La Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de Panamá fue escenario de un Ejercicio de Respuesta a Crisis que reunió a fuerzas de Operaciones Especiales de ambos países. Este simulacro, diseñado para validar protocolos y mejorar la coordinación ante situaciones críticas, contó con la participación de la Unidad de Guerra Especial Naval Team SEAL 6 de la Armada de EE. UU. y el 7.º Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado) unidades asignadas al Comando de Operaciones Especiales Sur (SOCSOUTH), mientras que por Panamá tomo parte un equipo táctico de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DINFEE).
El propósito central del ejercicio fue simular la retoma de la Embajada de Estados Unidos Ciudad de Panamá ante un escenario hipotético de toma hostil. Este tipo de ejercicios busca garantizar que las fuerzas estadounidenses y panameñas puedan actuar de manera conjunta, rápida y eficaz para proteger vidas y activos estratégicos. La operación incluyó fases críticas como la planificación táctica, la inserción de equipos, la neutralización de amenazas y la evacuación segura del personal diplomático estadounidense.
Los SEALs, reconocidos por su capacidad para operar en entornos marítimos y urbanos, lideraron las maniobras de asalto y recuperación, mientras que el 7.º Grupo de Fuerzas Especiales aportó experiencia en operaciones aerotransportadas y coordinación multinacional. Por su parte, la DINFEE demostró su alto nivel de preparación, integrando sus capacidades operativas sobre el terreno con los equipos de EE. UU. en escenarios complejos que requieren sincronización táctica.
Este ejercicio no solo validó los protocolos de respuesta ante crisis en sedes diplomáticas, sino que también fortaleció la interoperabilidad entre los equipos tácticos, un aspecto clave en la nueva estrategia regional de seguridad de la administración Trump. Por otra parte, la cooperación bilateral le permite a al Ministerio de Seguridad Pública de Panamá enfrentar amenazas transnacionales como el terrorismo, el narcotráfico y la violencia organizada, que podrían afectar la estabilidad del istmo y la seguridad de instalaciones diplomáticas.
Para el Comando Sur de los Estados Unidos, este tipo de ejercicios se enfocan en la seguridad del Canal de Panamá, el cual es un punto estratégico clave para la seguridad y la proyección militar de Estados Unidos en el hemisferio occidental. Su control y protección garantizan el tránsito seguro de buques de guerra y logística entre los océanos Atlántico y Pacífico, reduciendo tiempos y costos operativos. En escenarios de crisis, el canal se convierte en un corredor vital para el despliegue rápido de fuerzas navales y aéreas estadounidenses, así como para el abastecimiento de la operación Lanza del Sur (Southern Spear, en inglés) en América Latina. (Bernardo de la Fuente)






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