¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Viernes, 19 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Blindados, obuses y cañones antiaéreos en el Ejército de México

Revista Defensa nº 476, diciembre 2017

Los procesos de modernización y mantenimiento a unidades del Arma Blindada y del Arma de Artillería en el Ejército Mexicano se han mantenido vigentes en la dinámica operativa de ambos, pero con un perfil muy bajo, casi de abandono, que fue superado hace relativamente poco tiempo a raíz de la estrategia planteada en la guerra contra el crimen organizado, ordenada por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.

El uso de la artillería como arma de campaña en la guerra al narcotráfico es prácticamente inexistente. Como guerra irregular librada en zonas urbanas, rancherías, carreteras y, ocasionalmente, grandes urbes, el choque entre militares y narcos no ha requerido del despliegue y operación de obuses y mucho menos de cañones de alto calibre. Sucede todo lo contrario con los blindados ligeros, cuya compra y utilización –para enfrentar en operaciones especiales a civiles fuertemente armados– ha sido creciente y cada vez más sofisticada por parte de las Fuerzas Armadas mexicanas.
Los Humvee del Ejército, pese a su blindaje, se vieron rápidamente superados por el fuego nutrido y de mayor calibre (pero de menor puntería) de las bandas criminales. La respuesta de la Defensa Nacional fue, primero, adquirir en el extranjero blindados ligeros con prestaciones superiores para enfrentar con todas las ventajas posibles al crimen organizado. La SEDENA (Secretaría de Defensa Nacional) compró dos lotes de vehículos Sandcat para completar 250 unidades y actualmente ha ordenado otro con algunas modificaciones diferentes a las de los primeros. La segunda respuesta del Ejército fue la de impulsar la producción de sus propias unidades blindadas ligeras, muy parecidas a los Sandcat. 

Foto: Hay más de 6.000 “Humvee” del Ejército Mexicano (algunos con blindaje ligero y otros sin él) para operaciones contra el narcotráfico en la mitad de los 32 estados del país, como éste desplegado en Sinaloa (foto Jorge A. Medellín).

En el marco del 100º aniversario de la creación de la Industria Militar (IM) mexicana, le SEDENA anunció sus proyectos estelares a desarrollar en el corto, mediano y largo plazos: los blindados Kitam, Cimarrón y DN-XI; la fabricación de aeronaves de entrenamiento para la Escuela Militar de Aviación (EMA) de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM); la construcción de fusiles FX-05 para dotar a todos los efectivos con esta arma diseñada en la IM; la producción del Sistema de Accionamiento Remoto de Armas de Fuego (SARAF-BALAM 1); y la fabricación de cañones para fusil de calibre 5,56 mm., de los cuales existen dos prototipos puestos a punto que pasaron todas las pruebas (el acero desarrollado eliminaría las compras que durante décadas hizo la SEDENA a Alemania). Este último punto es importante, ya que el acero con el que se fabricarán los cañones de calibre 5,56 para los fusiles FX-05 es el mismo que se usará para producir los blindados ligeros DN-XI, los transportes Cimarrón y el vehículo táctico Kitam (jabalí en maya). 

Los recursos militares
Conocer en detalle los recursos militares con los que cuentan las Fuerzas Armadas mexicanas no es fácil. Pese a la apertura oficial que desde julio de 2003 se alcanzó con la creación del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), hoy transformado en Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), los datos sobre el material bélico nacional siguen siendo reservados o manejados con discreción por cada dependencia.
En septiembre de 2005, durante el Gobierno del presidente Vicente Fox, el entonces secretario de la Defensa Nacional, el general Clemente Vega García, acudió al Senado de la República para hablar con los legisladores sobre la situación de las Fuerzas Armadas a su cargo (Ejército y Fuerza Aérea). Leyó un documento en el que habló por primera vez de los recursos militares con los que se contaba entonces, un hecho inédito derivado de la creación del IFAI, ante el cual ya se había bombardeado a la SEDENA con solicitudes para conocer esa información.

Foto: DN-VI "Toro" desarrollado por ingenieros militares mexicanos a partir de modelos estadounidenses y europeos para apoyar a operaciones de reconocimiento durante los años setenta. Hay 25 de estos blindados, pero prácticamente están en desuso (foto SEDENA).

