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Donde nacen los Pucará

Revista Defensa nº 50, Junio 1981, Rafael Alienda

La revista DEFENSA, poco antes de la reintegración de los archipiélagos argentinos del Atlántico Sur a la soberanía nacional, envió a la Argentina a dos de sus hombres. Rafael Alenda, veterano piloto militar, y “Canario “Azaola, piloto civil. El primero, ganador de la Vuelta Aérea a España en una de sus ediciones, voló para los lectores de nuestra revista el CASA C-1O1 “Aviojet” y efectuó otros trabajos, como un reportaje sobre el Ala de Caza nº 14. Azaola, famoso entre otras cosas por sus magníficas series de fotografías de aviones de todos los tipos, en vuelo, se ha asomado también frecuentemente a estas páginas. Ahora su labor complementada, el primero en la Fábrica Militar de Aviones, de Córdoba, y el segundo en la base aérea de Reconquista nos permite ofrecer una información completa sobre uno de los aparatos más interesantes en su tipo: el IA-58 “Pucará’ 

Desde que el 1O de octubre de 1927 la Fábrica Militar de Aviones (FMA) argentina abrió sus puertas, las actividades creativas y su trabajo han sido diversos: desde el estudio y creación de aviones, hasta la fabricación de paracaidas, mochilas y chalecos salvavidas para su Ejército. 
Enclavada en la bella ciudad de Córdoba, a unos diez kilómetros del centro urbano y junto a la Escuela de Aviación Militar, la FMA cuenta con una superficie de 350 hectáreas, en la que están edificados un cuarto de millón de metros cuadrados. En ella trabajan un total de 4.600 personas, dedicadas en su mayor parte a la construcción y revisión de aviones. 

Foto: Bella silueta del avión argentino que con la guerra de las Malvinas conoció ya su bautismo de fuego.

Dejando un poco de lado su amplia e interesante historia, que fue ya pormenorizadamente tratada en el número 30 de DEFENSA, mencionamos sus cometidos actuales, que abarcan numerosas facetas del campo aerospacial: creación de cohetes espaciales y meteorológicos, así como sus propulsores y aparatos de seguimiento y estudio; investigación de nuevos materiales y de su comportamiento, antes de ser empleados en la fabricación de los diversos productos; estudios, proyectos y fabricación en serie de equipos de abordo, tierra, televisión, telemandos, convertidores y cargas útiles para cohetes; fabricación de aviones; montaje bajo licencia de avionetas para fumigación; otras actividades, que incluyen variados estudios técnicos, fabricación de paracaídas personales y de lanzamiento de cargas desde aviones, chalecos salvavidas, mochilas, vagones de ferrocarril, utillaje propio y conformadores, coches, ensayos aerodinámicos (incluso del estadio de fútbol de la ciudad de Córdoba), etc. 
Para observar de cerca estos interesantes trabajos, todos encaminados a la obtención de técnica y materiales propios consiguiendo una menor dependencia del exterior, DEFENSA se ha desplazado a Córdoba. 
VISITA A LA FMA 
La visita a la FMA la realizamos a finales del pasado mes de marzo y, aunque coincidió con el verano del Hemisferio Sur, estaba a pleno nivel de trabajo y rendimiento. Fuimos recibidos por el jefe del Área de Material, brigadier Juliá, que nos dio la bienvenida y puso a nuestra disposición los medios para que visitásemos todas las secciones. 
Empezamos recorriendo el taller de montaje y ensamblaje del IA-58 Pucará. Los conformadores mostraban las piezas objeto de unión y desde la colocación del primer elemento hasta el último presenciamos cómo chapas, cuadernas, empenajes, fuselaje, alas, tren, motores, etcétera, iban poco a poco dando forma al avión, neto producto de la técnica argentina. 
Estuvimos en los hornos de fundición, en la sección de moldeado, en los bancos de pruebas, en fin, en todos los lugares, incluyendo donde con la colocación de los motores y de los instrumentos de medición y vuelo termina la cadena de montaje, permitiendo que el aparato pase al Centro de Ensayos en Vuelo (CEV). En este es sometido a las más duras pruebas antes de ser entregado a una unidad operativa. 

Foto: Fase final de la cadena de montaje. Varios Pucará esperan pasar al CE V para las pruebas oportunas.

