En un paso clave para fortalecer las capacidades operativas en terrenos complejos, la División de Telecomunicaciones (DIVTEL) del Ejército de Chile ha comenzado a recibir durante este mes de septiembre los vehículos Kia KLTV ECH TC 280 4x4, destinados a convertirse en las nuevas plataformas móviles de telecomunicaciones para la red de campaña de la Unidad de Armas Combinadas (UAC) en la III División de Montaña (III DIVMÑA).
Estos robustos vehículos, adaptados específicamente para entornos exigentes como las alturas cordilleranas, representan más que un simple equipamiento, son el soporte vital que conectará al Cuartel General con sus unidades en el terreno, garantizando que las órdenes y la información circulen de forma rápida y segura, incluso cuando el clima o el relieve intentan complicar las cosas. Por ejemplo: Un convoy avanzando por senderos empinados, con equipos de radio y sistemas de mando integrados que no fallan ante el frío o la niebla. Así de práctico y decisivo resulta este avance.
El Teniente Coronel Alejandro Leal A., uno de los responsables directos en la implementación, no escatimó en palabras al destacar el impacto: "La capacidad que entregarán los KLTV recibidos no solo representa un salto tecnológico, sino que constituye un compromiso real con nuestras unidades de telecomunicaciones en la III DIVMÑA, ya que serán un soporte esencial para el cumplimiento de la misión en los exigentes escenarios de montaña, donde la movilidad, la resiliencia y la flexibilidad son tan decisivas como la voluntad de quienes los operan". Y tiene toda la razón, ya que en la práctica, estos vehículos no solo transportan hardware, sino que empoderan a los soldados que los manejan, dándoles herramientas para responder con agilidad en situaciones donde cada minuto cuenta.
La familia de vehículos Kia KLTV, nacida de la colaboración entre Kia y el Ministerio de Defensa de Corea del Sur desde 2016, es conocida por su versatilidad en misiones tácticas. En su versión multipropósito KLTV 280, la base de estos ECH TC 280 4x4, destaca un motor diésel V6 de 2.959 cc que eroga 225 caballos de fuerza a 3.200 rpm y un torque de 51 kgf.m a 1.750 rpm, cumpliendo con normas Euro 5 para emisiones. Con una transmisión automática de ocho velocidades y tracción 4x4 selectiva, alcanza velocidades máximas de 115 km/h y una autonomía de hasta 985 km, ideal para operaciones prolongadas sin repostajes constantes.
Pero lo que realmente brilla en contextos como los de la III DIVMÑA son sus aptitudes off-road, una distancia al suelo de 410 mm, ángulos de ataque y salida de 38° y 40° respectivamente, capacidad para vadear hasta 1 metro de agua y un sistema de inflado central de neumáticos (CTIS) que ajusta la presión sobre la marcha en terrenos blandos. Además, soporta una carga útil de 410 kg en un chasis modular que permite integrar generadores de 10 kW y 24V para alimentar sistemas de comunicaciones, con opciones de blindaje balístico desmontable, pisos resistentes a minas y asientos absorbentes de impactos. En resumen, es un vehículo que no se rinde fácilmente, alineado perfectamente con las demandas de la guerra moderna donde la integración tecnológica y la durabilidad van de la mano.
Desde el mando superior, el General de Brigada Pablo León G., Comandante de la DIVTEL, subrayó el alcance estratégico de esta incorporación: "La llegada de estos vehículos constituye un paso decisivo dentro del proceso de modernización del sistema de mando y control institucional" y agregó que "su incorporación permite proyectar las capacidades que tendrá la III DIVMÑA con la red de campaña en beneficio de todo el Ejército, al mismo tiempo que refleja la identidad de nuestras tropas de montaña y, en especial, de sus telecomunicadores, cuya fuerza, espíritu, alto grado de interoperabilidad y resiliencia se encuentran plenamente alineados con los desafíos del siglo XXI".
Esta entrega no surge de la nada, forma parte de un esfuerzo sostenido por modernizar el Ejército, similar al que vimos en años recientes con la integración de KLTV en la Armada de Chile para patrullajes en el sur, adaptadas a necesidades específicas. En el caso del Ejército, hasta septiembre de 2025, no se han reportado contratiempos en la recepción inicial de las primeras unidades, es más, los vehículos ya podrían estar en fase de pruebas para su despliegue inminente en la cordillera.
Al final del día, esta adquisición marca un avance que va más allá de lo técnico, sienta las bases para un mando y control más ágil e interoperable, listo para los retos de hoy y mañana. Es un recordatorio de que, en las alturas de Chile, la tecnología se une al temple de las tropas para defender su soberanía con entrega y precisión. El Ejército sigue avanzando, y con vehículos como estos, nadie lo detiene. (Luis Andrés Lautaro)





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