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Viernes, 26 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La Guardia Costera de Trinidad y Tobago disparó contra una embarcación venezolana provocando la muerte de un niño

La Guardia Costera de Trinidad y Tobago emitió un comunicado en el que asegura que funcionarios de la patrulla costera en el TTS Scarborough, dispararon en defensa propia contra una embarcación en la que se trasladaba un grupo de emigrantes venezolanos que intentaba ingresar a ese país, provocando la muerte de un niño de un año y cuatro meses de edad.

Indica que la embarcación venezolana fue perseguida por las autoridades trinitarias, que, supuestamente, utilizaron todos los métodos disponibles, como megáfono, bocina, reflector y bengalas, para tratar que la embarcación sospechosa se detuviera.

Según su protocolo estándar, se realizaron disparos de advertencia, pero todas esas actuaciones resultaron inútiles y la embarcación continuó con maniobras agresivas e intentó embestir al patrullero, que pretendía interceptarla. El comunicado afirma que funcionarios que han participado en la intercepción de embarcaciones sospechosas que intenta ingresar a Trinidad y Tobago han enfrentado en dos oportunidades recientes riesgo de muerte y daños en sus unidades, estando las vidas de las tripulaciones en riesgo, escapando por poco de lesiones graves y de la muerte, según asegura.

En esta ocasión, el esfuerzo de embestida de la embarcación sospechosa, que era más grande que el bote trinitario, hizo que la tripulación temiera por sus vidas y, en defensa propia, dispararon contra los motores de la embarcación sospechosa en un intento de detenerlo, señala. Según su versión, posterior a los disparos el barco finalmente se detuvo y solo entonces se descubrió que había inmigrantes a bordo que permanecieron ocultos y, por lo tanto, no habían sido vistos antes.

Finalmente se percataron que una mujer estaba sangrando y que el bebé que sostenía también resultó herido por las balas. Ambos fueron trasladados a un centro de salud, pero el niño falleció antes de llegar. Juna a otra hija de dos años de edad y 17 personas más, partieron desde Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, rumbo a Trinidad y Tobago para reunirse con el padre de los niños. El comunicado advierte que el resto de las personas que estaban a bordo serán procesadas de acuerdo con los protocolos de inmigración y salud de Trinidad y Tobago.  


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