Como nos fue explicado, los trabajos que darían como resultado el IA-58 Pucará comenzaron el año 1966, volando el prototipo por vez primera en agosto de 1969. La Fuerza Aérea argentina contó en noviembre de cinco años más tarde con el primer ejemplar de serie, de un pedido inicial de treinta unidades, que luego aumentaría a cien, de los que en el momento de nuestra visita estaban en servicio setenta. 
La actual cadencia de montaje es de 1,5 a 2 aparatos mensuales, ampliable a 5 si las necesidades así lo requirieran. 
En su fabricación se emplean cincuenta mil horas de trabajo-hombre, incluyendo la producción de los necesarios repuestos. Particularmente interesante fue la visita al hangar de transformación, en el que dos nuevas versiones del avión se están poniendo a punto. En primer lugar, la IA-58B, cuya principal diferencia radica en la sustitución de los primitivos cañones Hispano HS-804 de 20 mm. por otros DEFA -533 de 30 mm. y contenedores de munición, con 280 proyectiles. Adicionalmente se actualizan los medios de navegación y comunicación en ambos puestos de pilotaje. 
La segunda versión transformada es la IA-66, cuya diferencia más notable radica en el cambio de los motores Astazou XVI G, de fabricación francesa, por otros, los de concepción norteamericana TPE331-11-601W, de 746 Kw. Los ensayos en vuelo comenzaron a finales de 1980. 
Pudimos comprobar aquí la elasticidad en el cambio de distintos equipos opcionales, solicitados por eventuales clientes. Así, por ejemplo, técnicos de la firma sueca SAAB están procediendo a la instalación de un nuevo visor para tiro aire-aire, principalmente destinado a la persecución y derribo de helicópteros. 
Después de una ligera pasada por el hangar de revisión y mantenimiento, donde había un F-28 y un F-27 en fase de overhaul, dialogamos con el jefe de pilotos del Centro de Ensayos en Vuelo, que reúne una élite de profesionales capaces y bien adiestrados para llevar a cabo las más duras pruebas; tanto en un avión salido de la cadena de montaje como en prototipos de nueva concepción. Mis interlocutores destacaron las excelencias del Pucará, aparato de apoyo táctico, único en su género en la actualidad y que es capaz de llevar a cabo misiones de ataque polivalente, dada la potencialidad y divers ificación de su armamento. Asimismo se utiliza como avión de entrenamiento básico o avanzado, en reconocimientos fotográfIcos o en misiones de lucha cont ra guerrilla. 
DESCRIPCION DEL “PUCARÁ” 
El IA-58 Pucará es un monoplano metálico de ala baja cantilever, empenaje en 1, tren de aterrizaje retráctil y estructura de tipo monocasco. El cono delantero es desmontable y rebatible para facilitar el acceso a los distintos equipos que en él se instalan. La cabina de avión está dotada de dos asientos Martin Baker APO6A, eyectables al nivel del suelo, con velocidad nula, y con equipo de supervivencia marítimo o terrestre. Ambos asientos se encuentran instalados en diferentes planos para permitir una mejor visibilidad de los tripulantes. 
El sistema de mandos de vuelo está constituido por una cadena cinemática, a base de barras y cables. El tren de aterrizaje, sólido y robusto, posee amortiguación mediante anillos elásticos, habiéndose adoptado esta fórmula a la vista de las pistas de condiciones precarias desde las que a veces opera el avión. 

