La principal fuerza de maniobra de la Infantería de Marina española, la Brigada de Infantería de Marina “Tercio de Armada” (BRIMAR/TEAR) cuenta con una unidad fundamental de apoyo al combate, el denominado Grupo de Movilidad Anfibia (GRUMA), que se configura como la más polivalente de este tipo de las Fuerzas Armadas españolas.
El día a día de los en torno a 300 profesionales, que bajo el mando del teniente coronel Javier Sánchez Romero del Castillo componen la plantilla del GRUMA, se basa en la continua preparación para llevar a cabo las múltiples capacidades que otorga al Tercio de Armada. Para tal tarea el Grupo de Movilidad Anfibia se asienta en el Segundo Campamento de San Fernando (Cádiz), donde comparte instalaciones con el Grupo de Apoyo de Servicios de Combate a las orillas del denominado “Caño 18”, lo que permite el entrenamiento en operaciones anfibias.
Uno de sus principales roles del Grupo es el de asegurar, con sus medios especializados, el movimiento buque-costa de una Fuerza de Desembarco, en concreto hablamos de los vehículos blindados de asalto anfibio Assault Amphibious Vehicle (AAV) del veterano modelo AAV-7A1, y las lanchas semirrígidas o rigid-hulled inflatable boat (RHIB).
Para operar estos medios el GRUMA cuenta con dos unidades concretas: la Compañía de Vehículos de Asalto Anfibio y la Compañía de Embarcaciones, que agrupan los medios orgánicos de desembarco de la BRIMAR/TEAR. La Compañía de Embarcaciones, que cuenta con las RHIB del veterano modelo Duarry Supercat que están en curso de sustitución, facilita una extraordinaria flexibilidad para realizar rápidos movimientos desde los buques a la costa.
Es de destacar su gran capacidad para insertar y extraer por vía marítima no solo al personal de la BRIMAR/TEAR, también de otras unidades de fuerzas especiales o infantería ligera, ya sean de las Fuerzas Armadas españolas o de los aliados de la OTAN, ya que el GRUMA trabaja en todo momento de acuerdo con los más exigentes estándares de la Alianza. El éxito de estos procedimientos que realiza esta Compañía radica en su velocidad, sigilo en la ejecución y sobre todo en el alto y continuo adiestramiento del personal que constituye las dotaciones.
El Grupo de Movilidad Anfibia también cuenta con unidades especializadas para el desarrollo de la función de movilidad, contramovilidad y protección en combate, como su Compañía de Zapadores de Combate.
Otra de las capacidades fundamentales que le proporciona el GRUMA al TEAR/BRIMAR es la capacidad orgánica de desactivación de artefactos explosivos, usando como instrumento su Sección de Desactivación de Explosivos (SEDEX).
En los actuales conflictos, la mayoría de carácter asimétrico, no ha parado de proliferar la devastadora acción de baratos sistemas de explosivos improvisados o Improvised Explosive Device (IED), por lo que actualmente la mayoría de los ejércitos occidentales están potenciando sus equipos de EOD. En el plano práctico el GRUMA aporta permanentemente a la misión de paz, que desarrollan las FAS españolas en Malí, un equipo EOD, lo que obliga a contar permanentemente con tres de dichos equipos para mantener las rotaciones.
Finalmente reseñar a la Sección NBQ, especializada en la actuación en el ambiente afectado por agentes nucleares, biológicos y químicos, un trabajo discreto en el día a día, pero que ante la menor alarma su concurso significa la diferencia entre la vida y la muerte. En concreto el rol de esta Sección es el de reconocimiento de zonas contaminadas por agentes NBQ y proporcionar medios de descontaminación, por lo que durante la pandemia del COVID-19 se convirtió en la punta de lanza del TEAR en su colaboración con las autoridades civiles para luchar contra la enfermedad en su ámbito de actuación de Andalucía durante el año 2000. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Tres de los AAV-7 del GRUMA desembarcando durante un ejercicio. (foto GRUMA)
