Como adelantamos en febrero, finalmente el contrato de adquisición por parte de Polonia de los helicópteros H225M Caracal se ha suspendido. Así lo ha comunicado el Ministerio de Desarrollo Económico, confirmando el cese de negociaciones con Airbus Helicopters sobre las compensaciones industriales de un programa valorado en 3.500 millones de euros. Ahora Polonia comenzará previsiblemente a negociar con Lockheed Martin, que ofrecía el Black Hawk de Sikorsky, y con Leonardo, que concurría con el Agusta Westland AW149.
El máximo responsable de Airbus Helicopters, Guillaume Faury, ha hecho pública una carta dirigida al Primer Ministro de Polonia aclarando numerosas cuestiones publicadas en fechas recientes en los medios de comunicación. Faury detalla así los términos del acuerdo al que se llegó cuando, en abril de 2015, el Caracal fue elegido por el Ministerio de Defensa polaco, acuerdo en el que se incluían una serie de compensaciones industriales que fueron tenidas en cuenta para la elección de la aeronave. Según Faury, el proceso de negociación sobre las compensaciones fue roto unilateralmente por el Ministerio de Desarrollo Económico el pasado 4 de octubre, alegando que no se respetaban los intereses de seguridad esenciales de Polonia. El pasado 30 de septiembre Airbus Helicopters aceptó ampliar su oferta hasta el próximo 30 de noviembre dada la lentitud con la que se avanzaba en la negociación, desde septiembre de 2015, período en el que el fabricante afirma que se ha mantenido comprometido con lo pactado.
El acuerdo contemplaba compensaciones industriales de mayor valor al importe de la adquisición de los 50 helicópteros, la creación de hasta 3.800 puestos de trabajo, 1.250 de ellos directos en las plantas de Lodz, Radom y Deblin. Además, el pasado 3 de octubre, Airbus Helicopters ofreció nuevas concesiones para facilitar un acuerdo. El valor de los 50 helicópteros alcanzaba los 10,8 billones de eslotis (PLN), importe que se incrementaría un 23 % hasta los 13,4 billones tras incluirse, a petición del Ministerio de Desarrollo, el equivalente al impuesto sobre el valor añadido.
En su defensa Airbus Helicopters afirma que además se había comprometido a realizar hasta 45 transferencias de tecnología a petición de los ministerios de Defensa y Desarrollo, que podrían haberse materializado en carga de actividad para empresas estatales durante los próximos treinta años. En concreto fabricación de helicópteros para el mercado local y de exportación, capacidad de mantenimiento, reparación y modernización de helicópteros y transferencia de códigos fuente, licencias y otro material que permitiría modernizar las aeronaves en el futuro.
Según Faury, el acuerdo involucraba a 28 constructores aeronáuticos internacionales en el proceso de transferencia de tecnología, lo que habría permitido convertir a la empresa estatal WZL1 en un constructor de helicópteros con capacidad para realizar el ciclo completo desde la fabricación a la modernización. Airbus Helicopters afirma que WZL1 es una empresa totalmente polaca ya que pertenece en un 90 por ciento al Estado, mientras que las empresas competidoras como PZL Mielec son de Sikorsky/Lockheed Martin y PZL Swidnik es propiedad de Leonardo.
Además de la planta de montaje principal en Lodz, Airbus ofreció la creación de otras plantas para la fabricación de partes complejas como rotores y transmisiones para el Caracal y otros helicópteros de la compañía. Esta inversión inicialmente estaba valorada en 370 millones de eslotis y podría, según Airbus, haber generado durante los próximos diez años unos ingresos de 200 millones anuales. Por último, Faury asegura en su carta al Primer Ministro de Polonia, que en agosto de este año el Ministerio de Desarrollo polaco introdujo nuevos requerimientos que iban en contra de la regulación de la Unión Europea. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Portazo a la compra del H225M Caracal en Polonia (Airbus Helicopters)
