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Sábado, 13 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Estados Unidos intensifica su ofensiva militar contra los carteles latinoamericanos, giro radical en la política de seguridad regional

El buque de combate litoral USS Milwaukee (LCS-5) y la fragata francesa FS Germinal (F735) realizan un ejercicio marítimo bilateral en el mar Caribe. (Foto: US Navy)
El buque de combate litoral USS Milwaukee (LCS-5) y la fragata francesa FS Germinal (F735) realizan un ejercicio marítimo bilateral en el mar Caribe. (Foto: US Navy)

En una decisión que ha sacudido el tablero geopolítico del hemisferio occidental, el presidente Donald Trump ha ordenado al Pentágono desplegar fuerzas militares en el Caribe y otras zonas estratégicas de América Latina como parte de una ofensiva directa contra los carteles de la droga. Esta medida, canalizada a través del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), marca un giro radical en la política de seguridad regional y plantea interrogantes sobre soberanía, cooperación internacional y el futuro de la lucha contra el narcotráfico en la región.

La administración Trump ha intensificado su retórica contra los carteles latinoamericanos, calificándolos oficialmente como organizaciones terroristas. Esta designación no solo tiene implicaciones simbólicas, sino que abre la puerta a una gama más amplia de acciones militares, de inteligencia y diplomáticas, ya que, bajo esta lógica, los carteles no son meramente redes criminales, sino amenazas transnacionales que justifican una respuesta militar directa.

La orden proporciona una base oficial para que el SOUTHCOM, responsable de las operaciones militares estadounidenses en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, haya sido activado para liderar esta campaña, que según fuentes citadas por el diario The New York Times, incluiría unidades navales, aéreas, fuerzas especiales y de inteligencia, con énfasis en interdicción marítima, vigilancia aérea y cooperación con fuerzas aliadas en la región.

El Caribe como epicentro estratégico

El despliegue inicial se concentra en el Caribe, una región clave en las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos y Europa, por lo que se espera un aumento de la presencia militar de las Fuerzas Navales Sur y su 4ta Flota (US Naval Forces Southern Command/ US Fourth Fleet) en aguas del sur del Caribe. Desde enero, esta región ha visto un creciente número de destructores de la clase Arleigh Burke y un crucero clase Ticonderoga en busca de interceptar embarcaciones sospechosas para desmantelar redes logísticas y ejercer presión sobre los grupos armados que protegen estas operaciones.

En este sentido, Colombia, uno de los principales aliados de Washington en la región, ha respaldado públicamente la iniciativa a través de su ministro de Defensa, general de brigada (R) Pedro Sánchez, que declaró a los medios colombianos: “Toda cooperación en la lucha contra el narcotráfico es bienvenida”, aunque sectores políticos y sociales colombianos han expresado preocupación por la posible militarización del conflicto y sus efectos sobre la población civil.

En tanto que algunos países del Caribe insular, como República Dominicana, Caricom, y los aliados europeos con territorios de ultramar (Francia, Países Bajos y el Reino Unido), han mostrado apertura a colaborar, otros han manifestado inquietud por la intervención militar extranjera. Es el caso de México, que ha reiterado desde un primer momento que se dio a conocer la noticia su postura de que el combate al narcotráfico debe ser liderado por las instituciones nacionales, sin injerencia externa.

Expertos en relaciones internacionales citados por el Times y la agencia Reutes, advierten que esta estrategia podría tensar las relaciones diplomáticas y generar fricciones con países que ven en el despliegue una amenaza a su soberanía citando las experiencias de los últimos dos siglos, cuando Washington llevó adelante varias invasiones de países latinoamericanos. Además, organizaciones de derechos humanos como la estadounidense Human Rights Watch han alertado sobre el riesgo de que operaciones militares en zonas sensibles deriven en violaciones a los derechos civiles y desplazamientos forzados.

¿Una estrategia efectiva o una maniobra política?

El uso de Fuerzas Militares estadounidenses para combatir el narcotráfico no es nuevo, pues durante la década de los 90 y en plena Guerra contra las Drogas, la administración del expresidente Bill Clinton desplegó el mayor número de activos militares visto en la región desde la II Guerra Mundial, pero escándalos políticos acontecidos en la época demostraron que su efectividad fue cuestionada. Asimismo, en el pasado, operaciones similares pero lideradas por agencias Federales como la Administración de Control de Drogas (DEA), han logrado golpear estructuras criminales, pero también han generado efectos colaterales como el fortalecimiento de grupos armados, corrupción institucional y violencia generalizada.

Analistas señalan que la decisión de Trump podría tener también motivaciones políticas internas, ya que, en un contexto electoral polarizado, la lucha contra el narcotráfico se presenta como una bandera de seguridad nacional que refuerza su imagen de liderazgo fuerte. Sin embargo, el costo diplomático y humano de esta estrategia aún está por verse ya que la línea de negociación que la Casa Blanca viene ejerciendo en todo el mundo, Teoría del Loco, esta repercutiendo en la economía mundial.

