La creciente influencia de China en puntos estratégicos de Sudamérica, como el Estrecho de Magallanes, fue uno de los temas centrales discutidos por líderes de defensa de Chile, Estados Unidos y otros países de la región durante la Conferencia de Defensa de Sudamérica 2025 (SOUTHDEC 25), celebrada en Buenos Aires los días 20 y 21 de agosto. El evento, copatrocinado por el Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM) y las Fuerzas Armadas Argentinas, reunió a altas autoridades militares y gubernamentales para abordar desafíos de seguridad regional, con especial énfasis en la protección de vías marítimas críticas y la lucha contra el crimen transnacional.
El Almirante Alvin Holsey, comandante de SOUTHCOM, destacó en su intervención la importancia del Estrecho de Magallanes y el Paso de Drake como puntos estratégicos que podrían ser utilizados por potencias extranjeras, particularmente China, para proyectar poder y desafiar la soberanía regional. “La presencia e influencia del Partido Comunista Chino en el Cono Sur tiene consecuencias de gran alcance, especialmente en áreas como el Estrecho de Magallanes, un punto de estrangulamiento clave para el comercio global y la seguridad marítima”, afirmó Holsey. Estas declaraciones resonaron especialmente en la delegación chilena, dado el rol crítico de este paso marítimo para la conectividad y la seguridad de Chile.
Amenazas crecientes en el Cono Sur
Holsey advirtió que la incursión de China en la región incluye proyectos de infraestructura de doble uso, como puertos y estaciones espaciales, que podrían servir tanto para fines civiles como militares. “China busca exportar su modelo autoritario y extraer recursos estratégicos, mientras establece una presencia que podría alterar el equilibrio de poder en el hemisferio”, afirmó. Estas preocupaciones fueron compartidas por el subsecretario de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU M. Roosevelt Ditlevson, quien destacó el control chino sobre instalaciones estratégicas en la región, incluyendo aquellas cercanas al Canal de Panamá, otro punto crítico para el comercio global.
En el caso de Chile, la presencia china en el Estrecho de Magallanes ha generado particular inquietud debido a la importancia de esta vía para el transporte de recursos energéticos y mercancías. Informes recientes indican que empresas chinas han mostrado interés en proyectos portuarios en la región de Magallanes, lo que ha llevado al gobierno chileno a reforzar sus mecanismos de evaluación de inversiones extranjeras en áreas estratégicas. La Armada de Chile, por su parte, mantiene un constante patrullajes y ejercicios en la zona para garantizar la libertad de navegación y la seguridad marítima.
Cooperación regional como respuesta
SOUTHDEC 25 sirvió como un espacio clave para que Chile, junto a países como Brasil, Colombia, Perú y Argentina, explorara estrategias conjuntas para enfrentar estas amenazas. Los debates se centraron en mejorar la interoperabilidad entre las fuerzas armadas sudamericanas, fortalecer la inteligencia marítima y apoyar a las fuerzas del orden en la lucha contra organizaciones criminales transnacionales, que generan ingresos anuales de 358 mil millones de dólares a través del tráfico ilícito de drogas, armas y personas.
El general Stephen Whiting, comandante del Comando Espacial de EE.UU, participó virtualmente y abogó por alianzas más sólidas en el dominio espacial para contrarrestar las capacidades chinas en la región. “Necesitamos socios competentes que refuercen nuestra capacidad de respuesta frente a amenazas emergentes en el espacio y en el ámbito marítimo”, señaló.
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Otra foro de las fragatas de la Armada de Chile en Operaciones conjuntas con el USS "George Washington" Armada de Estados Unidos, en aguas Chilenas. (foto: Southcom)
Un llamado a la acción
El ministro de Defensa argentino, Luis Petri, abrió la conferencia enfatizando la importancia de la colaboración para mantener a Sudamérica como una zona de paz. “La seguridad regional depende de nuestra capacidad para trabajar juntos, compartir experiencias y construir confianza mutua”, afirmó. En este contexto, Chile reafirmó su compromiso con iniciativas como SOUTHDEC, que desde 2009 ha sido un pilar para la cooperación en defensa en el hemisferio.
La conferencia también contó con la participación de representantes de Canadá, Francia, el Reino Unido y organizaciones como la Junta Interamericana de Defensa y el Centro William J. Perry, quienes actuaron como observadores y contribuyeron con perspectivas globales sobre los desafíos de seguridad.
Contexto estratégico para Chile
La preocupación por la influencia china en el Estrecho de Magallanes no es nueva para Chile. En los últimos años, el gobierno ha implementado medidas para proteger esta vía marítima, incluyendo la modernización de la infraestructura naval en Punta Arenas y el fortalecimiento de la presencia militar en la región. Además, el país ha buscado diversificar sus alianzas comerciales y de seguridad para reducir la dependencia de actores externos en áreas estratégicas.
A medida que las tensiones geopolíticas globales se intensifican, el Estrecho de Magallanes se consolida como un punto de interés no solo para Chile, sino para toda la región. La Armada Chilena, con su experiencia en operaciones en aguas australes, jugará un rol clave en garantizar que este paso permanezca como un espacio de libre navegación y neutralidad, en línea con los intereses nacionales y regionales.
SOUTHDEC 25 concluyó con un llamado a profundizar la cooperación multilateral y a desarrollar capacidades conjuntas para enfrentar los desafíos que se afrontan en el nuevo escenario geopolítico. Para Chile, el mensaje es claro, la seguridad del Estrecho de Magallanes es una prioridad estratégica que requiere vigilancia, cooperación y acción decidida frente a las crecientes amenazas en el escenario global. (Luis Andrés Lautaro)






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