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Martes, 19 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Fokker F-28 de la Fuerza Aérea Argentina: gloria y resurrección

El Escuadrón II de Transporte Aéreo de la I Brigada Aérea de El Palomar (Buenos Aires), opera desde hace 45 años el Fokker F-28 Fellowship,  que acumula ya más de 105.000 horas de vuelo en tareas de todo tipo, tanto militares como en apoyo a la comunidad. Hoy, en estos tiempos de emergencia sanitaria mundial, sigue prestando un gran servicio.  

Su trayectoria durante todos estos años de actividad evidencia no sólo las excelentes cualidades de diseño, también  la profesionalidad de todos los tripulantes que han volado y aún vuelan estas aeronaves y de quienes han puesto siempre su mejor desempeño en el cuidado y mantenimiento para garantizar su pleno empleo. De ahí su lema: “Así se llega a las estrellas”.

El legado del Fokker F-28 se ha transmitido a lo largo de generaciones de pilotos, mecánicos, técnicos y personal de apoyo. Entre algunas de las tareas que ha desarrollado la unidad en estos tiempos ha sido la de   traslado de civiles desde el  aeropuerto de la ciudad de Puerto Iguazú cercano a las Cataratas del Iguazu , usando   el Fokker F28 TC-52, con el objetivo de brindar apoyo logístico a la provincia de Misiones mediante el transporte de equipamiento sanitario. Asimismo, efectuó el traslado a Buenos Aires de los 55 ciudadanos argentinos varados que regresaron de Brasil y el exterior a través del puente internacional Tancredo Neves.

Posteriormente se realizaron vuelos desde Buenos Aires al Sur del país con el objetivo de garantizar el retorno de los ciudadanos oriundos de las provincias de esa región. También repatrió a  54 ciudadanos, todos ellos mayores de 65 años, que se encontraban varados en San Pablo, Brasil, en el marco de un vuelo humanitario que arribó durante  a la I Brigada Aérea,  con asiento en El Palomar, provincia de Buenos Aires. Asimismo el  Escuadrón II recibió la tarea de brindar apoyo logístico permanente a diferentes provincias del país mediante el traslado de los insumos suministrados por el Ministerio de Salud. De esta manera, a través de sucesivos vuelos se ha efectuado el envío de respiradores y cargas con elementos de bioseguridad (alcohol en gel, pulverizadores, antiparras, barbijos, guantes, máscaras, mamelucos y termómetros infrarrojos) a las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones.

Un jet sin igual para la Fuerza Aérea Argentina

La historia de los Fokker F-28 Fellowship Mk.1000 en la institución  se inició  con su incorporación al Escuadrón II del Grupo 1 de Transporte de la I Brigada Aérea, de  El Palomar  en las afueras de la ciudad capital en 1975. El Escuadrón II llegó a contar con un total de cinco unidades que arribaron al país desde enero a octubre de ese año y recibieron las matrículas: TC-51, TC-52, TC-53, TC-54 y TC-55. En su aspecto técnico, el F-28 es un avión birreactor de transporte, de alcance medio, diseñado y fabricado en Holanda para empleo aerocomercial de pasajeros y carga, con un peso máximo de despegue de 29.480Kg., capaz de transportar 6.500Kg. de carga y hasta 65 pasajeros.

Como parte del contrato de adquisición, la Fuerza Aérea Argentina solicitó a la compañía holandesa la instalación de una puerta adicional de carga – ubicada entre la puerta de acceso y el borde de ataque del ala–, el refuerzo del piso en la zona de carga, y un sistema de rodillos en el piso de todas las aeronaves, que permitiría al personal maniobrar fácilmente con pallets para acondicionar cargas generales y de ayuda humanitaria. En este sentido, es preciso destacar que el personal Grupo Técnico I –perteneciente a la misma Unidad –, desarrolló un kit “MDS 1981-001”, que consta de una serie de soportes que permiten la fijación de hasta 24 camillas en el interior de la bodega de carga.

Por muchos años los  F-28 han participado activamente como transporte de carga y pasajeros en muchas de las actividades y despliegues realizados por la Fuerza Aérea en el país y el mundo, incluida su intervención en el puente aéreo que tuvo lugar durante el conflicto por las Islas Malvinas, el servicio regular prestado por años a Líneas Aéreas del Estado, el apoyo logístico a los dos primeros vuelos Ferry acompañando a los Douglas A4 AR Fightinghawk, desde los EEUU a la V Brigada Aérea de Villa Reynolds (San Luis) (1997-1998), la realización de aero-evacuaciones médicas, y la asistencia en catástrofes mediante el traslado de agua, alimentos y elementos de primera necesidad, personal de sanidad y equipamiento médico, como fue el caso de la asistencia brindada a las víctimas del terremoto ocurrido en República de Chile (2010), o las tareas de evacuación debido el alud que azotó la zona de Machu Pichu en la República del Perú (2010) y numerosas misiones de enlace y transporte .

