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Martes, 21 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Por primera vez Estados Unidos baraja transferir submarinos nucleares

El submarino de la clase Virginia, USS “North Dakota” (SSN-784) durante una navegación en el Atlántico. (Foto US Navy)

De prosperar una propuesta de los demócratas de los Estados Unidos, se permitiría, por primera vez en la historia, la entrega de un submarino de propulsión nuclear a otra nación, serían de la clase Virginia y la nación beneficiada Australia.

Tres legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos han presentado un proyecto de ley destinado a conceder las autorizaciones necesarias para que se puedan transferir submarinos de ataque de propulsión nuclear de la clase Virginia a Australia como parte del acuerdo trilateral, que también incluye a Reino Unido, de seguridad denominado AUKUS (Australia-United Kingdom-United States).

De finalmente cerrarse el acuerdo, y todo apunta a que se materializará, sería la primera vez que Estados Unidos vende o transfiere un submarino de propulsión nuclear a otro país. Obviamente, antes de la entrega la Marina de los Estados Unidos o US Navy desmontaría equipos claves, especialmente de comunicaciones, además de tenerse en cuenta que la entrega se realiza a uno de los más fieles aliados de Washington en la estratégica área del Indo-Pacifico, desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

El proyecto, denominado como Ley de Defensa Submarina AUKUS, fue presentado por el representante Gregory Meeks, de Nueva York, y patrocinado por sus colegas demócratas Joe Courtney (Connecticut) y Ami Bera (California). La iniciativa legislativa tiene como objetivo, además de autorizar la transferencia de los submarinos, permitir al personal de los Estados Unidos formar, además de las dotaciones de la Real Marina Australiana o Royal Australian Navy (RAN), a su personal de defensa del sector privado e integrar las contribuciones financieras australianas en la base industrial de defensa estadounidense.

El submarino nuclear de ataque “Virginia” durante la fase final de construcción en la planta de Electric Boat Corporation de Connecticut. (Foto US Navy)

Como uno de los más firmes defensores del acuerdo en el Congreso, Courtney ha planteado una serie de cuestiones jurídicas que podrían obstaculizar la capacidad de Estados Unidos para participar en el pacto de seguridad vinculado al AUKUS. Recientemente ha expuesto sus puntos de vista en un artículo de opinión en el que detalla cómo debería proceder el Congreso para eliminar esas barreras.

«La introducción de esta legislación habilitante es un primer paso fundamental hacia una rápida actuación del Congreso en apoyo de este proyecto», escribió Courtney, miembro de mayor rango del subcomité de Fuerzas de Proyección y Poder Marítimo de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, en un comunicado publicado el pasado 9 de junio. «La aprobación de este proyecto de ley de sentido común, elaborado en colaboración con el Departamento de Defensa, demostrará el compromiso del Congreso estadounidense con la iniciativa AUKUS. Estoy deseando trabajar para sacar adelante este esfuerzo».

La aprobación de la ley también servirá para articular el pago de la contraprestación monetaria por parte del Gobierno de Canberra al de Estados Unidos. En ese aspecto, Mara Karlin, Subsecretaria de Defensa para Estrategias, Planes y Capacidades, afirmó: «En ausencia de esta propuesta legislativa, en realidad no tenemos forma de recibir ese dinero», dijo a los miembros de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes durante una audiencia celebrada el 31 de mayo.  Aunque los líderes de los tres países presentaron el plan general AUKUS a principios de este año, todavía se desconocen muchos de los detalles concretos del acuerdo.

Por ejemplo, no está claro si Estados Unidos proporcionará tres o cinco submarinos de la clase Virginia a la Real Marina Australiana como capacidad provisional antes de la entrega de los primeros nuevos de la clase AUKUS, prevista para principios de la década de los años cuarenta del presente siglo.

Tampoco está claro cuántos de esos submarinos serán de los que ya emplea la US Navy, o de los nuevos que se construyen en astilleros norteamericanos para dicho, y hasta ahora, único cliente. Según los medios australianos, los altos mandos de la  Real Marina Australiana esperan recibir al menos un buque de la clase Virginia de nueva construcción. (Julio Maíz)

 

 


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