Foto: Plano central con la cuna para la instalación del motor

A su facilidad para aterrizar en terrenos de muy corta extensión se agrega la ventaja de poder emplear cohetes JATO, montados en el pilón central. 
Su polivalencia le permite efectuar diversas misiones de combate, pudiendo operar desde cualquier tipo de pistas, ya sean semipreparadas o improvisadas, debido a sus excelentes cualidades de despegue y aterrizaje corto. Asimismo mantiene su capacidad de combate y reconocimiento ofensivo con cualquier configuración de armamento lanzable. Dispone de un armamento fijo, compuesto por cuatro ametralladoras Browning de 7,62 mm. con 900 proyectiles, y dos cañones HS 804, de 20 mm., con 20 proyectiles, que, como ya dijimos, están siendo sustituidos por DEFA 533. 
Para portar cargas externas cuenta con tres pilones eyectores, con una capacidad máxima total de 1.500 kg., estando dos bajo las alas y el tercero en la parte central inferior del fuselaje. El disparo de armas fijas y lanzables se efectúa desde el puesto del piloto. Para el envío de las cargas externas puede usarse el circuito convencional o un programador, capaz de seleccionar la cantidad de cargas a utilizar, así como los distintos modos de lanzamiento. Como elemento de puntería cuenta con una mira reflectora simple iluminada Matra 83-A3. 
El armamento que se halla en disposición de emplear es muy diverso, desde 12 bombas de 125 kg., hasta 7 pods, conteniendo 133 cohetes de 2,75 pulgadas, pasando por 6 bombas de 125 kg. más 18 cohetes de 5 pulgadas ó 12 bombas de napalm de 250 libras. 
El sistema de combustible interno consta de cuatro tanques, dos en el interior del fuselaje y dos en los planos, con una capacidad de 1.280 litros, disponiendo además de un depósito acumulador para vuelo invertido. En los pilones de cargas externas se le añaden, de desearlo, tres depósitos opcionales, aumentando su capacidad a 2.240 litros. 
Va provisto de sistema de oxígeno dual para los pilotos, llevando también en cada asiento una botella de emergencia, para casos de fallo del sistema principal o de eyección del asiento a elevada altura. En la cabina los asientos del piloto y copiloto se hallan colocados en tándem, estando el del copiloto 25 cm. más alto que el del primero, lo cual, unido al diseño de la proa (que es baja y corta) y al tamaño de la cúpula de plexiglás, permite una excelente visibilidad para ambos tripulantes. 
El sistema de ventilación y calefacción permite mantener en la cabina un ambiente confortable, a base de tomas de aire exterior regulables manualmente y de aire caliente procedente de la zona del compresor de los motores. 
DATOS SOBRE EL lA 63 
Nos interesamos también por el nuevo proyecto que en su fase de diseño y estudio efectúa en la actualidad la FMA. Se trata del monorreactor de entrenamiento básico y avanzado IA-63, cuya maqueta a escala natural fue mostrada en Le Bourget hace un año y que ahora volvimos a contemplar. Los trabajos de diseño comenzaron en 1979, estando previsto el primer vuelo para octubre del año que viene y la entrada en servicio en 1985. 

Foto: Un IA.58 luciendo el distintivo de la Fuerza Aérea Uruguaya.

Concebido para alcanzar el nivel óptimo de entrenamiento necesario en la transición del avión convencional al reactor, con muy bajo costo de instrucción y a la vez altas prestaciones, el IA-63 es un monorreactor de ala alta totalmente metálico, asientos en tándem, con elevación del puesto trasero para mayor visibilidad y operación del instructor. Un sistema completo de presurización, aire acondicionado y oxígeno garantizan el confort de la cabina. 
La planta motriz —en estudio, si bien se cree que será un Garrett TFE731- 2-2N— asegurará un bajo consumo y su instalación permitirá un mantenimiento fácil. El estudio de la estructura del plano, compatible con los requerimientos de la instrucción avanzada, combina las nuevas tecnologías de construcción y un moderno diseño de ala supercrítica, obteniendo como resultado un mínimo peso estructural. 
Se ofrece una variada gama de equipo opcional y de cargas externas, que permiten variaciones del avión básico y su adaptación a tipos de misiones ofensivas requeridas. Sus dimensiones serán de 10,928 m. de longitud, 9,686 de envergadura, 4,28 de altura total y 15,63 m2 de área alar. Podrá resistir factores de carga área alar. Podrá resistir factores de carga de +6G a -3G y la velocidad máxima (a 9.000 m.) será de 0,75 Mach, con una velocidad de pérdida de 83 nudos. El peso al despegue se estima en 3.490 kg., el radio de acción (a 12.000 m.) en 2.500 km. y el techo de servicio en 14.000 m.. 
FICHA TECNICA DEL PUCARA 
Dimensiones: 
Longitud total (m.) 14,250 
Envergadura (m.) 14,500 
Altura total (m.) 5,360 
Superficie alar (m2) 30,3 
Pesos: 
Máximo de despegue (kg.).  6.800 
Vacío operativo (kg.) 4.020 
Actuaciones: 
Velocidad máxima (km/h.)    500 
Vel. máx. en picado (km/h.)   750 
Carrera de despegue (m.) 300 
Carrera de aterrizaje (m.) 350 
Régimen inicial de ascenso 
(m/seg.) 18 
Techo de servicio (m.): 
Con dos motores 10.000 
Con un motor 6.000 
Alcance (km.): 
Combustible estándar 1.270 
Máximo 2.225 
Nota: Estas especificaciones sobre el Pucará son las ofrecidas a DEFENSA por la dirección de la FMA. 


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