A la reciente muerte en combate del vicealmirante ruso Andrei Palii en las cercanías de la cercada ciudad de Mariúpol, se añaden las anteriores de otros 5 generales del ejército, cuando todavía no se ha llegado ni al mes de la guerra desencadenada por la Rusia de Putin contra Ucrania.
El pasado fin de semana fuentes ucranianas afirmaban que uno de sus tiradores de élite había abatido al vicealmirante ruso Andrei Palii en las proximidades de la ciudad portuaria de Mariúpol, que asedian las tropas de Moscú casi desde el principio de la invasión iniciada el 24 de febrero.
Poco después el gobernador ruso de Sebastopol, capital de la península de Crimea arrebatada por Moscú a Kiev en 2014, Mijail Razvojaev, afirmaba en Telegram: “Andrei Nikolayevich Palii murió en los combates para liberar Mariúpol de los nazis ucranianos", confirmando así la noticia de la muerte del almirante, el segundo jefe de la Flota del Mar Negro de la Armada rusa.
Medios rusos recordaban que Andrei Palii, antes de ser promovido al puesto que desempeñaba en el momento de su muerte, fue en 2020 subcomandante de las fuerzas rusas en Siria, donde Moscú interviene militarmente desde septiembre de 2015 en apoyo de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad, lo que muestra que era un militar de total confianza del Kremlin.
Lo altos oficiales del Ejército ruso muertos en combate en Ucrania
A esta baja, se suma la muerte de otros cinco generales del ejército ruso en el conflicto de Ucrania, cuatro con el rango de general-mayor (que equivaldría a un general de brigada español), son: Andrei Sukhovetsky, Vitaly Gerasimov, Andrei Kolesnikov y Oleg Mityaev. Todas estas bajas han sido comunicadas por el Ejército de Ucrania e incluso en algunos casos confirmadas por fuentes de inteligencia de la OTAN, si bien sus contrapartes rusos no han facilitado confirmación, salvo un comunicado a primeros de marzo en el que se reconocía que habían muerto cerca de 500 de sus militares.
En el caso del general Sukhovetsky, veterano de las invasiones de Georgia y Crimea y en la guerra civil Siria, tras reconocerse su muerte el propio Putin lamentó su muerte.
Pero el oficial ruso de mayor rango presumiblemente caído en la invasión de Ucrania, sería el teniente general Andrei Mordvichev, comandante del 8º Ejército de la Federación rusa. Habría muerto durante un ataque aéreo de los aviones de combate ucranianos al aeródromo Chernobaevka, una instalación militar cercana a la ciudad ucraniana de Jerson, que fue ocupada por las tropas rusas los primeros días del conflicto. Al igual que en los otros casos, tampoco habría confirmación ni desmentido, como es habitual, por la oficina de prensa de las Fuerzas Armadas de Rusia.
Fallos en sistemas de comunicaciones y necesidad de acudir a la línea de frente
Incluso sólo con las muerte de los dos militares confirmados la cifra sería escandalosa, ya que un general no tiene que acercarse por procedimiento a la primera línea del frente, tanto como para que lo abata un tirador de élite.
Como ejemplo las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que tampoco han dejado de participar en guerras desde finales del pasado siglo, y en el actual, con las largas intervenciones en Afganistán e Irak, solo han tenido la baja en combate del major general Harold Greene (U.S. Army) el 5 de agosto de 2014 en una base de entrenamiento de tropas afganas, abatido por insurgentes infiltrados en la instalación vestidos con uniformes del ejército afgano.
Los riesgos de los altos rangos rusos se deberían en buena medida a la ineficacia de los sistemas de comunicaciones y en general de sus fuerzas de combate; lo que les estaría obligando a acudir a la vanguardia para presionar, liderar e intentar subir la moral de sus tropas. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: El muerto en combate en Ucrania vicealmirante Andrei Palii.
