La Dirección de Programas, Investigación y Desarrollo de la Armada de Chile ha dado a conocer un nuevo avance en el ambicioso Proyecto Escotillón IV, un pilar clave del Plan Nacional Continuo de Construcción Naval (PNCCN). La semana pasada, el Departamento de Construcción Naval de la institución aprobó la revisión de una nueva zona de ingeniería en las instalaciones del principal astillero del país, ASMAR, marcando un paso significativo en el desarrollo de este proyecto estratégico.
El Proyecto Escotillón IV, que contempla la construcción de cuatro plataformas multipropósito destinadas al Comando Anfibio y de Transportes Navales, se posiciona como el mayor desafío tecnológico asumido hasta la fecha por la Armada chilena en el marco del PNCCN. Estas unidades, diseñadas con tecnología de punta y capacidades compatibles con operaciones de combate, no solo fortalecerán las capacidades operativas de la institución, sino que también sientan las bases para consolidar un ecosistema nacional de construcción naval más robusto y autónomo.
Colaboración y expertise nacional
El éxito de esta etapa es resultado del trabajo conjunto entre el Departamento de Construcción Naval y el Departamento de Diseño de ASMAR, cuya experiencia ha sido fundamental para superar los desafíos técnicos inherentes a un proyecto de esta envergadura.
La fase actual, centrada en la construcción de las primeras dos plataformas, representa un avance tangible en la integración de sistemas complejos, un aspecto crítico para el desarrollo de buques modernos. La institución subraya que los conocimientos adquiridos en Escotillón IV serán un precedente clave para futuros proyectos, incluyendo la esperada renovación de la Escuadra Nacional, la fuerza de superficie de combate del país.
Un paso hacia la autonomía naval
El Proyecto Escotillón IV se enmarca en una visión estratégica que busca posicionar a Chile como un país relevante en la construcción de buques complejos. Más allá de las capacidades específicas de las plataformas multipropósito, el proyecto aborda retos tecnológicos que preparan el terreno para la futura modernización de la flota de combate. La integración de sistemas avanzados, un aspecto central en esta etapa, es vista como una señal clara del avance del país hacia la autonomía en la construcción naval.
Aunque la Armada aún no ha definido al socio estratégico que participará en la renovación de la Escuadra Nacional, los progresos en Escotillón IV reflejan un compromiso firme con el desarrollo de capacidades propias. “Estamos sentando las bases para que Chile pueda construir buques de combate sofisticados en el futuro, independientemente de las alianzas que se establezcan”, aseguraron desde la institución.
Impacto en la defensa y la industria
El Proyecto Escotillón IV no solo tiene implicaciones para la Armada, sino también para la industria de defensa chilena en su conjunto. ASMAR, como principal astillero del país, consolida su rol como una empresa clave en la materialización de proyectos navales de alta complejidad, generando conocimiento y empleo especializado.
Este enfoque fortalece la cadena productiva nacional y posiciona a Chile como un referente en la región en materia de construcción naval. Con este nuevo hito, la Armada de Chile reafirma su compromiso con la modernización de sus capacidades y la proyección de un futuro donde la construcción naval nacional sea sinónimo de innovación y autonomía. El Proyecto Escotillón IV no es solo un paso hacia adelante en el PNCCN, sino también un símbolo del potencial de Chile para enfrentar los desafíos del siglo XXI en el ámbito marítimo y de defensa. (Luis Andrés Lautaro)





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