La situación de tensión internacional, en la que cobran relevancia amenazas que van desde los avanzados misiles hipersónicos a los pequeños drones obtenidos desde el entorno civil y adaptados para su uso militar, ha derivado en que los máximos responsables del Ministerio de Defensa hayan apostado por modernizar las actuales capacidades defensivas de Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra.
En el artículo “Análisis y reflexiones 2025”, que ha escrito el general de brigada de Artillería Ignacio Ojeda González-Posada para el Memorial de Artillería del primer semestre de este año, se hace mención específica del importante esfuerzo que van a realizar los españoles para poner a disposición de la Artillería Antiaérea los recursos económicos necesarios para renovar capacidades y actualizar equipos en el Ejército de Tierra.
Detalla que en los dos últimos años y medio se han rubricado ya contratos valorados en unos 4.000 millones de euros para el proceso, cifra que, en mi valoración personal, se va a incrementar pronto a una de 7.000 millones o superior.
El Ejército de Tierra tiene contratada la adquisición de cuatro baterías PATRIOT 3 y de novedosos misiles GEM-T y PAC-3; la modernización de cuatro baterías NASAMS a la versión 2+ y la adquisición de lanzadores complementarios o de misiles AIM-120 AMRAAM (Advanced Mediun Range Air to Air Missile); la llegada de equipos de puntería avanzados asociados a los puestos de tiro Mistral y de misiles del tipo 3 más capaces; la compra de sistemas contradrones como CERVUS y ARACNE, o las mejoras de mantenimiento evolutivo de los Centros de Operaciones de Artillería Antiaérea Semiautomáticos (COAAAS).
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El sistema NASAMS va a ser mejorado, recibirá nuevos misiles y más lanzadores, y contará con mejores sensores, poniendo al día sus muy buenas capacidades . (Octavio Díez Cámara)
A todo ese material, y de ahí los 3.000 millones adicionales que estimo será como mínimo necesario añadir, caben sumar inversiones como las de modernización de los cañones de Artillería Antiaérea Oerlikon GDF-005 y GDF-007, o la actualización de las direcciones de tiro Skydor que controlan sus fuegos y los hacen más precisos.
En el Ejército de Tierra se tienen en marcha también otras adquisiciones importantes que implicarán la compra de los COAAAS 35 para actualizar las acciones de Mando y Control y permitir la defensa antimisil balística, el reemplazo del equipo de misiles HAWK por el que se conoce como Sistema de Misiles de Altas Prestaciones que tendrá capacidades de media altura y antimisil, o la obtención de la Plataforma Antiaérea Multirol que trabajaría en red y de forma autónoma con lanzadores verticales capaces de disparar distintos efectores -se adaptarían con rapidez a la evolución de la amenaza-, y los sensores y el necesario software a ellos asociados.
En España también se apuesta por un sistema de identificación de bajo coste, que se conoce en el Mando de Artillería Antiaérea (MAAA) con el nombre de DAVID, al que se le imputa ser una mejora revolucionaria de las capacidades antiaéreas basadas en tierra por su potencial de gestionar eficientemente el espacio aéreo a baja y muy baja cota. (Octavio Díez Cámara)
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