Vega dijo que el Ejército contaba, entre otras cosas, con 14.240, vehículos, de los cuales 1.009 estaban blindados:
- 267 Ambulancias.
- 1.508 Jeep.
- 3.163 camiones de uso militar operativo.
- 148 camiones taller.
- 107 tractocamiones.
- 3.638 Hummer.
- 2.585 camionetas. 
- 340 vehículos para servicios especiales.
- 309 de maquinaria específica.
- 1.828 remolques ISR y semirremolques 
- 211 blindados Panhard DNC-1.
- 504 blindados Panhard DNC-2. 
- 294 blindados de otro tipo.
Un año después, un nuevo balance elaborado por académicos y periodistas indicaba que el estado de fuerza había aumentado y era, en parte, el siguiente:
- 3.918 blindados de reconocimiento: 
– 150 ERC-90F-1 Lynx.
– 41 Mex-1 (MAC-1).
– 1 Fox.
– 40 M-11 (Panhard VBL).
– 40 M-8 Greyhound.
– 1 DN-VII.
– 1 Lince.
– 6 VW Ninja.
– 3.638 HMMWV.
- 791blindados de transporte: 
– 409 DNC-1 (AMX-VCI).
– 52 Hawk-11.
– 34 M2A-1 ½ Track.
– 3 M32 Recovery Sherman.
– 95 DNC-2 (BDX).
– 44 Panhard VCR.
– 25 Mowag Roland.
– 25 DN-III (SEDENA 1000).
– 24 DN-IVA.
– 1 DN-IVAT.
– 19 DN-V Toro.
– 2 DN-VI.
– 2 DN-VIII Condor.
– 26 Cobra (LAV-150ST).
– 28 Pantera.
– 2 M-3A1 White Scout Car.

Foto: El ERC-90 “Lynx” es un blindado de apoyo a unidades de infantería que lleva un cañón de 90 mm., 2 ametralladoras de 7,62 y un sistema de tubos lanzagranadas. El Ejército dispone de 119 unidades en 4 RBR (foto Jorge A. Medellín).

