El Ejército alemán basará de forma permanente una potente brigada blindada, compuesta por 4.800 efectivos, para reforzar la defensa de Lituania. Durante la Segunda Guerra Mundial el Ejército alemán o Heer afrontó en el Báltico múltiples acometidas de las tropas de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) hasta la capitulación final de Alemania en mayo de 1945. Ahora, a petición del Gobierno de Vilna, volverá el Heer a tener fuerzas permanentes en este territorio, en nuevas instalaciones que financiará el país báltico.
Desde 2017, Alemania lidera un grupo de combate multinacional desplegado en Lituania como parte de la presencia avanzada reforzada o enhanced Forward Presence (eFP) de la OTAN, puesta en marcha tras la primera invasión de Ucrania, en 2014. Con este precedente, pocas semanas después de que Rusia invadiera por segunda vez Ucrania, en febrero de 2022, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que el Ministerio de Defensa alemán o Bundeswehr, estaría dispuesta a “reforzar” su compromiso en el país báltico convirtiendo su despliegue “en una brigada potente”.
Un año después, en un momento en que los dirigentes lituanos reclamaban una mayor presencia de la OTAN en su país, el máximo responsable del Bundeswehr, Boris Pistorius, reiteró esta promesa, poniendo dos condiciones. En primer lugar, había que garantizar que el posible despliegue de esa Brigada se ajustara a los planes defensivos de la Alianza Atlántica y en segundo lugar, contar con las infraestructuras que la alojará.
Finalmente, el pasado 18 de diciembre, Pistorius y su homólogo lituano, Arvydas Anusauskas, firmaron un acuerdo sobre la presencia permanente de una brigada alemana compuesta por 4.800 efectivos en Lituania.
Un enorme despliegue
Las primeras unidades de esta brigada llegarán a Lituania entre los años 2025-26. Los efectivos del Heer y sus familias desplazadas a Lituania se beneficiarán de “condiciones atractivas, como escuelas de lengua alemana, alojamientos, guarderías y enlaces en transporte aéreo», explicó el político socialdemócrata germano.
“La rapidez del proyecto demuestra claramente que Alemania ha comprendido la nueva realidad en materia de seguridad”, insistió el Pistorius. Pero la noción de rapidez es relativa, porque esta nueva brigada acorazada del Heer, conocida como Panzerbrigade 42, que contará con carros de combate Leopard 2A7V, no estará plenamente operativa hasta 2027.
Según los planes desvelados por el Bundeswehr el pasado mes de noviembre, esta gran unidad estará formada por el Panzergrenadierbataillon 122 (122º Batallón de Infantería Blindada), con base en Baviera, y el Panzerbataillon 203 (203º Batallón Blindado), que se trasladarán también a Lituania, en este caso desde su actual base de Augustdorf (Renania del Norte-Westfalia). Un tercer batallón la completará, de forma rotatoria, durante periodos limitados, como ocurre actualmente en favor del referido Grupo de Combate Multinacional de la eFP de la OTAN, presente en este país báltico.
Los planes eran cuestionados días después por el teniente general Alfons Mais, al frente del Heer, que avisaba mediante una carta a su superior, el inspector general Carsten Breuer, al frente del Bundeswehr, que faltaban medios para asumir dicho compromiso, según filtró el medio alemán Der Spiegel.
Para acoger a la futura Panzerbrigade 42, Lituania tendrá que invertir el equivalente al 0,3% de su PIB en los próximos años para construir sus instalaciones y sus anexos zonas de entrenamiento. “Probablemente tendremos que subir los impuestos para ello, pero todos los partidos políticos, de izquierda a derecha, están de acuerdo en que se trata de una prioridad. Encontraremos los recursos necesarios», explicó Laurynas Kasciunas, presidente de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional del Parlamento lituano.
“Tenemos que estar preparados tanto para los escenarios favorables como para los malos. Rusia sigue siendo la principal amenaza para nosotros y para la OTAN”, comentó Anusauskas.
Se ha de tener en cuenta, que Lituania tiene que garantizar la posición estratégica del denominado corredor fronterizo de Suwalki, que configuran los apenas 90 kilómetros de límites del país con Polonia, encajonado entre el enclave fuertemente militarizado ruso de Kaliningrado y Bielorrusia (Estado títere de Moscú), es que el único acceso terrestre de los Estados bálticos con el resto de la Unión Europea y la OTAN. (Julio Maíz)
