¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Lunes, 6 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Perú completa la destrucción de sus stocks de bombas de racimo

Especialistas del Servicio de Material de Guerra de la Fuerza Aerea (SEMAN) prepandose a destruir un lote de bombas de racimo

Cumpliendo los acuerdos de la Convención de Oslo sobre Municiones en Racimo, Perú culminó, cuatro meses antes del fin del plazo establecido, la destrucción de sus stocks de bombas de racimo. La eliminación de los últimos remanentes se realizó el pasado 15 de diciembre en las instalaciones del Centro de Municiones del Ejército (CEMUNE), ubicado en la zona de Pampa Cabeza de Toro (Pisco, Ica).

Las operaciones de desmilitarización y destrucción fueron posibles gracias al trabajo coordinado entre los Ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores, con la participación de las Fuerzas Armadas, en especial del Servicio de Material de Guerra de la Fuerza Aérea del Perú (SEMAG), y el apoyo de Noruega, através de  la ONG Norwegian People Aid’s (NPA), y de la República de Alemania.

El Perú ratificó la Convención sobre Municiones en Racimo (CMR) el 25 de abril de 2012. En virtud de sus disposiciones, que entraron en vigor el 1 de marzo de 2013, se comprometió a destruir o garantizar la destrucción de todas sus municiones de racimo en un plazo de dos años, fijándose como fecha  final el 1 de marzo del 2021.  Entre 2014 y 2016 se realiza la implementación de los Programas de Entrenamiento y Capacitación, Desmilitarización, y de Investigación y Desarrollo, destruyéndose a tal efecto varios modelos de bombas de racimo.

A inicios de 2017, las operaciones sufrieron un retraso debido a una serie de inconvenientes administrativos, especialmente financiamiento, y a las devastadoras inundaciones generadas por el Fenómeno del Niño en la zona norte del Perú. Se retomaron en agosto de ese mismo año, y continuaron hasta el primer trimestre de 2020, en que fueron suspendidas por las restricciones impuestas por la pandemia del Covid-19, razón por la que en mayo de ese año se solicitó una prórroga hasta abril de 2024.

De acuerdo con información recabada por defensa.com, las bombas de racimo se encontraban fuera de uso, dadas de baja de los inventarios, y debidamente catalogadas y almacenadas en polvorines de la Fuerza Aérea por los especialistas del SEMAG. 

Un lote de bombas  a la espera de ser destruidas.

En el periodo comprendido entre 2014 y al primer trimestre de 2020 habrían sido destruidas un total de 337 bombas de racimo: 5 RBK-250-275 AO-1ACh, 255 RMBK-250 PTAB-2.5M, 45 RBK-250  ZAB-2,5 y 11 RBK-500 AO-2-5RT de fabricación rusa, y 21 BME-330C fabricadas por Expal (España), lo que implica unas 18.060 submuniciones de diverso tipo, principalmente de alto explosivo (HE), antitanque (HEAT) y antipersonal (AP). Asimismo, se destruyeron unas 290 bombetas Alpha SM A/C de 6 kg. de fabricación sudafricana. 

De 2021 a diciembre de 2024, se habrían destruido otras 1.683 bombas de racimo: 398 RBK-250-275 AO-1ACh, 402 RMBK-250 PTAB-2.5M, 576 RBK-250  ZAB-2,5 y 189 RBK-500 AO-2-5RT, 71 BME-330C y 52 BE-330AR. En este caso, se registró la destrucción de 129.058 submuniciones. La lista se cierra con la destrucción de un total de 8.155 bombetas Alpha SM A/C de 6 kg. con sus espoletas SA-222 R1M1.

El total de bombas de racimo destruidas ascendería a 2.020, comprendiendo unas 147.118 submuniciones, y 8.545 bombetas Alpha SM A/C de 6 kg. La destrucción de las bombas de racimo, indica el  MINDEF, ratifica al Perú como  una nación comprometida con el desarme, la no proliferación y el control de armas, y su compromiso con la promoción de la paz y la seguridad a nivel nacional e internacional. (Alejo Marchessini, Corresponsal de Grupo Edefa en Lima).

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.