Datos dispersos
Estos datos no han sido actualizados y la SEDENA los niega una y otra vez cuando se le solicitan vía transparencia, a través del INAI, argumentando daños probables, presentes y específicos de darse a conocer dicha información. El general Clemente Vega no elaboró libros blancos o memorias de trabajos al término de su gestión. Esa práctica se inició con el presidente Calderón, quien, además, ordenó que se prepararan informes denominados Logros, en los que se resumían de manera ejecutiva y muy breve los principales avances y objetivos en temas muy específicos, anticipados por cada dependencia.
Al final del sexenio, la SEDENA elaboró y publicó el Informe Rendición de Cuentas en tres etapas, otro condensando los anteriores, así como 41 libros blancos en los se debía entregar un balance por áreas de lo hecho en los seis años de la Administración. En ninguno de estos documentos se detallan los recursos militares y tampoco se profundiza en proyectos, cifras, datos, logros concretos y escenarios por alcanzar en cada arma y servicio. Lo que se difunde son básicamente conceptos y formas de proceder en cuanto a la gestión militar.
Salvo por el encuentro cerrado que sostuvieron legisladores federales en 2007 con el general Guillermo Galván para conocer la situación de atraso que vivían las Fuerzas Armadas, no hubo otro momento para conocer el estado de fuerza bélica del país. En aquella ocasión el general Galván compartió el documento Agenda Panorama General del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de circulación restringida, con datos, cuadros y cifras que hizo llegar a los senadores y diputados, presentando un panorama desolador y de necesidad urgente de rearme y modernización. 
El documento señalaba en uno de sus apartados que el Ejército contaba entonces con un parque vehicular de 6.210 unidades con origen en Estados Unidos, Alemania, Francia, México y Suiza, antigüedad de entre 11 y 65 años y 22 modelos diferentes. En 2007, cuando se elaboró y distribuyó el documento, el 91 por ciento de 5,637 vehículos blindados ya había concluido su tiempo de vida útil de servicio: 
- 119 Lynx F-1 con cañón de 90 mm. de reconocimiento y combate.
- 2.664 de reconocimiento:
– 40 M-11 Ultrav.
– 25 Mowag Roland con ametralladora de 7,62 mm.
– 41 MEX-1 con cañón de 20 mm. y ametralladora de 7,62.
– 40 M-8 con cañón de 20 mm. y ametralladoras de 7,62 mm. y 0,5 pulgadas.
– 2 Scout Car con ametralladora de 0,5 pulgadas.
– 1.253 Humvee VERE (Vehículo de Exploración, Reconocimiento y Enlace) con ametralladora de 7.62 mm. y lanzagranadas MK-19 de 40.
– 5 VAR (Vehículo de Araque Rápido) con 2 ametralladoras de 7,62 ó 5,56 mm. y una MK-19 de 40.
– 1.258 carros ligeros de exploración.
- 2.843 de usos múltiples.
- 253 vehiculos de apoyo al combate:
– 54 DNC-1 portamorteros de 81 mm.
– 3 DNC V portamorteros de 81 mm.
– 100 Humvee VTA (Vehículo Tractor de Artillería).
– 96 Humvee portacañón de 100 mm.
- 311 de propósito indefinido.
En cuanto a la Artillería, el documento del general Galván señalaba que había (con origen en México, Estados Unidos, Francia, China, Bélgica, Israel y Sudáfrica):
- 101 obuses.
- 2.130 morteros.
- 102 cañones sin retroceso.
- 1.180 lanzacohetes.
- 3.917 ametralladoras.
- 893 ametralladoras lanzagranadas.
- 8 puestos de morteros Milan de 103 mm.
El documento elaborado por la Defensa Nacional señalaba que se contaba con 7.870 piezas de artillería y que éstas representaban el 25 por ciento del total de las piezas que este arma y el Ejército deberían tener. Basados en este comentario, el arma de Artillería debería haber tenido 31.480 piezas en 2007. El texto agregaba que, aunque tenían más de diez años de servicio, estaban en buenas condiciones, porque sólo habían efectuado el 5 por ciento de los disparos establecidos como estándar de vida. Solo el 2 por ciento de cañones y obuses presentaba un marcado desgaste y fatiga, indicaba el texto.

La información más reciente
El documento más reciente elaborado por la SEDENA es el Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-18, presentado en 2013 y en el que se resaltan los planes para modernizar el material de la FAM (Fuerza Aérea Mexicana) con la compra gradual de 172 aparatos de ala fija y rotatoria, así como la anunciada modernización de la Industria Militar. La celebración, en enero de 2016, del centenario de la creación de la Industria Militar fue el marco de anuncios trascendentales que ya se habían reflejado en los presupuestos y planes de inversión de la SEDENA desde el inicio de la actual Administración, de manera aislada y sin la difusión que luego se les dio a los proyectos en marcha.

Foto: OTO Melara de 105 mm. de apoyo a operaciones de asedio contra blancos enemigos en coordinación con blindados de reconocimiento y tropas de infantería. El Ejército posee 101 obuses de este tipo distribuidos en 9 regimientos de Artillería de Campaña (foto Jorge A. Medellín).

Las joyas de la corona de la Industria Militar en este Gobierno son, sin duda, la modernización de la FAM, la fabricación de blindados ligeros Kitam, Cimarrón y DN-XI para operaciones tácticas (proyectos a corto y mediano plazo), la fabricación de afustes y sistemas de tiro de control remoto y la construcción de aeronaves de entrenamiento (a largo plazo), así como la producción de armamento ligero (fusiles de asalto y lanzagranadas de 40 mm.). Por ello, temas como los de la defensa antiaérea no han sido relevantes en las últimas décadas, especialmente porque los obuses de reciente adquisición apenas se han usado (básicamente para prácticas de tiro). 
No ocurre lo mismo con cañones comprados hace más de cuarenta años y que hace tiempo cumplieron su vida útil. Este material es el que está siendo reemplazado por piezas nuevas. En este renglón están los cañones M-2A1 (16 piezas), M-101 (40) y M-56 (40), que están vías de ser sustituidos por igual número de piezas en un proyecto que fue aprobado en julio de 2017 por un monto inicial de cerca de 40 millones de euros y que espera la asignación de recursos para ser completado.


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.