El gigante aeronáutico estadounidense Boeing ha presentado los resultados del primer trimestre del año con una pérdida de ingresos del 8 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, registrando en este capítulo 14.000 millones de dólares por el menor volumen del área de defensa y las dotaciones por los programas de desarrollo de defensa, compensados en parte por el volumen de servicios comerciales.
La unidad de negocio Defense, Space & Security sufrió una caída de ingresos hasta los 5.000 millones de dólares y el margen operativo bajó hasta el 16,9 %, por el menor volumen y las dotaciones en los programas de desarrollo a precio cerrado, incluidos el VC-25B y el T-7A Red Hawk (660.000 y 367.000 millones de dólares, respectivamente). La cartera de pedidos es de 60.000 millones de dólares, de los que el 33 por ciento corresponde a clientes internacionales.
Se firmó un contrato con el Mando Aéreo de Operaciones Especiales estadounidense para seis helicópteros MH-47G Block II, se completó vuelos de perfil de misión para el helicóptero avanzado SB 1 Defiant y se realizó el cuadragésimo vuelo de prueba del entrenador T-7A Red Hawk y se comenzó a fabricar el primer avión de patrulla marítima P-8A para la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda.
Aviación comercial
La cartera de pedidos totales es de 371.000 millones de dólares, incluyendo 4.200 aviones comerciales, el flujo de caja es de 3.200 millones de dólares y el saldo de tesorería e inversiones en instrumentos negociables se redujo a 12.300 millones de dólares.
Mientras, siguen creciendo las entregas del avión comercial 737 y se ha presentado el plan de certificación del 787 a la autoridad federal de aviación estadounidense (FAA). Se ha lanzado el carguero 777-8 y se prevé para 2025 la entrega del primer 777-9.
La unidad de negocio de aviones comerciales sufrió una caída de ingresos hasta los 4.200 millones de dólares, principalmente debido al calendario de entregas de los aviones de fuselaje ancho, que en parte se compensó con el mayor número de entregas del 737. El margen operativo del 20,6 % refleja los costes y gastos extraordinarios del periodo, incluidas las dotaciones por el impacto de la guerra en Ucrania y el mayor gasto en I+D. Se entregaron 95 aviones en el trimestre y la cartera de pedidos incluye casi 4.200 aviones valorados en 291.000 millones de dólares.
Respecto al 737 MAX el fabricante asegura estar cerca de la vuelta al servicio seguro a nivel mundial, acumulando la flota más de un millón de horas de vuelo desde finales de 2020. El ritmo de producción del 737 sigue aumentando y se prevé que llegue a 31 aviones al mes durante el segundo trimestre.
Se ha presentado el plan de certificación ante la FAA del 787 y se han completado las reparaciones de los primeros aviones. Boeing sigue trabajando con la FAA en cuanto al calendario para reanudar las entregas. El programa actualmente fabrica a un ritmo muy bajo, y seguirá haciéndolo hasta que se retomen las entregas; se prevé que con el tiempo vuelva a las cinco unidades mensuales. La compañía todavía prevé que los costes extraordinarios del programa 787 serán de aproximadamente 2.000 millones de dólares, la mayoría de aquí a finales de 2023.
En lo referente a los aviones cargueros, se lanzó el 777-8 Freighter con un pedido de Qatar Airways y se prevé la entrega del primer 777-9 en 2025.
Por último la unidad de negocio Global Services aumentó sus ingresos hasta los 4.300 millones de dólares con un margen operativo del 14,6 % gracias al mayor volumen de servicios comerciales. Por ejemplo se firmó un contrato de soluciones digitales para el ahorro de combustible en la flota de 787 de Etihad Airways, y un contrato de estabilizadores horizontales del KC-135 para las Fuerzas Aéreas Estadounidenses. Global Services consiguió un pedido de cargueros convertidos 767 para Air Transport Services Group, y también anunció que planea crear capacidad de producción adicional para los cargueros convertidos 767.
Fotografía: Boeing 787 Dreamliner (Boeing)
