Culminó el curso de formación en radares de vigilancia AKAR-K en el Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 5, en el norte de Argentina, para los futuros operadores de estos sistemas en la denominada Operación Integración Norte. El ACAR-K pertenece a la familia de radares de estado sólido destinados a la vigilancia terrestre, teniendo la capacidad de detectar, clasificar y traquear objetivos en movimiento (terrestres y aéreos) en todo tipo de condiciones meteorológicas.
Su frecuencia de operación es en Banda-Ku, mientras que su rango de detección abarca desde los 15 hasta los 40 kilómetros (dependiendo de la elevación y velocidad de rotación).El sistema está compuesto por las unidades principales (sensor, antena y display de control), accesorios (trípode, monocular y auriculares) y auxiliares (batería, convertidor y contenedor de transporte).Durante el curso, tomando en consideración la utilización de estos sistemas en la vigilancia de sectores complejos de la frontera norte, se analizaron las avenidas de aproximación e ingreso ilegales de los narcotraficantes y otros delincuentes en el país y las alternativas de posicionamiento de estos equipamientos para su mejor rendimiento operacional.
Al estar en el terreno y en condiciones climatológicas cambiantes se presta atención al mantenimiento de los sistemas, a su correcto funcionamiento en toda condición, incluyendo elementos físicos y la parte electrónica. Argentina adquirió un buen número de estos radares de producción turca, cursos similares se están realizando en diferentes unidades que operaran con el material. (Luis Piñeiro, Argentina)
Fotografía: Radares de vigilancia AKAR-K en Argentina