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Los recortes presupuestarios impuestos por el equipo económico, han obligado a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) a dejar más de la mitad de su flota de aeronaves en tierra. Hoy en día, de las 600 aeronaves que la Fuerza Aérea tiene en inventario, solamente 250 están listos para volar, es decir, el 41%. Otro grave problema es la disponibilidad de recursos para la faz operativa de la Fuerza Aérea.
En 2016, los pilotos volarán menos de 100.000 horas, casi un 35% menos que el mínimo necesario para mantener el funcionamiento de la FAB, lo que significaría 150.000 horas/año. En 2015, ese total ya se había reducido a 130.000 horas.
Estos recortes afectan al sistema de control del tráfico aéreo del país. Una de las medidas ya adoptadas fue la suspensión, por razonesde economía, del funcionamiento de cinco radares meteorológicos. La FAB recurrirá al Tribunal de Cuentas para solicitar que el organismo restablezca la condición que prohíbe que haya ontingencias económicas en este sector, debido a la importancia etratégica del mismo.
Desde la crisis aérea de hace diez años, se prohibieron las reducciones de todos los recursos para el control del tráfico aéreo.La FAB es responsable de 22 millones de kilómetros cuadrados de tráfico aéreo, 10 millones en el Atlántico Sur, que son responsabilidad aeronáutica y SAR de Brasil.
La difícil situación de la FAB ha resultado, inclusive, en gestiones de de Fuerzas Aéreas amigas, como la Uruguaya , para hacerse en condiciones muy favorables con algunas aeronaves aún vigentes (como los primeros Súper Tucano, por ejemplo).(Javier Bonilla)
