¿Tiene sentido un sistema de defensa de punto para los buques de combate de la Armada como solución interina contra UAV y misiles?

La Armada española lleva más de cinco años buscando un sistema de defensa de punto para los buques de combate, con varios estudios sobre sistemas basados en misil y en cañón, financiando varias iniciativas nacionales que no han madurado aún. 

A finales del año pasado supimos, por una interpelación parlamentaria, que el Ministerio de Defensa está analizando varias soluciones disponibles en el mercado para incorporar un sistema de este tipo basado en misiles.

El Ministerio afirmó entonces que estos proyectos no han deparado un resultado satisfactorio debido a su complejidad, por lo que “sin perjuicio de lo anterior”, en mayo del año pasado la Armada propuso la declaración de necesidad sobrevenida para la defensa antimisil (Anti Ship Missile Defense o ASMD) para sus buques. En julio inició los trámites para adquirir un sistema de mercado.

Baste recordar el último episodio, en octubre del año pasado cuando se declaró desierto un contrato de adquisición de un sistema ASMD para la Armada, valorado en 7,5 millones de euros a la que MBDA España presentó una propuesta que fue finalmente desestimada.

En 2021 analizábamos en detalle las necesidades de defensa de punto en la Armada y las propuestas de MBDA España basadas en el sistema Mistral y diferentes lanzadores de la familia SIMBAD, como el SIMBAD-RC o el nacionalizado SIMBAD SP o Cartago. Dos años antes, en 2019, analizábamos la firma de un contrato de 1,5 millones de euros entre la Subdirección General de Adquisiciones de la DGAM y MBDA España para estudiar la viabilidad del desarrollo e integración de un Sistema de Misiles de Defensa de Punto basado en la última versión del misil Mistral de MBDA, en buques de alto valor estratégico de la Armada.

En 2021 la empresa española SMS propuso a la Armada el sistema Saeta para su empleo en los buques de la Armada. Por su parte, Escribano, integrante precisamente de SMS, ha ofertado a la Armada dos sistemas derivados de la familia Sentinel, la RFG (Rapid Fire Gun basada en cañón multitubo) y la TAO (Two Against One, con misil) cuyas características analizamos allá por 2021. Antes ya empresa con sede en Alcalá de Henares ya había propuesto una colaboración junto a MBDA España y Navantia integrando los Mistral 3 en su solución.

C-Dome planteado para los OPV clase Arafura (Rafael)

Una solución transitoria

Ahora, ante la situación sobrevenida, con compromisos internacionales continuos y los buques de la Armada desplegados en zonas en las que proliferan aeronaves no tripuladas o misiles de crucero, incluso en manos de milicias como en Yemen, se hace más necesario que nunca dotar a los buques con sistema de este tipo, con capacidad CIWS (Close In Weapon System) y ASMD (Anti Ship Missile Defence)  contra estas amenazas para las que ahora solo se dispone de medios de guerra electrónica y los cañones principales.

Dado que además sería conveniente integrarlos lo antes posible en las plataformas disponibles, se hace necesario plantearse soluciones que requieran la mínima integración en el buque, en términos de peso, espacio, penetración en el casco y dependencia de sensores externos como trazas de radar o firmas electroópticas.

Una solución que conocimos hace años que combina estas características es el C-Dome Mission Module, desarrollado por la israelí Rafael a partir de su sistema de defensa naval C-Dome, que se basa a su vez en el probado sistema de defensa antiaérea Iron dome desplegado en Israel y que ha protegido las poblaciones israelíes derribando más de 5.000 amenazas en los últimos años con un porcentaje de acierto altísimo.

Ante la necesidad de paliar situaciones como la descrita anteriormente Rafael desarrolló una variante del C-Dome que se compone de dos módulos que se pueden embarcar o desmontar en escasamente cuatro horas y que requiere una mínima integración con el buque. La presentación oficial de este sistema fue en la edición de 2023 de la feria IMDEX en Singapur, mostrando entre las posibles interacciones un buque del tipo Offshore Patrol Vessel (OPV) clase Arafura de la Royal Australian Navy, confirmando posteriormente los contactos para estudiar esta integración. El C-Dome Mission Module emplea el mismo misil Tamir de defensa aérea que ya ha sido probado en las corvetas clase Saar 6 de la Marina de Israel y será integrado en los nuevos buques Reshef.

A diferencia de las variantes integradas en estos buques, la nueva versión emplea su propio radar de la empresa Rada y un bloque sensor Toplite, instalados en un módulo de misión para tres operadores, que puede ser estibado en una superficie multimisión, en la cubierta o en la cubierta de vuelo. Ideado inicialmente para buques de pequeño tamaño tipo OPV o buques de tipo logístico sin sistema de misión integrado, se trata de una variante no intrusiva, con una reducida huella logística ya que incluso puede ser montado y desmontado en puerto según el perfil de la misión, siendo innecesario realizar ningún trabajo de retrofit en el buque.

El fabricante ofrece distintos niveles de integración dependiendo de si es necesario desplegar sus propios sensores o puede emplear los del buque, pudiendo además remitir las señales de estos a otros buques. Además del módulo de mando, se estibaría un módulo de lanzamiento de misiles en formato contenedor de 20 pies normalizado de 6,1 metros de largo por 2, de ancho con dos lanzadores verticales cada uno de 10 misiles.

Así en un peso de escasamente 12 toneladas se despliegan 20 misiles de empleo inmediato con 10 km. de alcance capaces de abatir desde aeronaves no tripuladas a helicópteros pasando por misiles de crucero y antibuque. El misil Tamir alcanza una velocidad de Mach 2.2, dispone de una espoleta de proximidad. Además el formato mediante módulos permitiría desplegar y recuperar los sistemas en los buques que se desplieguen y volver a montarlo en otros buques según despliegues y necesidades concretas. (José Mª Navarro García)