Los presidentes de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, y de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, han suscrito en Moscú el 7 de mayo, un nuevo acuerdo de asociación y cooperación estratégica que busca fortalecer las relaciones diplomáticas bilaterales entre ambos países.
En la firma del acuerdo, los líderes de Rusia y Venezuela dijeron que se contempla profundizar la asociación estratégica entre ambas naciones con el desarrollo conjunto en el ámbito de la seguridad y la defensa, así como de cooperación técnico-militar, reforzando los lazos estratégicos entre las fuerzas armadas y las industrias militares de los dos países.
Desde 2001 hasta el 2024, Caracas y Moscú han suscrito cerca de 400 acuerdos bilaterales, incluyendo de cooperación militar que, hasta noviembre de 2024, se habían contabilizado cerca de 30, en los que se han acordado la adquisición por parte del país Sudamericano de una gran variedad de armas y equipos militares rusos que van desde fusiles de asalto AK-103 hasta dos escuadrones de cazas multirol Sukhoi 30Mk2. Sin embargo, dada la política de opacidad de las dos naciones, se desconoce el alcance real y el nivel de los compromisos involucrados en esta alianza bilateral de más de dos décadas de existencia.
Además de la compra de material militar, también se acordó la construcción de una fábrica de fusiles de asalto Kalashnikov AK-103 y otra de munición de calibre 7,62x39 mm en la ciudad de Maracay (Aragua), pero tras 19 años aún no se ha terminado su construcción, y del Centro de Mantenimiento y Reparación de Helicópteros Multipropósito “General de Brigada Pedro Pérez Delgado - Maisanta” ubicado en el aeropuerto General de Brigada Oswaldo Guevara Mujica de Acarigua (Portuguesa), instalación esta que fue puesta en operaciones en enero de 2023, después de 17 años de retraso en su terminación.
El texto también prevé una cooperación más estrecha entre la Federación de Rusia y Venezuela en las Naciones Unidas y otras organizaciones multilaterales y en las del área de control de armamentos, junto con una oposición conjunta a la imposición de sanciones unilaterales por parte de países de la Unión Europea que han impuesto un conjunto de sanciones a ambos países en los últimos años.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha descrito el acuerdo estratégico como un “documento marco de peso, sustancial y muy importante”. Aunque no han trascendido mayores detalles del documento firmado, es muy probable que se haya acordado la renovación de los programas de mantenimiento de los sistemas de misiles y radares de defensa antiaérea, blindados, vehículos tácticos, vigilancia electrónica, helicópteros y aviones caza, y posiblemente, y ante la posibilidad de un cercano final de la Guerra de Ucrania, se retome la venta de sistemas de armas que son prioritarios para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que ha tenido que buscar en Irán una alternativa para continuar equipando a sus unidades de combate. (Bernardo de la Fuente)
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