La oposición izquierdista uruguaya se ha opuesto con inédita dureza, ya desde las gestiones iniciales, a la compra a España de Hércules KC-130 con cualquier tipo de argumentos, usualmente lejos de aspectos técnicos reales, más bien intentando superponer esta operación a la escandalosa compra de un viejo e innecesario et BAE Hawker 700, durante el gobierno anterior, recientemente subastado.
Ahora, sin el debido asesoramiento, un diputado y buena parte de la prensa ha lanzado una tormenta en un vaso de agua debido al transporte por separado de dos tanques auxiliares y una APU ,correspondiente al lote adquirido, tramitado por la Fuerza Aérea y el Ministerio de Defensa Nacional, un hecho que ni siquiera por lo rutinario, mereció ser noticia.
Se llega al extremo poco comprensible de hablar de supuestas "fallas logísticas", haciendo caso omiso al hecho de la opción, por parte de la FAU, en proporcionar el máximo espacio interno posible al amplio paquete de repuestos y componentes, incluidos en la operación, aunque parte del cual aún está al llegar, debido a la profusión de materiales incluidos. Además, parece minimizarse que ,a priori, los Hércules, a no ser grandes tramos a cubrir, usualmente vuelan sin los depósitos internos de combustible.
El creciente tono de confrontación que adoptan ciertos diputados o senadores, e incluso cronistas, augura la continuación de los roces no solo por este tema, sino por todo lo que se relacione con reequipamiento de las Fuerzas Armadas, por parte de la oposición, especialmente del Partido Comunista y Socialista, amén de otros grupos radicales, todos agrupados bajo el lema Frente Amplio. (Javier Bonilla)