El grueso del las misiones y operaciones de transporte aéreo militar en Chile los lleva adelante la Fuerza Aérea de Chile (FACh) cuyo Grupo N°10, asentado en la Base Aérea Pudahuel, alinea un porcentaje importante de la flota total de aviones de transporte.

La República de Chile tiene unos 4.300 kilómetros de longitud y una topografía que al norte incluye el desierto de Atacama, el más árido del mundo y al sur territorios agrestes con alto índices de lluvias, nieve y bajas temperaturas. Estas condiciones son, sin lugar a dudas, factores determinantes en enfatizar la importancia del transporte aéreo, no solo para operaciones militares, también, como ha quedado de manifiesto, en el continuo apoyo a la comunidad y en los escenarios de emergencias naturales que regularmente azotan a Chile.

En este contexto, ingentes recursos han sido justamente asignados a la Fuerza Aérea de Chile para reforzar esta componente. En lo que respecta el transporte pesado, el Grupo N°10 despliega una variada línea de aviones Boeing, entre ellos 1 Boeing 767-300ER, 1 737-58N, 1 737-330QC (Quick Change) y 3 KC-135E.

Con tan solo un único Embraer C-111A(N), la Aviación Naval ha perdido del todo su capacidad de transporte táctico

La flota de aviones de transporte Hercules ha sido significativamente reforzada, operándose hoy 4 Lockheed C-130H y 3 KC-130R/H. A estos se suman 13 aun irremplazables DHC-6-100/300 asignados a los Grupos N° 5  y 6 (en la zona austral de Chile) además del SAF y 3 Airbus DS C212-200/300 Aviocar asignados a la zona norte.

Para vuelos VIP, se han incorporado paulatinamente 4 Gulfstream IV a los que en algunos casos se han adicionado en funciones de evacuación médica, los 4 Cessna 525 CJ-1 Citation del Grupo N°5.

Aviones de transporte en el Ejército y la Aviación naval de Chile

La Brigada de Aviación de Ejército ha visto su línea de vuelo reducida, pudiendo desplegar 2 Airbus DS C212-300 Aviocar, 3 extremadamente versátiles Cessna 208B Grand Caravan y 2 Airbus DS CN235-100 además de 2 Cessna 172 S de instrucción. En este sentido es significativo destacar que los CN235 del Ejército son aún los únicos transportes tácticos de su clase en Chile.

Compleja es la situación de la Aviación Naval que tras la baja en 2012 de los C-212 -100 dispone de tan solo un único EMBRAER C-111, versión del conocido P-111 A(N) convertido en trasporte de régimen. La falta de aviones de transporte táctico restringen las necesidades operativas y de instrucción de la Armada a los slots asignados por los aviones de la FACh.

Los Cessna 208B Grand Caravan del Ejército has demostrado gran versatilidad en todo el territorio chileno.

Queda de manifiesto que más allá de las capacidades de mantención locales, existen líneas de vuelo que pronto requerirán su reemplazo. Paralelamente, la falta de un avión de transporte táctico con buenas capacidades STOL se ha reiteradas veces postergado. La vejez de los C-212 del Ejército, de la mano con la baja en la Aviación Naval y los DHC-6, algunos con 5 décadas de servicio, es incentivo para la formulación de un programa conjunto.

De igual manera, un transporte táctico de la clase C-27J/C-295 sería un complemento ideal para la flota C-130 del Grupo N°10 cuyos ejemplares gracias a la capacidades de ENAER tienen aún márgenes operacionales que permiten dilatar la búsqueda de un sustituto. Los fenómenos naturales que Chile ha enfrentado en la última década deberían ser más que alicientes para financiar una flota de transporte efectiva y moderna. (Cristián Marambio)

Fotografía portada: Los C-130 del Grupo N°10 han demostrado las inigualables capacidades del producto de Lockheed.

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