Etapas en el Plan “Alfil II”
La primera etapa consiste en la adquisición de 70 camionetas para reforzar el norte y el sur. Así, la semana pasada, el Ejército recibió un lote de 70 camionetas adquiridas a través de una licitación adjudicada a la empresa Salfa S.A.
Estos vehículos, diseñados con sistemas de blindaje y un rendimiento óptimo para operar a más de 4.000 metros de altura, serán destinados a diversas divisiones ubicadas en las zonas norte y sur del país. Según explicó el Comandante de Apoyo a la Fuerza, General de División Guillermo Altamirano C., esta incorporación resulta clave para garantizar mayor seguridad y protección al personal desplegado, especialmente en la macrozona sur y en las fronteras del norte, donde las condiciones geográficas y operativas presentan desafíos únicos. “La llegada de estos vehículos es un hito relevante para nuestra institución, ya que no solo mejora la movilidad de nuestras unidades, sino que también incrementa la seguridad de nuestro personal en operaciones complejas”, señaló el General Altamirano.

Una de las nuevas camionetas del Ejército de Chile. Foto: Ejército de Chile
Los vehículos, además, contribuirán a optimizar las actividades de instrucción, entrenamiento y las Operaciones Militares Distintas a la Guerra (MOOTW, por sus siglas en inglés), como las tareas de apoyo en emergencias nacionales y protección civil.
El Plan “Alfil II” no se detiene en esta primera entrega. Según lo informado, la segunda etapa incluye una licitación adjudicada a la empresa Kaufmann, que proporcionará 33 camiones especializados capaces de remolcar piezas de artillería, fortaleciendo así las capacidades logísticas de la Fuerza Terrestre. Asimismo, una tercera adquisición contempla la incorporación de hasta 173 camiones pesados tipo A, también adjudicados a Kaufmann, que ampliarán la capacidad de transporte y apoyo táctico del Ejército.
Estas adquisiciones, gestionadas bajo estrictos controles internos y externos, reflejan el compromiso institucional por mantener un proceso transparente y eficiente en la modernización de sus recursos. La incorporación de estos vehículos responde a la necesidad de cerrar la brecha en la movilidad detectada en la Fuerza Terrestre, permitiendo un mejor desempeño en los diversos escenarios operativos que enfrenta el Ejército de Chile.
Un paso hacia la modernización sostenida
Con estos avances concretos en el marco del Plan “Alfil II”, con una visión estratégica que busca consolidar al Ejército de Chile como una institución moderna, versátil y preparada para enfrentar los desafíos de la Macrozona Sur. La incorporación de vehículos diseñados específicamente para operar en terrenos exigentes y brindar mayor seguridad al personal no solo mejora el alistamiento operacional, sino que también refuerza la capacidad de respuesta ante emergencias nacionales, como desastres naturales o situaciones de crisis.
Con estas acciones, el Ejército de Chile, una vez más, reafirma su compromiso con la seguridad y el bienestar del país, avanzando en un proceso sostenido de renovación de sus medios logísticos y tácticos. La implementación del Plan “Alfil II” representa un avance concreto hacia una fuerza terrestre más eficiente, adaptable y preparada para cumplir con las misiones encomendadas por el Estado, sobre todo en un Estado de Excepción Constitucional que se ha prolongado por más de 1.000 días en el sur de Chile, donde la modernización de los vehículos junto a la innovación y protección, son pilares fundamentales para la defensa nacional.






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