Desde su incorporación al Escuadrón II, los F-28 han cubierto gran parte de los servicios de transporte aéreo de pasajeros volando para Líneas Aéreas del Estado (LADE), aerolínea de fomento dependiente de la Fuerza Aérea Argentina y en funcionamiento desde el año 1940, contribuyendo junto a otros Sistemas de Armas a dar cumplimiento al servicio esencial de transporte aéreo desde centros urbanos a puntos distantes del Sur de nuestro país, carentes de medios rápidos y regulares de comunicación, al fomento de nuevas rutas aéreas, transporte de autoridades nacionales e internacionales, delegaciones deportivas de nuestro país, del exterior, vuelos de transporte de carga y servicios sanitarios.

foto: Repatriación de ciudadanos argentinos varados en Brasil

En este sentido, entre otros vuelos memorables, en el año 1978 el Escuadrón II realizó el traslado del Sumo Pontífice Juan Pablo II en su gira por nuestro país y en 1979 efectuó el traslado de la selección campeona del Mundial Juvenil de Fútbol.  De esta manera, durante muchos años los F-28 cumplieron regularmente sus vuelos uniendo Buenos Aires con importantes centros, trasladando pasajeros y carga: Mar del Plata, Comodoro Rivadavia, Esquel, Trelew, Bariloche, Neuquén, Rio Gallegos, Puerto Deseado, San Julián y Rio Grande. Por otra parte, LADE utilizó comercialmente a estas aeronaves para sostener el servicio regular de vuelos comenzado a partir del año 1972, destinado a unir el territorio continental e insular argentino (Islas Malvinas), y que consistía en dos vuelos por semana entre Comodoro Rivadavia y Puerto Argentino, hasta que a causa del Conflicto del Atlántico Sur (1982), fueron suspendidos.

Operación durante el Conflicto del Atlántico Sur

Una mención especial merece la actuación que tuvo el Escuadrón II - F-28 durante el Conflicto del Atlántico Sur, donde intervino activamente en el traslado de tropas, comando y materiales entre las bases continentales y las Islas Malvinas. El F-28 participó en el puente aéreo a las Islas Malvinas hasta el 29 de abril de 1982, realizando 228 cruces, en los cuales transportó 5.570 soldados y 816 toneladas de carga, empleando para ello un total de 1.150 horas de vuelo.

A partir del día 30 de abril de 1982, el Escuadrón II dejó de ejecutar operaciones en las Islas Malvinas para continuar con las tareas en el continente, efectuando tareas de transporte de pasajeros y carga entre las bases desplegadas en el territorio argentino, y de evacuación aeromédica, lo que permitió salvar numerosas vidas.

El regreso a la Gloria

Además del intenso trabajo de mantenimiento de las aeronaves C-130 Hércules y Fokker F-28, que realiza diariamente el Grupo Técnico 1 de la I Brigada Aérea, para que estas puedan seguir contribuyendo con las tareas de ayuda humanitaria planificadas por el Gobierno Nacional, actualmente se ha sumado la tarea de la puesta en servicio nuevamente del TC-53, para aumentar las capacidades operativas del Escuadrón II.

En cumplimiento con lo ordenado por el jefe del Estado Mayor General de la institución , brigadier Xavier Julián Isaac, le fue asignada al Grupo Técnico 1 la tarea de recuperación y puesta en servicio de la aeronave Fokker F-28 TC-53, con el objetivo de incrementar la dotación de aeronaves de esta característica en la I Brigada Aérea. Esta iniciativa surgió a partir de la exitosa experiencia llevada a cabo en los últimos meses del año 2019, con la recuperación del Fokker F-28 TC-52, que actualmente se encuentra empleado en tareas de repatriación de ciudadanos varados en distintas partes del país y de la región como así también el transporte de respiradores y elementos de bioseguridad.

Las tareas a realizar por personal técnico de la I Brigada Aérea sobre el TC-53, que se llevarán a cabo en conjunto con personal de la empresa FAdeA S.A, consisten en labores  de mantenimiento requeridas  por el fabricante y que corresponden a una inspección B+2C+D, que debe ser realizada cada cierta cantidad de horas de vuelo y ciclos cumplidos por el avión, más aplicaciones de AD's (Sistema de Vigilancia Dependiente Automática), entre otros trabajos necesarios para hacer que esta aeronave opere en forma segura, cumpliendo con todo lo establecido por las reglamentaciones aeronáuticas vigentes.

Está claro que la Fuerza carece de modernos aviones de transporte y, ante la emergencia producida por esta pandemia planetaria, responde con todos los medios disponibles. Una vez más, la FAA cumple con las misiones requeridas, aun a riesgo extremo  de su personal y apelando a toda la capacidad ya conocida de sus técnicos, mecánicos y especialistas. Esta crisis pone en evidencia, la urgente necesidad que el Ministerio de Defensa obtenga, de una buena vez, los medios financieros vitales para proceder a la adquisición de medios adecuados que puedan suplantar a los que actualmente se están utilizando.

La pandemia desnuda violentamente la crisis y sus consecuencias, los requerimientos son enormes y variados, como lo hemos expresado en estas pocas líneas. Ya no alcanza con el conocido compromiso de la gente y de su profesionalidad , se está poniendo en riesgo excesivo a los integrantes de los escuadrones de transporte.. Incluso podemos afirmar que la puesta en marcha de viajas aeronaves, más de museo que otra cosa, no tiene una ventaja operativa en cuanto a costos de puesta en valor y búsqueda y adquisición de partes y repuestos que ya no debe ser fácil conseguir. En realidad, debe buscarse dichas piezas en un chatarrero mas que en  una fábrica.

Las extenuantes misiones de los aviones de transporte de la FAA, marcan el sendero. Queda en manos de los funcionarios  políticos la toma de decisiones adecuadas para el estricto cumplimiento de los mandatos para los cuales fueron elegidos. Ellos serán los únicos responsables ante la Sociedad y la Ley. (Luis Piñeiro)


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