros de Chile. Esta aeronave capturada en un reel vibrante por la cuenta de Chilecopters en Instagram no es solo un helicóptero más en la flota, es el emblema de un compromiso renovado con la seguridad en una de las regiones más exigentes del país.
El vuelo de hoy no fue un simple despegue de rutina. Como detalló el equipo de comunicaciones de Chilecopters, estas maniobras sirvieron para llevar a cabo inspecciones minuciosas y chequeos exhaustivos, todo con miras a la certificación final y la entrega oficial a la institución. "Señoras y señores, con ustedes el nuevo H145 de la Prefectura Aérea de Carabineros de Chile", rezaba el post que circuló, acompañado por un video que muestra al aparato surcando el cielo santiaguino con esa gracia precisa que solo las máquinas bien afinadas logran. Es de esas imágenes que te hacen pensar en lo que viene, un equipo aéreo más ágil, listo para responder donde el terreno de Chile es tan diverso.
Para entender el peso de este avance, hay que retroceder un poco en el tiempo, como en esas crónicas que tanto gustan en defensa.com, donde cada adquisición se teje con hilos de necesidad y estrategia. Todo arrancó allá por febrero de 2023, cuando el Consejo Regional de Arica y Parinacota con un voto mayoritario que no dejó dudas y aprobó la compra de este bimotor ligero. Fue una licitación clara, la ID 5240-125-LR23, manejada por la Dirección de Logística de Carabineros y financiada con unos 11.585.000 dólares del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). Airbus se llevó el contrato en diciembre de ese año, y desde entonces, el proyecto ha sido un ejemplo de cómo la planificación puede transformar desafíos en oportunidades.
El H145, que en su esencia es la evolución del BK117 D-3 y el EC145, no llega por capricho. Arica y Parinacota, con sus alturas imponentes y fronteras porosas, demandan herramientas que resistan el calor abrasador y las altitudes que cortan el aliento. Este helicóptero, equipado con dos motores Safran Arriel 2E y un sistema FADEC dual, está diseñado justo para eso, operaciones en condiciones altamente exigentes. Su cabina espaciosa, con piso plano y puertas deslizantes, permite embarcar hasta 10 o 11 efectivos, o cargar 1.600 kilos externos si hace falta. Y no hablemos del Helionix, esa aviónica de última que incluye piloto automático en cuatro ejes, o el Fenestron en la cola que reduce el ruido y aumenta la seguridad en aterrizajes complicados. Para misiones de patrullaje fronterizo, rescates en el altiplano o evacuaciones médicas, piensa en un invierno crudo dejando comunidades aisladas, es como tener un guardián volador que no se cansa.
Avanzando al presente, el panorama se ha movido con rapidez. En julio, fotos de Matthias Boehmler capturaron al H145 en pruebas en las plantas de Airbus, ya pintado en los colores de la institución de Carabineros, aunque con matrícula alemana colgando como recordatorio de que el camino aún no terminaba. Agosto trajo buenas noticias, un contingente de pilotos y técnicos de la Prefectura Aérea cruzó el Atlántico para capacitarse en Alemania, puliendo habilidades en simuladores y vuelos reales. Y ahora, en septiembre, estas pruebas locales en el aeródromo de La Reina cierran el círculo, confirmando que la entrega está a la vuelta de la esquina, quizá antes de que caiga la primavera.
No es un caso aislado, por cierto. Carabineros ha estado en modo renovación total, el primer H125 llegó en FIDAE 2024, un H135 se incorporó al Maule en marzo de este año, y hay otro H145 en camino para Tarapacá. Es un patrón que habla de visión a largo plazo, de no conformarse con parches cuando el país pide respuestas rápidas y confiables. En una frontera donde el control y el auxilio van de la mano, este C-32 o como se bautice finalmente, será el primero de su clase en la flota, un debut que promete multiplicar la efectividad de la Sección Aérea Arica y Parinacota.
Al final del día, mientras el sol se ponía sobre el aeródromo y el equipo recogía datos de telemetría, quedó claro que esto va más allá de la técnica. Es sobre personas, pilotos que entrenan lejos de casa, regiones que apuestan por su gente, una institución que se reinventa para estar un paso adelante. En Chile, donde la geografía es aliada y enemiga a partes iguales, avances como este no son solo noticias, son la diferencia entre reaccionar y anticipar. Y si el reel de Chilecopters es una pista, lo que viene será para quedarse en el radar por mucho tiempo. (Luis Andrés Lautaro)






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