El 7 de noviembre se produjo una explosión en el radar de la firma española Indra en la cima del cerro de Montecristi, en la provincia de Manabí (Suroeste), que había entrado en funcionamiento el pasado 27 de octubre. El Ministerio de Defensa de Ecuador no descarta que sea producto de un atentado terrorista, lo cual investiga personal de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, mientras se determinan los daños ocasionados al funcionamiento del sistema.
El radar se había instalado para reforzar la seguridad, permitiendo identificar a pequeños aviones que ingresan al espacio aéreo ecuatoriano sin ser detectados por su tamaño y la falta de medios en esa zona costera. Los habitantes de la zona se habían opuesto a la instalación. En 2014, Ecuador compró un sistema de radares a Indra por 88 millones de dólares y estuvo previamente ubicado en otro lugar.
El 4 de mayo de 2013, el ex presidente Rafael Correa comunicó la anulación del contrato de radares con una empresa china, porque hubo problemas con la tecnología utilizada e informó que se estudiaban propuestas de países como Francia, Italia y España para en los siguientes 18 meses adquirir un sistema. El Gobierno de Correa informó en 2017, que “en noviembre del 2014 Ecuador suscribió un contrato con Indra Sistemas por 88 millones de dólares, para la dotación en dos años de: un sistema integrado de radares, entrenamiento a aproximadamente 300 técnicos de la FAE (Fuerza Aérea Ecuatoriana) durante todo el proyecto, garantía técnica de los bienes y software, incluido mantenimiento y soporte técnico por dos años a partir de la entrega de los bienes y el sistema integrado.
El 17 de agosto pasado, el presidente Guillermo Lasso firmó el Decreto Ejecutivo Nº 157, con el que se declaró a los cerros de Montecristi y San Isidro, en Manabí, como áreas reservadas militares de defensa. El 27 de octubre, día de la FAE, su comandante general, Geovanny Espinel, informó de la entrada en funcionamiento del radar de Montecristi. La ubicación de este sistema adquirido en 2014 no se había revelado. Ecuador era país de paso para la droga que se produce en Perú y Colombia, aunque en los últimos tiempos las autoridades reconocen que está cambiando el modelo de gestión y en la zona fronteriza Norte se han encontrado pequeños laboratorios, además de un creciente consumo.
Este año, hasta mitad de octubre, las fuerzas de seguridad ecuatorianas, con apoyo de Estados Unidos, han interceptado 146 ton. de droga, en comparación con algo más de 120 en 2020 y 79 en 2019. La actividad del narcotráfico en esta provincia se ha incrementado. Según la FAE, en lo que va de este año se han detectado 5 aviones ligeros clandestinos vinculadas a este negocio ilegal. En junio del 2020, en plena pandemia, se descubrió una pista clandestina, la más grande del país, utilizada para el narcotráfico, en el cantón Jama. En las próximas semanas se instalará y pondrá en funcionamiento otro radar en la provincia de Santa Elena, también en la costa.
Fotografía: El radar de Montecristi.
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Comunicado oficial sobre la explosión del radar ecuatoriano.
