Tras varios lustros de indiferencia ante los muy numerosos asesinatos a policías en el país, el nuevo presidente uruguayo Luis Lacalle, su ministro del Interior, Jorge Larrañaga, el ministro de Defensa, Javier García, el Secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y altas jerarquías policiales, militares y políticas, acudieron a las exequias de una agente de 33 años, asesinada por dos delincuentes en un tiroteo para robar su arma de reglamento, cubierta infructuosamente por su esposo, también policía.
En los últimos 90 días se han registrado uno o dos robos diarios de armas policiales. La agente fallecida, Daniela da Silva, custodiaba sedes diplomáticas y estaba uniformada cuando fue atacada en su barrio, una localidad muy humilde de Montevideo. El ministro Larrañaga expresó: "Toda mi solidaridad con la Policía Nacional. Ni un paso atrás" , acudiendo al velatorio y al entierro de su subordinada, despedida con los máximos honores policiales, algo que también en los años anteriores se retaceaba.
Junto al presidente Lacalle y su gabinete, se reunieron en privado con sus allegados, reforzando el respaldo a los deudos de esta policía asesinada. (Javier Bonilla)
Fotografía: Luis Lacalle junto al ministro del Interior Jorge Larrañaga en un entierro policial.
