El Ejército del Aire español acaba de crear el denominado Centro de Inteligencia y Targeting Aeroespacial (CINTAER), que se dotará, en parte, con profesionales del 47 Grupo Mixto de Fuerzas Aéreas, que desaparece.
Aunque fue el pasado 7 enero de 2022 cuando se publicó en el Boletín Oficial de la Defensa (BOD) la resolución 702/00218/22 mediante la que se crea el CINTAER y se suprime el Grupo Mixto de Fuerzas Aéreas, no ha sido hasta primeros de este mes cuando se ha hecho pública la reorganización a través de la revista oficial de la institución: “Aeronáutica y Astronáutica”.
Según el medio, la creación del nuevo centro responde a la necesidad del Ejército del Aire de adaptarse a la cada vez mayor demanda en el número y complejidad de las misiones que se le encomiendan, buscando realizarlas con la máxima eficiencia con los medios asignados, que como podemos ver van desde la evacuación a Afganistán al transporte de armas con destino a Ucrania, vía a Polonia.
El Centro de Inteligencia y Targeting Aeroespacial estará ubicado en la base aérea de Torrejón (Madrid) y, bajo la dependencia orgánica del Mando de Combate (MACOM), que tiene sede en la misma instalación, tendrá como misión la elaboración, gestión y difusión de los productos de la unidad de Inteligencia que se soliciten así como aquellos requeridos por el proceso de targeting (adquisición de blancos) conjunto, todo ello en el ámbito de sus competencias.
Estas misiones requerirán una formación muy específica de su personal, que les habilite para desarrollar adecuadamente los ciclos de inteligencia y targeting, esenciales para determinar y crear los efectos deseados en las operaciones. En el área de inteligencia, el CINTAER se integrará en el engranaje de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas (FAS) españolas, constituyendo uno de los órganos de ejecución de su Sistema de Inteligencia (SIFAS) en estrecha coordinación con el Centro de Información de las Fuerzas Armadas (CIFAS).
Para ello, será la unidad de referencia del Subsistema de Inteligencia Táctica (SITAC) del Ejército del Aire, con responsabilidad de planear y ejecutar los cometidos que le asigne el MACOM en el área de inteligencia, vigilancia y reconocimiento o Intelligence, Surveillance, Reconnaissance (ISR), donde el poder aeroespacial destaca sobre cualquier otro gracias al empleo de los sensores desde el aire y el espacio.
En cuanto al ámbito de targeting, que se centra en la selección de los blancos a neutralizar, se consolida por fin la adquisición de una parte de la capacidad necesaria y deseada por el Ejército del Aire y las FAS, como ha sido expresado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD). Esta capacidad, empleada de un modo distribuido, maximiza la potencia de combate, puesto que permite el empleo de medios cinéticos y no cinéticos para provocar efectos letales y no letales en los ámbitos clásicos (terrestre, marítimo y aéreo) y en los más recientes (ciber, espacio, cognitivo), facilitando la consecución de los objetivos del comandante operacional.
Además un targeting eficaz permite, por su alta capacidad de selección, un mucho mayor respeto a los principios recogidos en la Ley de los Conflictos Armados o Derecho Internacional Humanitario. El ciclo de targeting se realiza en los tres niveles de planeamiento y conducción de las operaciones: estratégico (JEMAD), operacional, (Mando de Operaciones (CMOPS)) y táctico, (comandante del Mando Componente).
En este último nivel, el CINTAER reforzará la capacidad de mando conjunto aéreo o Joint Force Air Component (JFAC) del Ejército del Aire y su contribución a la Fuerza Conjunta. Queda un largo camino por recorrer para que esta nueva unidad disponga de todo lo necesario para poder operar. Cualquiera que realice un análisis rápido de los factores MIRADO-I (Material, Infraestructura, Recursos humanos, Adiestramiento, Doctrina, Organización e Interoperabilidad) percibirá el desafío que el Ejército del Aire tiene por delante.
Con la creación del CINTAER se dice adiós al Grupo 47, una unidad histórica y especial que nació en 2004, fruto de la evolución y crecimiento de las capacidades de guerra electrónica o Electronic Warfare (EW) y que supo asumir con éxito una gran variedad de cometidos, reconocimiento, inteligencia táctica, transporte aéreo de personal y carga, reabastecimiento en vuelo y calibración de radioayudas.
Los continuos recortes de presupuesto fueron dando al traste con su especializado parque de aeronaves, sin que fuesen reemplazadas, así fue perdiendo sus Dassault Aviation Falcon 20 (tanto destinados a EW como a calibración), un solitario C-212 Aviocar y los cuatro Boeing 707, de los que uno era el especializado también en EW. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Uno de los últimos “Falcon” de EW que empleó el 47 Grupo Mixto. (foto Julio Maíz/defensa.com)
