Hace 49 años, el 26 de julio de 1976, un capítulo glorioso se escribió en la Fuerza Aérea de Chile (FACh) con la llegada de los primeros Northrop F-5E/F Tiger II. Cuatro de estas imponentes aeronaves tocaron tierra en la Base Aérea Cerro Moreno, en Antofagasta, tras un agotador vuelo desde Estados Unidos, escoltadas en todo momento por los robustos Lockheed C-130 del Grupo de Aviación N°10.
Esta adquisición, concretada en 1974, incluyó 15 aviones monoplazas y 3 biplazas de instrucción, marcando el debut de la FACh en la era de los cazas supersónicos. Al día siguiente, el 27 de julio, los F-5 fueron trasladados a la Base Aérea de Pudahuel, donde fueron presentados ante la prensa y recibidos oficialmente por el entonces Comandante en Jefe, el General del Aire Gustavo Leigh Guzmán.
Entre las características que llevaron a la adquisición de este avión destacan su velocidad máxima de 1.734 Km/Hrs. su velocidad inicial de trepada cercana a los 10.515 m/min. Su techo de servicio de 15.790 metros y su alcance operativo de 2.865km, estos aparatos impresionaron por su potencia. Su armamento está compuesto por dos cañones M39A2 de 20mm con 280 tiros cada uno y capacidad para portar hasta 3.175kg de carga táctica distribuida en 5 soportes externos, más 2 rieles para misiles. Esta carga puede incluir bombas de propósito general y de racimo, cohetes, estanques auxiliares de combustible y 2 misiles Aire-Aire Sidewinder, los F-5 pronto se convirtieron en un pilar del Grupo de Aviación N°7.
Sin embargo, el camino no estuvo exento de desafíos. Una enmienda del senador Edward Kennedy al Congreso de EE.UU restringió e impidió el libre flujo de repuestos y partes para la mantención de dichos aparatos. Afortunadamente, una reinterpretación de la mencionada Ley estadounidense, además de la positiva disposición de la USAF, permitió superar en parte el problema y, posteriormente, el apoyo y asistencia israelí, la empresa Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) logró asegurar los componentes necesarios. Además, se modernizaron los misiles Sidewinder por una versión más moderna y se incorporó armamento fabricado por la empresa Chilena Cardoen, adaptando estos “Tigres” a las necesidades de la Fuerza Aérea de Chile.
A fines de 1980, las relaciones entre Estados Unidos y Chile se fortalecieron, y en 1988, el Grupo de Aviación Nº7 de la Fuerza Aérea de Chile se enfrentó en combates simulados a los F-14 "Tomcat" y F-18 "Hornet" del portaaviones USS Independence durante el ejercicio "Blue Sky II" en el desierto de Atacama. "Pelea a cuchillo en Chile"
Los F-5E Tiger chilenos, menos avanzados pero muy ágiles, sorprendieron al derrotar a los aviones estadounidenses en maniobras aéreas. Según la revista Air Combat (agosto de 1989), los pilotos chilenos, liderados por los tenientes Klaus Von Storch y Francisco Lehuede, lograron una victoria destacada, con una proporción inicial de 56:16 (luego ajustada a 36:20) a su favor. Este hito, poco publicitado en EE.UU, mostró la habilidad y el nivel de profesionalismo y entrenamiento de la Fuerza Aérea Chilena.
El nacimiento del Tigre III y su legado
En 1990, durante la Feria Internacional del Aire (FIDA) en la Base Aérea El Bosque, se anunció un acuerdo con Israel Aerospace Industries (IAI) para transformar la flota completa de los Tigre II y llevarlos al standard Tigre III. Esta modernización incluyó el radar ELTA/Elbit 2032 superior al APG-66 de los F-16 en modo aire-aire y un sistema de control en cascos DASH, que permite a los pilotos enganchar misiles con solo dirigir la mirada. En 1997, un contrato de 5 millones de dólares con Tiger Century añadió kits de reabastecimiento en vuelo, instalados por la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) entre 1997 y 1998, abriendo nuevas posibilidades operativas.
Un hito inolvidable llegó el 12 de enero de 1998 con la misión “Manu Tama ‘I”. Varios Tigre III, reabastecidos en el aire por el Boeing KC-707 “Águila”, realizaron un vuelo sin escalas a Isla de Pascua, cubriendo casi 4.000 km en cinco horas y media. Este logro no solo demostró la capacidad de la FACh para operaciones de largo alcance, sino que pavimentó el camino para su participación en el prestigioso internacional.
La participación del Grupo de Aviación Nº7 en el ejercicio de guerra estadounidense de mayor complejidad del mundo, “Red Flag”. La Fach participo con Seis F-5E del Grupo Nº7, un C-130 y el Boeing KC-707 "Águila" del Grupo Nº10, dichos ejercicios se realizaron en la Base Aérea Nellis de la USAF Nevada, entre el 27 de julio y 8 de agosto de 1998, pasando los Tigres a operar de la pampa nortina al desierto de Arizona, obteniendo muy buenos resultados y estrechando aún más los lazos con las Fuerzas Aéreas amigas. Ejemplo de esto es la presencia de los F-5 en Brasil para el “Ejercicio Cruzex 2008” y la participación que tuvo la USAF en el Ejercicio “Salitre II” efectuado en Antofagasta el año 2009.
Las fieles aeronaves de combate F-5 “Tigre III” han servido por décadas a la Fuerza Aérea de Chile y durante toda su historia han demostrado con hechos su aporte a la Institución, varias generaciones de aviadores se han instruido en ella. Posteriormente emigraron a Punta Arenas comenzando un nuevo desafío, sumando nuevos objetivos a la larga lista de éxitos y buenos resultados obtenidos por el primer avión supersónico de la Fach
Los nuevos amos del cielo austral
Desde 2010, los F-5 Tigre III custodian los cielos patagónicos desde la Base Aérea de Punta Arenas, tras la partida de los Cessna A-37B en 2008. El 4 de mayo de 2016, un vuelo de patrulla marcó un nuevo récord 60.000,91 horas de vuelo acumuladas por la flota. Con solo dos pérdidas accidentales en casi cinco décadas, estos aviones reflejan la dedicación de generaciones de mecánicos y pilotos chilenos. Hoy, desde Punta Arenas, los “Tigres Australes” siguen siendo un símbolo de orgullo y defensa, escribiendo un capítulo más en su historia.
Con 49 años de servicio, los Northrop F-5E/F Tiger III han demostrado ser mucho más que máquinas, son un testimonio del ingenio y la resiliencia de la FACh. Desde su llegada en 1976 hasta su reinado actual en el sur, estos aviones han surcado los cielos chilenos con honor y prestigio internacional. (Luis Andrés Lautaro)






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