Los recientes procesos de adquisición del Ministerio del Interior (MININTER) del Perú se han convertido, con pocas excepciones, en una sucesión de fracasos. Todos estos tropiezos han sido consecuencia de estudios de mercado deficientes y cuestionables, realizados tanto por la Oficina General de Administración y Finanzas (OGAF) como por la Policía Nacional, así como por la permanente reformulación, de forma aleatoria y sin sustento técnico, de los requerimientos técnicos mínimos (RTM).
A mediados de 2019, el MININTER puso en marcha un programa de adquisiciones para recuperar las capacidades de la Policía Nacional. Se empleó la fórmula “Estado a Estado” establecida en la Directiva N° 05-2018 “Procedimiento para las Contrataciones del Sector Interior” del 27 de diciembre de 2018. Los resultados, sin embargo, fueron decepcionantes.
El ejemplo más claro es la frustrada y controvertida adquisición de un Antonov An-178, bautizado como el “Avión Fantasma”, por 64 millones de dólares a Spetstechnoexport (Ucrania) mediante el Contrato EE N° 001-2019/MININTER-STE-3-178-K/KE-19 firmado el 23 de octubre de 2019. Tres años después, el 17 de noviembre de 2022, el MININTER, ante el evidente incumplimiento contractual y el tope de penalidades acumuladas —que no pudieron aplicarse por la falta de garantías bancarias por parte de Spetstechnoexport—, optó por resolver unilateralmente el contrato. La única adquisición concretada bajo la modalidad “estado a estado” fue la de dos helicópteros de transporte Mi-171Sh Hip H a la Empresa Unitaria Estatal de Comercio Exterior Belspetsvneshtechnika (Bielorrusia), llevada a cabo en octubre de 2019 por aproximadamente 43,7 millones de dólares.
Con esa misma modalidad, el MININTER intentó adquirir, en procesos marcados por continuas reformulaciones y múltiples convocatorias, no solo un nuevo avión de transporte, sino un lote de 7,323 fusiles de asalto de 5,56 x 45 mm (1,915 con cañón de 11” y 5,408 con cañón de 14.5”, finalmente adquiridos por la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército – FAME SAC a inicios de 2025), además de 56 vehículos blindados multipropósito (4x4) y 44 motobombas antidisturbios (4x4 y 6x4).
La “Agencia de Compras Estratégicas del Sector Interior” y la Directiva N° 004-2025
En abril de 2021, el MININTER, ante las críticas y cuestionamientos hacia los procesos de adquisición, creó mediante la Resolución de Secretaría General N° 045-2023 una Unidad Funcional denominada "Agencia de Compras Estratégicas del Sector Interior". Este ente, dependiente de la Secretaría General del Ministerio, tenía la función de lograr compras eficientes y transparentes de bienes, servicios, obras y consultorías en el mercado nacional y extranjero, fortaleciendo la adecuada ejecución de las contrataciones en el sector, conforme a la normativa vigente. Sin embargo, la agencia nunca llegó a operar ni concretó adquisiciones, y se desconoce si sigue vigente o fue desactivada.
A finales de junio pasado, el MININTER emitió la Directiva N° 004-2025-IN-OGAF: “Directiva para contratación con proveedores no domiciliados en el país excluidos de la Ley de Contrataciones Públicas”. En el marco del “Plan Estratégico de Modernización, Repotenciación, Renovación, Reemplazo y Reparación del Equipamiento de la Policía Nacional del Perú 2025-2039” se reactivaron las adquisiciones, cuyos resultados han sido objeto de nuevas críticas y denuncias de irregularidades.
Prueba de ello son la adquisición de 3.164 chalecos antibala nivel IIIA (programa “Adquisición de Chalecos Antibala Nivel IIIA” - Código 2446792), cuyo contrato fue suscrito pese a las advertencias de la Contraloría General de la República sobre irregularidades, y la escandalosa compra de un Antonov An-74 Coaler B de segundo uso por 63,9 millones de dólares (programa “Adquisición de un Avión por Reposición” – Código 2379484), a pesar de que dicho modelo, de fabricación ucraniana, no cumplía con los requerimientos técnicos ni contaba con una cadena de soporte logístico apropiada, menos aún en el contexto del conflicto con Rusia. Más recientemente, se han denunciado posibles direccionamientos para favorecer a SiG Sauer (Estados Unidos) en el proceso de adquisición de 31,045 pistolas de 9 x 19 mm por 22 millones de dólares. De momento, se salvan del escrutinio la adquisición de 56 vehículos blindados multipropósito (4x4) y 44 vehículos motobombas antidisturbios (4x4 y 6x4) contempladas en el programa de “Mejoramiento del Servicio de Control de Disturbios Civiles a Nivel Nacional” – Código 2251056, valoradas en 50 millones.
Opciones: Seguir como hasta ahora o cambiar para bien
Es evidente que los procedimientos de adquisición del MININTER, especialmente los gestionados por la OGAF, necesitan un cambio profundo. Resulta inaceptable que desde 2019 solo una adquisición bajo la modalidad “estado a estado”, la de los dos Mi-171Sh, se haya concretado con éxito, y que otra —la de los 7,323 fusiles de asalto de 5,56 x 45 mm— se haya materializado aplicando la Ley FAME. La Directiva N° 004-2025-IN-OGAF debe ser revisada y reformulada, pues de lo contrario las próximas adquisiciones estarán condenadas a fracasar repetidamente. Una alternativa, que podría no gustar a ciertos sectores, sería encargar las compras a la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas (ACFFAA).
Este cambio podría materializarse de dos maneras: a través de un convenio de “Cooperación Interinstitucional”, como el suscrito en 2017 (que contemplaba, entre otros aspectos, la posibilidad de realizar procesos de selección y adquisición de bienes) y que venció en 2022 sin renovación; o integrando a la Policía Nacional a la estructura de la ACFFAA. Las ventajas son claras. La ACFFAA organiza y ejecuta procesos de adquisición de bienes, servicios, obras y consultorías tanto en el mercado nacional como extranjero.
Cuenta con personal altamente capacitado y con un Registro de Proveedores del Mercado Extranjero (RPME) que, a comienzos de este mes, registraba un total de 723 empresas inscritas entre fabricantes, distribuidores autorizados, entes gubernamentales y comercializadoras de bienes militares o estándar militar, servicios, entrenamiento y talleres de reparación. Así, en una eventual adquisición delegada por el MININTER, la ACFFAA podría emplear fichas técnicas estandarizadas previamente aprobadas, evitando modificaciones arbitrarias de los RTM y anulando reclamos o cuestionamientos recurrentes.
Además, se utilizaría el Sistema Informático de Compras (SIGCO), lo que garantizaría la transparencia del proceso y adquisiciones libres de corrupción bajo estándares de “Cultura de Buenas Prácticas” (Certificación ISO 37001), generando un ahorro presupuestal significativo y posibilitando la implementación de un Programa de Compensaciones Industriales y Sociales (Offset) mediante la debida modificación normativa.
La decisión de seguir con procesos ineficientes y sin resultados o de cambiar para bien ya no recae sólo en el Ministerio del Interior, ahora es una responsabilidad que compete al Poder Ejecutivo.
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