En el marco de su campaña presidencial, el candidato Franco Parisi ha presentado una propuesta innovadora y de vanguardia en materia de seguridad y defensa fronteriza. Bajo el eje programático N°7, titulado "Defensa Fronteriza y Fronteras Inteligentes", Parisi expone en su punto 7.1 el Plan GOFRA (Gestión Operacional Fronteriza de Reacción Avanzada), una iniciativa que busca transformar la vigilancia y protección de las fronteras chilenas mediante el uso de tecnología de punta, con un enfoque en enjambres de drones, sistemas inteligentes y cooperación internacional. Este plan, según el candidato, no solo modernizará la seguridad nacional, sino que también posicionará a Chile como líder regional en innovación militar.
Plan GOFRA, el futuro escudo tecnológico para las fronteras que propone Franco Parisi
El Plan GOFRA propone la creación de una valla tecnológica que combine drones, inteligencia artificial y sistemas de monitoreo avanzados para garantizar una cobertura fronteriza integral. “No más fronteras ciegas. Vamos a convertir cada kilómetro en un radar contra el crimen”, señala Parisi en su propuesta, destacando la necesidad de optimizar los recursos humanos y logísticos del Ejército de Chile para enfrentar desafíos como el crimen organizado, la trata de personas y el tráfico ilícito.
El plan contempla la integración de sistemas aéreos no tripulados (UAV) con capacidades de vigilancia y combate, conectados a una red de monitoreo que incluye proyección estadística de flujos migratorios y colaboración con Interpol para la detección temprana de redes criminales. Además, se busca establecer un precedente para la modernización militar, promoviendo la adopción de tecnologías avanzadas en el sector público chileno.
Un aspecto clave de la propuesta es la creación de un "Consorcio Sudamericano de Tecnología de Drones", liderado por Chile e inicialmente invitando a otros paises a unirse, como Colombia, Perú y Brasil. Este consorcio buscará desarrollar capacidades regionales compartidas, negociar adquisiciones conjuntas para reducir costos y fomentar la transferencia tecnológica. La iniciativa, que involucraría a la Fábrica y Maestranzas del Ejército (FAMAE), apunta a fortalecer la industria de defensa local y posicionar a Chile como un referente en la región.
Estructura y adquisiciones del Plan GOFRA
El plan establece un esquema de adquisiciones en tres fases, con un enfoque en drones de última generación provenientes de proveedores internacionales como General Atomics (EE.UU), Israel Aerospace Industries (IAI de Israel), Turkish Aerospace y Baykar (Turquía). Estas adquisiciones, que incluyen equipos, entrenamiento y mantenimiento, se estructuran en tres fases.
La Fase I, contempla la adquisición de 50 drones de vigilancia básica, con un costo estimado de 25 millones de dólares. Fase II, le sigue con la incorporación de 30 drones de combate ligero, con una inversión de 45 millones de dólares y por último la Fase III con la adquisición de 10 drones de alta autonomía para operaciones especiales, con un costo de 30 millones de dólares.
Estas inversiones, que totalizan 100 millones de dólares en los primeros años, se complementarían con acuerdos de transferencia tecnológica para fortalecer las capacidades industriales de Chile.
Para implementar el Plan GOFRA, Parisi propone una reestructuración orgánica del Ejército de Chile mediante un Decreto Supremo que actualice el Reglamento de Organización Funcional. Este cambio crearía la especialidad de "Operador de Sistemas Aéreos No Tripulados", con funciones específicas, requisitos de ingreso y un sistema de ascensos adaptado a la naturaleza técnica de esta labor.
Además, se plantea la creación del "Centro de Capacitación y Operaciones de Drones (CECOD)", una unidad independiente adscrita al Comando de Institutos y Doctrina (COMID). El CECOD contaría con una dotación inicial de 120 suboficiales, incluyendo instructores formados en el extranjero, operadores certificados, personal en capacitación y apoyo logístico. La infraestructura del centro incluiría simuladores de vuelo avanzados, pistas de entrenamiento, talleres de mantenimiento y laboratorios de inteligencia artificial para tecnologías de reconocimiento facial, detección térmica e identificación de amenazas.
El CECOD ofrecería dos niveles de formación, un "Curso Básico de Operador de Drones" (12 semanas), enfocado en navegación, meteorología, comunicaciones y vigilancia fronteriza, y un "Curso Avanzado de Piloto de Combate con Drones" (24 semanas), que incluye entrenamiento en combate aéreo, operaciones nocturnas y tácticas de enjambres. Ambos cursos estarían certificados según estándares de la OTAN, y los suboficiales rotarían cada 18 meses entre diferentes zonas operacionales para garantizar una distribución homogénea de capacidades en todo el territorio.
Inversión y beneficios a largo plazo
El programa especifica que el plan GOFRA requeriría una inversión inicial significativa, representando aproximadamente el 18% del presupuesto del Ejército de Chile para 2024 (832 millones de dólares). La implementación del CECOD y la capacitación inicial demandarían 45 millones de dólares, mientras que las adquisiciones de drones y los costos operacionales alcanzarían 25 millones anuales entre los años 2 y 4, estabilizándose en 15 millones desde el año 5.
Sin embargo, la propuesta destaca su viabilidad económica. Cada suboficial operador de drones podría reemplazar la labor de 12 soldados en patrullaje terrestre, generando ahorros operacionales de 8 millones de dólares anuales en personal, transporte y equipamiento. Además, se estima que la reducción de actividades ilícitas en las fronteras, como la corrupción (con un impacto económico de 12 millones de dólares anuales según estudios comparativos), amortizaría la inversión en un plazo de ocho años.
El plan también contempla ingresos adicionales mediante la exportación de servicios de entrenamiento a países de la región, proyectando 3 millones de dólares anuales a partir del cuarto año. Esta iniciativa no solo fortalecería la posición de Chile como líder regional en innovación militar, sino que también generaría beneficios económicos a través del desarrollo de la industria de defensa.
La propuesta de Parisi llega en un momento en el que Chile busca fortalecer su seguridad fronteriza frente a desafíos como el crimen transnacional y la migración irregular. Según datos de la Policía de Investigaciones (PDI) en 2024 se registraron más de 29.269 ingresos irregulares por pasos no habilitados, lo que subraya la necesidad de soluciones tecnológicas avanzadas. El Plan GOFRA, con su enfoque en drones, inteligencia artificial y cooperación regional, se presenta como una respuesta integral a estas problemáticas, alineándose con las tendencias globales de modernización militar.
Si bien, esta iniciativa, aunque es ambiciosa, enfrenta desafíos en términos de financiamiento y coordinación interinstitucional. Sin embargo, la propuesta de integrar a FAMAE y establecer alianzas sudamericanas podría generar sinergias que reduzcan costos y fortalezcan la industria local. Chile tiene el potencial para liderar en tecnología de drones en la región, pero se requiere un compromiso político y financiero sostenido a largo plazo. (Luis Andrés Lautaro)







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