El rol del SOUTHCOM

En la actualidad el Comando Sur de los Estados Unidos no solo ejecuta operaciones militares, sino que también participa en misiones humanitarias, ejercicios conjuntos y programas de cooperación. Su involucramiento en la lucha contra los carteles podría redefinir su rol en la región, ampliando su influencia, pero también exponiéndolo a críticas en el Congreso estadounidense y las Naciones Unidas.

La clave estará en cómo este Comando, uno de los diez comandos de combate unificados del Departamento de Defensa, se articule en esta ofensiva con los gobiernos locales, las agencias de seguridad y las comunidades, ya que sin una coordinación efectiva, el riesgo de escalada y desestabilización de la región es sumamente alto como lo han señalado analistas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, ya que el despliegue militar ordenado por el presidente Trump representa un punto de inflexión en la política antidrogas de Estados Unidos desde 1971, al tratar a los carteles de drogas como enemigos militares, se redefine el marco de acción y se intensifica la confrontación. (Bernardo de la Fuente)

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

8 comentarios

  1. andres | 26/08/2025 00:51h. Avisar al moderador
    En Venezuela, podran hablar que si un millon de barriles de petroleo o mas. Esos ingresos no benefician,pq van a bolsillos de los supuestos revolucionarios.   
  2. Jesús | 25/08/2025 15:08h. Avisar al moderador
    Con el paso de los días se va concretando un despliegue muy superior al que aquí se describe y que además está centrado en Venezuela. Como ha explicado perfectamente el ex-político argentino Carlos Ruckauf, el Gobierno de EEUU dispone de la requisitoria por narcotráfico de la Justicia de su país contra Maduro y otros miembros del gobierno venezolano, de la naturaleza terrorista ya declarada del cártel de los Soles y de la aprobación del presidente legítimo de Venezuela, Edmundo González, para una intervención en su país. Tiene por tanto todos los elementos que necesita para la operación y parece que esta vez va en serio. Los más recientes gestos de la cúpula venezolana así lo atestiguan.   
  3. Fernando Vergara | 25/08/2025 00:36h. Avisar al moderador
    Los que Hablan de INVACION son Ignorantes.EEUU van a Arrestar a el mayor Narcoterrorista y CIA ..Están en su Derecho .punto    
  4. Giovanni Fernández | 23/08/2025 21:02h. Avisar al moderador
    Trump lo que quiere es invadir a Venezuela por las riquezas porque la CIA es la que mueve la droga con los carteles de Colombia y vienen a decir que es maduro que cínicos    
  5. Alexs | 23/08/2025 17:28h. Avisar al moderador
    Bn articulo y analisis coincidente.. Es importante tal despliegue con las consideracs del caso, y necesario para limitar e interceptar las accs del narco-terrorismo y su toma de poder y ascenso en varios gobs afienes q ha terminado dando paso a estados forajidos y fallidos donde los q hablan de soberania e injerencia estan coludidos en la desinsttnalizacion y son complices de la impunidad y el lavado corp, la cogobernanza o connivencia del crimen org transnal y grpos armados y terroristas con falsa narrativa. No se equivoquen Zs.    
  6. Luis salazar | 22/08/2025 22:00h. Avisar al moderador
    Felicito al equipo de prensa por llevar una informacion real de los acontecimientos con gran profesionalismo.continuen asi EXCELENTE   
  7. ManuelR | 22/08/2025 16:16h. Avisar al moderador
    EEUU no puede intervenir en los estados de la región sin su permiso por el hecho de que los narcos tengan su producción en los mismos , como no veríamos lógico que otros interviniesen en EEUU para luchar contra las mafias que sin duda existen allí y gestionan la gigantesca red de distribución y consumo de drogas contra la que a penas se actúa por las autoridades y sin el cual no existiría la producción de drogas. Además todos los países de Latinoamérica han dado desde hace décadas enormes facilidades a la agencia antidrogas norteamericana DEA, estableciendo incluso bases en sus países o extraditando a narcos sin que la producción y el trafico hata disminuido. La utilización de su armada parece más bien un intento de invasión u ocupación de territorio como ha realizado decenas de veces en el pasado con intereses y fines netamente políticos , ahora con la disculpa de la lucha contra las drogas que deberia empezar por su propio país , arriesgando así la desestabilización de todo el territorio y poniendo en peligro la vida de millones de personas.    
  8. WAYNE | 22/08/2025 14:08h. Avisar al moderador
    Cómo les escuece a algunos que se combata el narcotráfico... Primero hundió la importación de fentanilo y sus precursores y ahora adelanta la frontera. Sólo se quejan el redactor y algún narcoestado, porque hasta Petro apoya las medidas... Si los barcos traen muerte y miseria nuestras calles, les deberíamos pagar en la misma moneda.   

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